Un shopping popular al aire libre
LA VOZ en Montevideo: recorrimos Villa Muñoz, popularmente conocido como Barrio de los Judíos, un shopping al aire libre en un sector pintoresco de la capital uruguaya.
MONTEVIDEO (Enviado especial).- Se llama oficialmente Villa Muñoz, pero se lo conoce popularmente como Barrio de los Judíos, porque en su origen fueron esos inmigrantes quienes le dieron forma a lo que hoy es un shopping al aire libre en un sector pintoresco de la capital uruguaya.
Comparable al barrio de Once en Buenos Aires, esta zona ofrece una gran variedad de productos textiles, de librería, tecnológicos y de juguetería al precio más bajo que se puede encontrar en Montevideo. Por eso, es un paseo obligado para quienes quieren ahorrar a la hora de hacer compras. Incluso funciona ya como un centro mayorista.
Además, es un buen plan para pasear si la tarde acompaña. Ayer, por ejemplo, el sol levantó la temperatura para la siesta y caminar por sus intrincadas callecitas se hizo agradable.
En la década del 60, el sector de tiendas no abarcaba más de 3 cuadras y sus comerciantes eran en un 95% judíos. Hoy, son más de 10 cuadras que traspasan los límites oficiales del barrio y hay menos de 15% de judíos.
La calle Emilio Reus tiene una cuadra peatonal, con bancos en el medio, como para hacer un descanso si la vuelta se hizo larga. Allí, las casas están pintadas de diferentes colores, con un estilo que recuerda al de Caminito en La Boca.
Los comerciantes cuentan que en un tiempo se consideró el principal centro mayorista del país. Sin embargo, hoy el movimiento se redujo ya que muchos prefieren viajar a La Barra del Chuy, una especie zona franca en el límite con Brasil, a Brasil mismo o a Chile, donde consiguen mejores precios.
No faltan los puestos de comidas al paso. Los más solicitados: tortas fritas, panchos y hamburguesas.
En cuanto a los productos más solicitados se destacan las tiendas de ropa, en particular los que venden lencería y vestimenta para niños. En tecnología, los negocios de celulares son los más concurridos y la estrella de hoy es el spinner.
En las veredas, los puestos de africanos son los que más proliferan. Todo transcurre en una extraña armonía: no hay amontonamientos como puede haber en Once o Flores, sus equivalentes porteños.