Un regalo “millonario” para Pilín
Oriundo de Colonia Valtelina pero radicado hace 14 años en Porteña, César Bianciotti, más conocido como "Pilín", pisó por primera vez, a sus 80 años, el Monumental, un sueño que le cumplió su familia como regalo de cumpleaños.
Por Vanina Panero
Fanático de River Plate, César Bianciotti, más conocido como "Pilín", cumplió el pasado 14 de febrero sus 80 años y recibió un gran regalo de parte de su familia: conocer el estadio Antonio Vespucio Liberti, conocido popularmente como el Monumental y recorrer cada uno de sus rincones, un sueño que tenía de toda la vida.
Pilín es oriundo de Colonia Valtelina pero desde hace 14 años reside en Porteña donde tiene- junto a sus hijos Julio César y Luciana- una empresa agropecuaria. Además es socio de la firma Port-Pla, dedicada a la venta de maquinaria agrícola.
Apasionado por el fútbol, su familia decidió hacerle este original regalo ya que nunca antes había tenido la posibilidad de estar en el club de sus amores. Así fue como, días previos a su cumpleaños, viajó a la ciudad de Buenos Aires, al barrio porteño de Belgrano para recorrer el estadio y pisar el verde césped donde jugaron las máximas glorias del fútbol argentino.
Cada momento vivido quedo grabado, no sólo en la memoria de Pilín sino también en un video que fue realizado y editado por el sanfrancisqueño Roberto Peralta, también fanático del "millo", que acompañó a Bianciotti y a su hijo Julio César.
Pero eso no es todo, la alegría se completó con una gran fiesta organizada por el propio cumpleañero que congregó a casi 300 personas en la localidad de Porteña.
Todos hinchas de River. Acompañado de su hijo
Julio, y sus amigos Lidio y Roberto, César vivió una jornada inolvidable
Pisar
la cancha y ponerse
el manto sagrado
"Realmente no me lo esperaba, nunca pensé que mi familia podía pensar en un regalo tan emocionante para mí y a esta edad", señaló Bianciotti en una entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO.
"Siempre soñé con conocer la cancha. Hace muchos años viajé a Buenos Aires pero no se dio la oportunidad de ir al Monumental. A River lo vi jugar en dos ocasiones, pero en otros estadios de fútbol", manifestó Pilín.
Durante su recorrida pudo conocer todas las instalaciones del Monumental pero sin dudas aseguró que el momento más emotivo fue "cuando pisé la cancha y pude tocar el césped, una experiencia que nunca voy a olvidar en la vida".
Además pudo conocer cada rincón del estadio, las tribunas, palcos, vestuarios, el museo, sitios donde recordó no sólo la historia del club sino los hitos más importantes del país en cada década.
Pero eso no fue todo. El club también participó y le dio un obsequio: la camiseta del "millo" firmada por los jugadores del equipo, con la leyenda plasmada en su espalda "Felices 80 Pilín".
"Cuando recibí la camisera autografiada con esta especial dedicatoria no pude contener las lágrimas, realmente mi alegría fue completa", comentó Bianciotti.
El momento más emotivo: Pilín recibió la camiseta autografiada por los jugadores con una dedicatoria especial
Consultado sobre la iniciativa de este
regalo, su esposa Ana contó que "mi hijo Julio también es fanático de River y
sabía que su papá nunca había tenido la oportunidad de ir a la cancha, por eso
se le ocurrió cumplirle este sueño. Habló con Lidio Festa, quien hizo la conexión
con el club para concretar esta recorrida".
"Pilín no sabía nada- agregó su esposa- se lo dijimos unos días antes de su cumpleaños cuando le entregamos un pergamino donde decía que se lo invitaba a recorrer el estadio".
"Cuando recibí la camisera autografiada con esta especial dedicatoria no pude contener las lágrimas, realmente mi alegría fue completa".
Apasionado
por el
fútbol
César mira todos los partidos. Inclusive los de otros equipos, entre ellos el clásico rival de toda la vida: Boca Juniors.
"Miro todos los partidos, no sólo los de River; los de Boca también, y sufro cada vez que veo jugar a mi equipo", aseguró el porteñense.
Si bien no pudo ver a ningún jugador durante su visita al estadio, Pilín ya había tenido la oportunidad de conocer a exjugadores como Amadeo Carrizo, Patricio Toranzo y Radamel Falcao, quienes en alguna oportunidad visitaron Porteña. El primero ya retirado de las canchas y una de las glorias máximas del club, y los otros dos en actividad hoy aunque hoy vistiendo otras camisetas.
A uno que conoce muy bien es a Marcelo Barovero, más conocido como "Trapito" exarquero de River, quien compartió su infancia y adolescencia junto a su hijo Julio César. "Marcelo (Barovero) es amigo personal de mi hijo y sin dudas el orgullo del pueblo", manifestó Bianciotti".
Recuerdo para toda la vida. Cada momento de su paso por el Monumental quedó registrado en un video
Su paso por el Club de Valtelina
Por otro lado, César aseguró que la pasión por el fútbol ya viene de familia, siendo que sus padres y abuelos le inculcaron este deporte. De hecho, siguiendo con la línea de sus familiares mayores, durante su juventud, Pilín se ocupó de que Valtelina tuviera siempre un buen equipo de fútbol, ganador de varios campeonatos y compartió con equipos de primera división de la zona en diversas ligas de la región. Participó como jugador, director técnico y directivo del Club Independiente Valtelina.
También tuvo su participación en lo social. Con buena disposición formó parte de distintas comisiones y consejos directivos de casi todas las instituciones del pueblo y algunas de la zona.
"Cuando recibí la camisera autografiada con esta especial dedicatoria no pude contener las lágrimas, realmente mi alegría fue completa".
Con espíritu emprendedor
Pilín nació el 14 de febrero de 1938 en el pequeño paraje de Villa Valtelina, luego convertido en colonia. Allí pasó más de la mitad de su vida (65 años). Conoció y se casó con Ana (actualmente docente jubilada) y tuvo dos hijos: Julio César y Luciana, con quienes administra hoy una empresa familiar.
Julio es ingeniero agrónomo y se encarga del asesoramiento técnico, siendo que su hija (abogada y escribana) se ocupa de la parte administrativa y contable.
Pero no todo fue tan fácil en su vida. Las distintas actividades llevadas a cabo por su padre, no lo hicieron ajeno a todo ello participando de ellas como en la fabricación de jabón, de pinturas, elaboración de quesos, mermeladas y dulce de leche, acopio de cereales y chofer de camiones.
Al fallecer su progenitor, a muy temprana edad, debió hacerse cargo de todos los negocios de la familia. Contando tan sólo con 24 años y junto con su hermano Josán iniciaron una nueva etapa de labor: con una quesería en marcha, acopio de cereales y transporte de carga, debieron enfrentar el desafío que se les presentaba.
En el año 1975, la sociedad con Josar se disolvió, su hermano se radicó en Porteña y César se abrió camino como productor agropecuario.
Siempre con su carácter tranquilo y optimista, emprendedor y luchador, logró conformar junto a su esposa e hijos dos empresas familiares que actualmente son el sostén de la familia.
Organizador de su propia fiesta
Si bien Pilín tuvo el mejor regalo de parte de su familia, él mismo organizó su fiesta de cumpleaños que contó con 300 invitados y a la cual sólo faltaron unas 15 personas.
"Pude compartir un momento inolvidable junto a toda mi familia, amigos, clientes y no faltó nada".
Durante el festejo se proyectó además un video que realiza un repaso de su vida.
"Si tuviera que pedir otro deseo a Dios le pediría que la vida me dé un poco más, unos años más para hacer otra fiesta", dijo sonriente.