Un merendero, el motor de su fundadora para recuperarse de un grave accidente
"Me cuesta creer que esté con vida luego de lo que me ocurrió. Se ve que Dios quiere que siga trabajando por los que más lo necesitan", aseguró Stella Almada, del comedor solidario "Los Peke's", de barrio La Milka.
"Las pequeñas cosas son las responsables de los grandes cambios", señala el novelista brasileño, Paulo Coelho. Y sin dudas, esto es lo que identifica a Stella Almada que creó el merendero solidario "Los Peke's" para chicos del barrio La Milka en San Francisco.
Stella Almada será trasladada el martes al Hospital Domingo Cullen de la ciudad de Santa Fe donde afrontará una cirugía facial que repare las lesiones que sufrió en un accidente de tránsito.
A pesar de las dificultades, no deja de ayudar a los que menos tienen. Mientras ella permanece internada recuperándose de las heridas que sufrió al chocar la motocicleta que conducía con un camión días atrás en la esquina de Antártida Argentina y Olegario Andrade, asegura que muchas personas se acercaron al comedor para colaborar.
Comedor Los Peke's.
Desde una habitación del internado del Hospital "J. B. Iturraspe", Stella Almada vía telefónica habló con LA VOZ DE SAN JUSTO y contó su versión del accidente. "Veníamos por Antártida Argentina, venía con Maru y al llegar a Olegario Andrade vemos el camión, su chofer aparentemente venía hablando por teléfono, no es mucho lo que recuerdo, sé que caí y a partir de allí no recuerdo más nada", relató.
A causa de la violenta colisión, Stella sufrió fracturas en el costado derecho del rostro, además, "quemaduras en la espalda, al pierna derecha, la muñeca izquierda, entre otras, además golpes en la zona del pecho".
"Me cuesta creer que esté con vida luego de lo que me ocurrió. Estoy toda dolorida, me están inyectando morfina para poder soportar los dolores. Espero salir bien de la operación en Santa Fe para poder seguir con mi comedor en el barrio La Milka", dijo la mujer y confesó que siente alivio por no tener que pasar por la Terapia Intensiva: "Se ve que Dios quiere que siga trabajando por los que más lo necesitan".
Pese al accidente, el comedor comunitario que fundó siguió trabajando normalmente, "con las chicas que habitualmente colaboran conmigo. Espero recuperarme pronto, en el estado en que quedé todos me dicen que tuve un Dios aparte", indicó.
La joven que la acompañaba en la moto resultó con lesiones de carácter leve, solo unos golpes en la cadera. "La que llevó la peor parte fui yo. Le agradezco a todos los que se han acercado al merendero para colaborar e interesarse por mi estado de salud", expresó Stella.
Y contó que días pasados, un voluntario anónimo "nos dejó 2.000 pesos para gastos. Para mí no quiero nada, porque aquí en el Hospital Iturraspe estoy muy bien atendida pero sí pido que no dejen de ayudar al merendero".