Viviana Galarza recibió el alta médica y su agresor seguirá detenido
Familiares de Fabián Pereyra, que atacó de siete puñaladas a su exmujer, se mostraron sorprendidos por lo ocurrido y aseguraron que "está arrepentido" y que él la amaba.
En la mañana de este jueves, Viviana Galarza (36) recibió el alta médica en el Hospital "J. B. Iturraspe" donde se encontraba internada a causa de las heridas que sufrió al ser apuñalada por su expareja, Fabián Pereyra (48), que se encuentra detenido.
De acuerdo a lo informado por el fiscal Bernardo Alberione a LA VOZ DE SAN JUSTO, la semana próxima intentará tomarle testimonio a esta nueva víctima de la violencia de género. "Vamos a aguardar a que se estabilice emocionalmente y que psíquicamente esté en condiciones de brindar su versión acerca de cómo han ocurrido los hechos, en principio íbamos a dialogar con ella este viernes, pero se decidió posponer todo para los próximos días", indicó.
El agresor sigue preso
En cuando a la situación procesal del presunto agresor, Pereyra, el fiscal señaló "hoy la imputación que pesa sobre esta persona es la de 'homicidio calificado por violencia de género preexistente', es decir, intento femicidio, que es lo que se encuentra acreditado" y aclaró que la imputación podría agravarse o alivianarse a medida que se estudie la prueba.
Además, Alberione ratificó que existen denuncias anteriores por parte de Viviana hacia su exmarido y padre de sus tres hijos.
El violento hecho ocurrió el lunes en una vivienda de barrio Jardín
"Mi hermano la amaba"
Jésica (29) y Natalia (39) Pereyra, hermanas del acusado, este jueves concurrieron a los tribunales locales donde aguardaban entrevistarse con el fiscal Bernardo Alberione para conocer cuál es la situación procesal del imputado.
Se mostraron muy consternadas. "Me encuentro muy conmocionada con lo ocurrido, mi hermano sufrió mucho de niño, se dio este desenlace que nadie lo esperaba, yo como hermana lo adoro pero creo que Dios sabe por qué pasan las cosas y ahora deberá esperar lo que decida la Justicia", expresó Jésica.
Señaló además que Pereyra se encontraba sin trabajo y con apremios económicos. "Se habían separado hace seis meses por eso estaba viviendo en la casa de mi hermana Natalia en donde recibía contención. Se encontraba muy solo, hace un año aproximadamente fallecieron nuestros padres, siempre fuimos muy unidos y en este último tiempo lo veíamos raro, mal porque no estaba con ella".
Sobre la víctima, dijo: "De ella no tengo nada que decir, solo que él la amaba, que él quería ver a sus hijos en otra casa, esperaba encontrar un trabajo para poder brindarle un hogar digno".
"Se siente arrepentido"
Ese lunes "por la mañana lo vi muy tranquilo, luego de almorzar se retiró a descansar, cuando me levanto, me pide la moto para salir, se va y escucho que regresa, allí se vuelve a acostar, habrán transcurrido unos 15 minutos cuando comencé a escuchar las sirenas de las ambulancias y la policía, allí me levanto y voy a ver si estaba acostado pero no estaba en su dormitorio", narró Natalia.
Las mujeres pudieron tomar contacto con su hermano en el Hospital. "Se tomaba la cabeza y lloraba, se sentía arrepentido de lo que había ocurrido", aseguraron.
El caso
Viviana fue brutalmente atacada de siete cuchilladizos por su expareja cuando llegó a su domicilio de avenida Caseros al 1600, en barrio Jardín, luego de radicar una nueva denuncia en su contra.
Sobre Pereyra, quien la venía hostigando y amenazando de manera constante, pesaba una prohibición de acercamiento que no cumplió.
La detención de esta persona fue gracias a la intervención de vecinos que evitaron que continuara hiriendo a la mujer y que se diera a la fuga.
El hombre permanece alojado en la cárcel de nuestra ciudad y a causa de las secuelas que le dejaron los golpes que le dieron vecinos para salvar a Viviana deberá ser intervenido quirúrgicamente, por lesiones en las manos.