Un relator en la mesa de control
El relator cordobés Marcelo Zampetti integra la delegación de Racing de Nueva Italia en la que cumple la función de delegado. Otro ilustre visitante de la 43º edición del Nacional de baby fútbol.
Como es su costumbre, el Nacional se nutre de historias simples pero no carentes de profunda sensibilidad, como también depara algunas sorpresas con la llegada de sus numerosos visitantes, un condimento extra que sirve para realzar aún más el brillo de esta gran fiesta del fútbol infantil. Y esta 43º edición no es la excepción.
Por una semana dejó a un lado el micrófono, auriculares y se bajó de la cabina de transmisión, su "zona de confort". Igualmente sigue ligado a su pasión que es el fútbol pero desde otro rol, incluso muy cerca de la línea de cal para vivir una sensación diferente y seguramente irrepetible.
Es que Marcelo Zampetti, uno de los principales relatores de la ciudad de Córdoba, se encuentra integrando la delegación de Racing de Nueva Italia cumpliendo la función de delegado y acompañando a su hijo Lucas, una experiencia que definió como "única".
-Volves al Nacional luego
de un situación traumática vivida hace unos
años con tu hijo más grande..
-Fue en el año 2013 y nos alojó la gente de Barrio Jardín, igual que ahora. Vine con mi hijo Marcelo -categoría 1999- que es arquero y también con Racing. En ese entonces tuvo mucho dolor de estómago en un partido, y pensamos que había sido algo que había comido porque acá siempre te atienden maravillosamente que le dan hasta demás.
Entonces se lo internó en el Hospital Iturraspe, luego se lo trasladó al Sanatorio Argentino y de ahí a Córdoba a la Clínica del Sol donde fue operado con pronóstico muy reservado. Fue una operación de vida o muerte -peritonitis- y de milagro, porque Dios es muy grande, somos muy creyentes, a los tres días tuvo una recuperación asombrosa por lo que salió de terapia intensiva y a la semana le dieron el alta. Actualmente ataja en la primera local de Instituto.
Esa fue la experiencia como padre porque a San Francisco he venido un par de veces a relatar partidos que equipos cordobeses jugaron ante Sportivo Belgrano.
Y ahora vuelvo con Lucas alias "Puyol", categoría 2006, y también con Racing, club del que soy hincha y lo admito sin misterios aunque por eso tuve problemas en muchas canchas de Córdoba. En la familia somos todos hinchas de Racing.
-Estás colaborando con la delegación...
-Necesitaban que alguien les diera una mano con el tema del cronómetro y las planillas, y me preguntaron si podía ser delegado. Claro que vengo como papá pero no me podía negar a colaborar.
Estoy acostumbrado porque en las inferiores de Racing con un grupo de papás, siempre estamos pendientes de ayudar en lo que se pueda porque nos gusta mucho el fútbol y como cualquier papá queremos que nuestros hijos se sientan cómodos.
Después si en un futuro siguen la carrera futbolística para mí sería solo una cuestión anecdótica, en cambio sí me gusta que estudien y hagan deporte que los aleja de muchos vicios que tiene la sociedad.
-Una función en la que experimentas nuevas sensaciones...
-Mira, el otro día mi amigo y gran relator, José Mare a quien conocí en un curso porque doy clases en una facultad de Córdoba, transmitió el partido de Racing, entonces quería estar pendiente de la transmisión porque a cualquiera que está en esta profesión nos gusta escuchar el relato, y no lo podía hacer desde la mesa de control. Me desesperaba.
A mí me gusta estar en una cabina de transmisión, ahí soy feliz. Hoy en día trabajo en el programa Córdoba Deportiva que sale por aire en Radio Universidad y por Canal 10, pero si me das a elegir me quedo dentro de una cabina y relatando fútbol.
-Esto de compartir una competencia con tu hijo se trata de una hermosa experiencia...
-No sé si a mi hijo le debe gustar mucho, porque creo que a él le incomoda que esté tan cerca, pero para mí es una sensación única, muy lindo aunque debo estar callado porque a veces soy muy gritón pero sin faltarle el respeto a nadie.
-¿Qué impresión tenes del campeonato?
-La impresión que tengo es fantástica. Cuando vine con Marcelo, se despedían las categorías '99 y 2000, por lo que hubo el doble de equipos, además los chicos jugaron en la jornada inaugural y la cancha estaba llena, algo que no había vivido nunca.
Después me llamó la atención la cantidad de público que había en cada fecha y también la cantidad de medios transmitiendo, después leía LA VOZ DE SAN JUSTO y me encontraba con fotos, comentarios, estadísticas, notas y llamaba la atención de cómo se vivía el baby. Y también como la ciudad se preparaba para el evento.
Y cinco años más tarde vi lo mismo, es una sensación divina, pero todo mucho más profesionalizado, la ciudad más grande y unida detrás del torneo. Me saco el sombrero y tengo que felicitar a San Francisco, a los medios de comunicación por el seguimiento, por ejemplo, el otro día abrí el diario y vi la foto de mi hijo, son cuestiones que te llaman la atención por la gran cobertura.
-¿Te gustaría dejar algún mensaje?
-A los chicos decirle que se trata de solo un juego, que más allá del resultado puedan estrechar lazos de amistad y disfrutar de un evento que siempre recordarán. Y a la dirigencia que sigan sosteniendo esta organización en la que no he visto visuras y eso que conozco torneos desde los más chicos hasta primera división.
La verdad que no tienen que envidiarle nada a nadie, cuando le cuento a amigos les digo imagínense un mundial disputado en San Francisco. Hay que felicitar a los padres y clubes de la manera que presentan cada cancha.
Todo me parece fantástico sin olvidarse de la parte formativa que también está muy bien. La verdad que es para aplaudir a la gente de San Francisco, autoridades, dirigentes de la Liga, clubes y padres de la forma en que se preparan cada año para recibir a las distintas delegaciones.
Marcelo, acompañado de su esposa Laura, en una suerte de mini vacaciones llegó a nuestra ciudad para seguir disfrutando de su deporte favorito, esta vez dando una mano al club de sus amores en la función de delegado, pero quizás también para "sus adentros" poder narrar alguna mágica jugada de Lucas como gritar muchos goles de un Racing que se da el lujo de contar con relator propio aunque en la mesa de control.