Trigo cordobés en buen estado pero en alerta por falta de agua y roya
Casi la totalidad del cereal implantado en la provincia se encuentra en estado bueno a excelente. No obstante, la ausencia de lluvias y el crecimiento de plantas afectadas por plagas y enfermedades enciende un alerta para el trigo.
El 98 % del trigo sembrado en Córdoba se encuentra en estado óptimo pese a que ya se han detectado ataques de plagas y enfermedades, de baja a media incidencia, y eventos de estrés hídrico y térmicos. Así lo revela el último reporte de cultivos invernales que dio a conocer la Bolsa de Cereales de Córdoba.
Según los datos aportados por la Red de Colaboradores de la entidad bursátil las 1.628.100 hectáreas sembradas se encuentran en pleno macollaje y con el 98% los lotes de estado general entre bueno y excelente.
No obstante, la entidad bursátil advierte que si no llegan lluvias, la situación podría complicarse en las próximas semanas.
"Al 10 de agosto, la reserva de agua útil del suelo se encuentra entre condiciones de sequía y 50% de su capacidad. Esto no impacta de forma negativa en el estado de los cultivos, pero de continuar esta situación en las próximas semanas, podría afectar su crecimiento y desarrollo", señala el informe.
Si bien la incidencia de plagas y enfermedades todavía no es alta, van creciendo los reportes de plantas afectadas.
El pulgón puede producir muerte de plántulas
Enfermedades y plagas
En cuanto a plagas y enfermedades, los mapas muestran la distribución de reportes de mancha amarilla (Drechslera tritici-repentis), roya amarilla (Puccinia striformis), roya anaranjada (Puccinia triticina) y pulgón verde (Schizaphis graminum) y amarillo (Metopolophium dirhodum) por localidad. En general la incidencia es entre baja a moderada dependiendo la susceptibilidad de la variedad.
El pulgón puede producir muerte de plántulas, mientras que las enfermedades son de moderada a alta importancia, pudiendo ocasionar pérdidas de rendimiento, menor llenado de granos y pérdidas de calidad.
Los mapas muestran la distribución de reportes de mancha amarilla
Monitoreo en el centro norte santafesino
Los productores agrícolas del centro y norte de la provincia de Santa Fe intensificaron en los últimos días los monitoreos ante el incremento de pústulas de roya, una enfermedad que afecta los tallos, las hojas y los granos de trigo.
El informe semanal que confeccionan el Ministerio de la Producción de la provincia y la Bolsa de Comercio de Santa Fe señala que se notó un aumento de la presencia de pústulas de roya amarilla o estriada (Puccinia striformis), roya de la hoja o anaranjada (Puccinia recondita) y la presencia de mancha amarilla (Drechslera tritici-repentis).
Se trata de la consecuencia de ciertas condiciones ambientales, como temperaturas medias diarias de 10 a 15 grados, días ventosos, elevada humedad y rocíos fuertes.
Ante esa situación, "la premisa fue la intensificación del monitoreo de los cultivares, para una acción rápida y eficiente de las aplicaciones correspondientes, siendo éste un factor muy importante y clave de manejo", indica el informe.
No obstante, un 95% del cultivo se encuentra en estado bueno a muy bueno, con lotes excelentes; un 3% en estado bueno a levemente regular, y un 2% en estado regular, con cultivares que continuaron su crecimiento y desarrollo sin inconvenientes, con buena a muy buena disponibilidad de agua útil en los suelos y temperaturas medias a bajas.
El trabajo da cuenta además de la parte final de la cosecha del maíz tardío o de segunda, que esta semana llegó al 96% de la superficie sembrada, que fue de 95.500 hectáreas.
De todas formas, las tareas se desarrollaron con lentitud debido a los porcentajes de humedad ambiente y de grano, que fueron superiores a los de la semana anterior.
Cuando queda por trillar un 4% del cultivo, los rendimientos han variado de acuerdo con la zona: en los departamentos del sur fluctuó entre 70 a 80 quintales por hectárea; disminuyó en los departamentos del centro hasta 55 y 70 quintales; en tanto en los sectores situados más al norte hubo rindes de entre 35 y 45 quintales por hectárea.
Finalmente, el informe señala que el proceso de siembra del girasol avanzó a buen ritmo por las buenas condiciones ambientales, con perfiles de suelo cargados de agua útil y temperaturas relativamente adecuadas para la germinación.
Sin lluvias
La red de colaboradores del Departamento de Información Agronómica nos reportó que los cultivos acusan estrés hídrico en la mayoría de los departamentos de la provincia.
Esto se ve reflejado en las reservas de agua útil en el suelo. Al 10 de mayo se encontraban entre un 50% a 90% en toda la provincia y pasaron a estar al 10 de agosto entre condiciones de sequía y 50% de su capacidad. La explicación de esta disminución es el escaso registro de precipitaciones que se dio entre mayo y julio, sumado a las nulas lluvias durante el mes de agosto (valores normales para la época).
Como se mencionó anteriormente, este evento no se ve reflejado en el estado general de los cultivos invernales debido a que tienen bajos requerimientos en sus primeros estadios vegetativos, pero de no registrarse lluvias en las próximas semanas, podría condicionar su normal crecimiento y desarrollo.
Los eventos de baja temperatura y heladas agronómicas (temperaturas menores a -3ºC) registrados del 24 al 28 de julio afectaron a los cultivos invernales produciéndoles un quemado en las hojas, pero sin mayores complicaciones.
Según el Instituto de Clima y Agua del Inta Castelar recién entre mañana miércoles 28 de agosto y hasta el 4 de septiembre se pueden registrar eventos de precipitaciones hacia el sur y el este de la provincia. En el relevamiento del mes de septiembre se evaluará si estos registros fueron suficientes o no para continuar con el buen crecimiento y desarrollo de los cultivos invernales.
Los bajos rindes de la campaña pasada y precios poco alentadores, desincentivaron la siembra
Garbanzo: la siembra cayó 42 %
En Córdoba, se sembraron este año 49.300 hectáreas con garbanzo, lo que significa una caída del 42 por ciento frente a la campaña pasada, según un reporte de la Bolsa de Cereales provincial.
Se trata de la menor área para este cultivo en cuatro temporadas, aunque supera en un 26 por ciento el promedio de la última década.
"La principal causa de disminución de superficie corresponde a los bajos rendimientos obtenidos la campaña pasada producto del ataque de enfermedades de gran importancia como Fusarium (Fusarium spp.) y Rhizoctonia (Rhizoctonia spp.)", explicó la entidad bursátil.
Pero también mencionó factores que incidieron negativamente en el mercado mundial de la legumbre, lo que desincentivó a los productores a la hora de optar por la misma.
"Los diferentes orígenes que compiten con la Argentina lograron muy buenas producciones levantando los niveles de oferta y stocks a nivel mundial, afectando las cotizaciones en el mercado internacional", precisó el informe.