Un libro muestra la variación de los precios durante las dos últimas década
Los alumnos del Instituto Pablo VI realizaron un seguimiento de productos de la canasta básica en función de los precios que tuvieron en San Francisco durante los últimos 20 años.
Un grupo de exestudiantes del Instituto Pablo VI, que finalizaron sus estudios en 2017, realizaron un relevamiento de precios de los productos de la canasta básica en San Francisco durante las últimas dos décadas, volcando los resultados en el libro "El precio de la historia".
El trabajo fue realizado en el marco de la materia Gestión de las Organizaciones Sociales, a cargo de la profesora Fernanda Canavesio, y participaron Agustín Vecchhiet, Nicolas Poppino; Bruno Scarafía; Julián Bertoli; Agustín Aróstegui y Esteban Cortez.
En la primera etapa de investigación seleccionaron fascículos de supermercados de la ciudad donde aparecían productos y precios. Con la selección realizada se avocaron al estudio económico del índice de precios y cálculos de la inflación.
En un primer momento describieron los productos de la canasta básica y después realizaron los promedios anuales por elemento según su variación numérica. Posteriormente compararon todos los datos.
El período estudiado abarca 20 años entre 1997 y 2017 y el material de trabajo fueron distintos folletos de ofertas en supermercados. A partir de allí armaron la canasta básica, compararon precios y los promediaron. Luego armaron la estructura y lo volcaron en el libro que donaron al AGM.
"Ellos dividieron el libro en cuatro períodos de cinco años. En cada lustro ubicaron el contexto histórico, el presidente, el ministro de Economía e intendente local. Y al final la tabla donde se indica la variación de precios, ahí figura el promedio anual y la comparación.
Todo el trabajo demoró un año. Es un fascículo pequeño donde hacen ese análisis; por ejemplo, la lata de arvejas empezó en 0,30 centavos y terminó en 8 pesos", describió la profesora.
Los estudiantes hicieron diez copias del fascículo con su análisis y uno de ellos fue donado al AGM donde empezó todo
El trabajo
A principios del 2017 y mientras cursaban sexto año - división "C" - la profesora Canavesio les presentó a sus alumnos una forma diferente de aprender. La tarea implicaba llevar adelante trabajos en una organización social y encontrar un problema en el cual pudieran colaborar para su solución.
Estos seis estudiantes - que confeccionaron el libro - eligieron concurrir al Archivo Gráfico y Museo de la ciudad (AGM) para ofrecerse a colaborar. Con Arturo Bienedell como guía en la institución, en el aula con el equipo docente y su propio instinto encontraron un problema metodológico al cual abordar.
Su actividad inicial era ayudar en el AGM originariamente y de ahí surgió la idea de analizar fascículos de los supermercados locales y comparar los precios de los productos de la canasta básica a lo largo de 20 años.
En un primer momento los seis chicos ordenaron recortes de diarios que están en el AGM y allí surgió la idea de estudiar los niveles inflacionarios en los productos de la canasta básica en la ciudad y fijaron como período de tiempo los últimos 20 años, es decir, entre 1997 y 2017.
Aprendizaje
Como docente, Canavesio también se enfoca en una manera diferente de aportar conocimiento a sus alumnos en la cátedra: "Nosotros no intervenimos, solo somos orientadores. Ellos hicieron todo solos pero ante una duda los ayudamos para que sepan con quien hablar y a esto se remite la intervención docente".
Canavesio está en este rol hace cuatro ciclos lectivos y afirma que aprende a dejar que los chicos se planteen las metas y que es una forma de "no perder interés en el proyecto y que sea significativo para todos".
En grupo
De los 41 estudiantes que había en Sexto "C" - orientación Ciencias Sociales - los distintos equipos eligieron instituciones de nuestra ciudad para trabajar.
"Todos tenían objetivos de difusión o solidarios pero estos chicos eligieron hacer un libro y un análisis de la canasta básica donde tomaron varios folletos de supermercados de la ciudad e hicieron el promedio de cada año y luego fueron comparando entre 1997 y 2017", describió la profesora.
Algunos eligieron al Grupo Lucía donde según comentó la profesora: "hay chicos que van a seguir trabajando este año"; otros realizaron actividades de difusión en el club Tiro y Gimnasia. Otro equipo realizó una colecta de útiles y donaron los elementos a un merendero en colaboración con el Centro Cultural y Biblioteca Popular.
También hubo proyectos de comunicación de actividades en el Centro Urbano de Expresión Moderna (Cuem), "Sabores Culturales" que se enfocó en las colectividades y algunas chicas se avocaron a trabajar en la Residencia Infanto Juvenil, donde hicieron murales que se van a plasmar cuando terminen de refaccionar el lugar.