“Viejo es el viento y sigue soplando”
Germán Sciutto, cerca de los 42 años, se sumó al Osimo de Italia con ganas de jugar y comenzar importantes proyectos.
Próximo a cumplir 42 años de edad -marzo de 2020- y con una extensa carrera deportiva sobre sus espaldas, sigue poniendo sus energías en lo que le da placer, jugar al básquet, lo que a la vez lo mantiene vigente y en plenitud, como para no diagnosticar su retiro de la actividad por el momento.
Es por ello que desde hace unos días volvió a Italia, dieciseis años después, para sumarse a las filas del G.S. Robur Basket Osimo, equipo que milita en la Serie C, acuñando muchos proyectos. Germán Sciutto en comunicación con LA VOZ DE SAN JUSTO se mostró entusiasmado con su nueva etapa y dejó en claro su intención de no largar. "Viejo es el viento y sigue soplando", dicen el refrán.
-Volviste a Italia...¿Fue muy tentadora la oferta económica?
-Volví a Italia porque en la Argentina no había grandes propuestas, la verdad que tuve una gran chance de quedarme en Olímpico para jugar la Liga Nacional pero completaron el cupo de mayores cubriendo otro puesto que necesitaban, así que bueno, al no convencerme otros clubes, decidí venir aquí donde era imposible que me igualen lo que me pagan.
La otra era esperar hasta enero con propuestas poco confiables, pero cómo me siento en gran forma no quise hacerlo, pero la decisión la consulté con mi señora y mis hijos. La parte económica siempre es tentadora en Europa, pero más allá de todo vine con el objetivo de abrir puertas para cuando me canse de jugar, no tenga más ganas, por el tema de desarrollarme como entrenador.
-¿Con qué objetivos llegaste al Osimo?
-Llegué con el propósito de llevar al club lo más arriba posible, aportándole toda mi experiencia, siempre poniéndome la vara bien alta, siempre fue así. Tengo cuatro meses como mínimo de contrato con Osimo, que se pueden extender un poco más por el tema de los play off.
Es un club nuevo, hace tres años que empezaron y tienen un gran proyecto, así que estoy ayudando y por ahí hay chances de quedarme y armar un proyecto con mi familia acá, quiero ver eso.
-Irte tan lejos implicó un sacrificio que aquí no hubiese sido tanto...
-Irme lejos implica un sacrificio muy grande a nivel familiar más que todo, porque en lo personal, al ser mi trabajo y es lo que amo hacer, uno se hace más fuerte. Pero sin dudas los que sufren un poco más son mi señora, mis hijos, por eso el sacrificio es conjunto. Claro que de haberme quedado en la Argentina el sacrificio iba a ser menor.
Pero esto ya lo había hablado hacía unos meses con mi señora y con un representante italiano de venir acá para hacer un proyecto en el día de mañana, de quedarnos a vivir, pero bueno, todo depende de cómo se vayan dando las cosas de acá en adelante.
-¿Qué sacaste en limpio de tu participación en Olímpico en la Liga Sudamericana?
-Lo de Olímpico fue tremendo, faltó salir campeones porque llegamos a la final para que fueras excelente. Jugar un torneo internacional fue un desafío muy grande, era lo que le faltaba a mi carrera. Tenía 15 minutos en cada partido en donde no solo tenía que meter goles sino hacer cosas para el equipo, y creo que cumplí porque el entrenador pensó en que la ficha mayor que le sobraba era para mí.
-¿Estar en Italia es un "volver a vivir"?
-La verdad que me encanta Italia, el estilo de vida que tiene, tengo muchos amigos acá y eso te motiva a volver a trabajar cómo cuando tenía 25 años.
-Cerca de los 42 años, cuando muchos ya miran el retiro vos no querés largar, vas a seguir hasta que el cuerpo aguante?
-Mirá, no pienso en que quiero jugar o que voy a cumplir 42, muchos se admiran y me dicen que no represento la edad que tengo, yo entreno, me sacrifico, mi familia también, trato de hacer mi trabajo, de hacer lo que me gusta. Tengo un cuerpo que lo mantengo día a día, no descanso, trato de ser profesional todo el tiempo por eso sigo.
Voy a seguir hasta el día que tenga ganas, no hasta que el cuerpo me dé porque tampoco quiero castigarlo porque seguramente me pasará factura más adelante. Seguiré hasta que tenga ganas, no tengo lesiones graves, me cuido, trato de estar perfecto.
-¿Pero la despedida podría producirse allí?
-No te puedo decir cuándo me voy a retirar, pero sí te puedo asegurar que voy a seguir entrenando para estar mejor día a día, por supuesto que no soy un chico de 25 o 30 años con la potencia que tenía antes, pero tengo otras virtudes que los entrenadores siguen buscando que es confianza, sacrificio, lealtad, compromiso, experiencia. Además ahora soy más pensante.
Sigo trabajando, el básquet es lo que me gusta, no pienso en la edad que tengo y eso que muchos me lo hacen saber, algunos con humor que es lo que me hace reír pero otros no tanto y es lo que me motiva más para seguir.