Un locro “sustancioso”
El plato más argentino tuvo un día especial. Lo disfrutaron los vecinos en su casa pero también se convirtió en el salvavidas de muchos del rubro gastronómico.
Sin ollas ni haciendo colas igualmente se sirvió en las mesas de los trabajadores sanfrancisqueños. En formato delivery entregados bien envueltos en papel film antiadherente dentro de bandejitas plásticas o potes de telgopor como los que se usan para el helado.
La cuarentena por el coronavirus impactó en la forma de vivir de todos los argentinos, quienes debimos cambiar y dejar hábitos como son el juntarnos y reunirnos para las celebraciones. Por esta pandemia que afecta a todo el mundo, la conmemoración del Día del Trabajador de este año fue distinta sin encuentros con nuestros compañeros en clubes, salones o sedes gremiales. En cambio, la pasamos solos o con las familias en nuestra y casas.
En La Toscana, Julián Sirito reconoció que la venta de locro ayuda a pagar las cuentas
Pero algo que no fue modificado fue la elección del menú. El locro, ese plato típico argentino que a la mayoría les encanta, se convirtió en el símbolo de unión de todos tanto de los consumidores que apostaron a comprarlo como los representantes del rubro gastronómico que encontraron en esta comida el "salvavidas" para afrontar la crisis que atraviesa el sector.
Restaurantes, rotiserías y clubes apostaron a este clásico argentino para salir adelante y pagar al menos algunos de los tantos servicios como el gas y la luz.
"El locro es un plato con historia, es el más típico del país y cada uno tiene su forma de realizarlo. Es masivo, se consume durante todo el año pero en esta fecha tiene buena salida. Es un plato que reivindica las costumbres de los consumidores argentinos", dijo Julián Sirito que ayer elaboró 150 porciones de locro en su rotisería La Toscana en barrio Catedral.
Diego Scarello de Hawk Resto Bar también se sumó a la modalidad delivery
Una opción para volver
En el caso de la rotisería y el restaurante, ambos hicieron la misma cantidad de porciones; pero en el caso del club, fue la oportunidad de reabrir su comedor luego de cerrar sus puertas por un mes y medio.
"Era un momento para aprovechar el regreso ante la falta de instituciones educativas y deportivas que lo hagan o de eventos solidarios que lo elijan como una opción para recaudar fondos. Nosotros, con todas las habilitaciones municipales correspondientes nos sumamos a la locreada pero le buscamos la vuelta con el delivery", expresó Iván Bagnasco.
En el Club Vélez Sarsfield, las porciones salieron en envases de telgopor como se usan habitualmente para el helado, envueltos en film antiadherente y con pancitos en bolsita de papel.
Hawk Resto Bar, un clásico restaurante, el delivery también fue la opción aunque no poder decorar el salón como lo hizo habitualmente Diego Scarello, le da cierta nostalgia: "Solíamos decorar el salón con detalles típicos pero ahora no lo podemos hacer".
Ganancia y salvataje
Las porciones se pudieron conseguir entre 180 y 220 pesos. Algunos acompañados con pan y otros, ya con promociones de empanadas; se podía pagar el doble pero accesibles para los tiempos que corren, siendo principio de mes y muchos sin haber cobrado o con la incertidumbre y recibirán su salario.
"El locro no tiene un costo elevado de hacer porque no lleva insumos caros y además, no resulta caro para el consumidor", dijo Sirito.
Con una ganancia positiva y respetando el bolsillo del consumidor, lo recaudado de la compra en muchos casos servirá para pagar algún servicio o salvar el día de trabajo de los empleados, que bien se sabe, el locro no se hace tan rápido como las papas fritas y se comienza su elaboración la noche anterior a la venta. "Unas 100 porciones es una buena venta para un local. Esto te permite pagar la luz o el gas que es lo que más gastamos, pero no te salva el mes", manifestó el dueño de La Toscana.
"Es un ingreso para pagarle a los empleados y salvar los costos. Hay que recordar que aumentó un 20% el costo de los insumos, principalmente la carne", afirmó Diego Scarello.
El Club Vélez Sarsfield aprovechó esta fecha y reabrión sus puertas con delivery
Juntos a la mesa
"El locro, ante la situación que estamos en medio de una pandemia, está bueno porque al ser un plato que comen ricos y pobres en cualquier punto del país, nos une. Todos los que hacemos locro sabemos que estamos uniendo a la gente", reflexionó Sirito.
Y no solo con el vecino, con la misma familia que hoy la encuentra separada y lejos de compartir la misma olla. "Fue una locreada más individualista. Cada uno en su casa y sin romper la cuarentena", afirmó Scarello.