Tres lugares de Brasil para combinar trabajo y ocio
El Ministerio de Turismo del vecino país promociona a San Pablo, San Salvador de Bahía y Florianópolis como localidades con secretos escondidos.
Brasil promociona para los argentinos tres polos de actividad económica, como San Pablo, Salvador y Florianópolis, donde se pueden combinar ocio y trabajo, en una temporada otoñal en que la mayor conectividad y un dólar más competitivo, facilitan los frecuentes viajes de negocios que realizan los argentinos hacia el coloso del sur del continente americano.
El transcurrir aparentemente calmo de la vida bahiana contrasta con el ritmo vertiginoso de sus autopistas y vías rápidas, malls gigantes, intensa actividad económica y una importante actividad cultural.
Florianópolis es un polo tecnológico, una de las ciudades con mayor actividad de congresos de Brasil y un destino con muchas opciones por descubrir.
Uno de los costados menos conocidos de "Floripa", como la denominan popularmente los argentinos, es la movida del senderismo, una actividad posible gracias al exuberante entorno natural de su territorio.
En la isla existen unos 50 senderos (Trilhas) señalizados y aptos para ser recorridos por quienes buscan la inmersión en el bosque tropical, la historia y las mejores vistas de las playas de la región.
San Pablo
Uno de los destinos más visitados por los argentinos por viajes de negocios es la ciudad de San Pablo, conectada con 19 vuelos diarios desde diversos puntos del país, lo que ofrece una escapada rápida a esa urbe de más de 12 millones de habitantes, y que ofrece una imponente actividad corporativa, gastronómica y cultural.
Después de una jornada intensa de trabajo, las autoridades de turismo de Brasil recomiendan combinar el vibrante pulso de la vida paulista con una visita al archipiélago de Ilhabela, distante a 210 kilómetros de la capital económica de América del Sur.
Allí se encuentra la mayor isla marítima de Brasil, con 340 kilómetros cuadrados, 150 kilómetros de costas y mínimas probabilidades de lluvia entre los meses de abril y septiembre.
Después de una jornada intensa de trabajo, las autoridades de turismo de Brasil recomiendan combinar el vibrante pulso de la vida paulista con una visita al archipiélago de Ilhabela, distante a 210 kilómetros de la capital económica de América del Sur.
Allí se encuentra la mayor isla marítima de Brasil, con 340 kilómetros cuadrados, 150 kilómetros de costas y mínimas probabilidades de lluvia entre los meses de abril y septiembre.
San Salvador de Bahía
La ciudad de San Salvador de Bahía es otra de las grandes urbes brasileñas donde combinar ocio y trabajo es una tarea sencilla, tanto por el perfil de los bahienses, simpáticos y tranquilos, como por las cercanías de lugares de gran belleza natural, ideales para el descanso.
El transcurrir aparentemente calmo de la vida bahiana contrasta con el ritmo vertiginoso de sus autopistas y vías rápidas, malls gigantes, intensa actividad económica y una importante actividad cultural.
Salvador está cercado de bellezas naturales, como la Costa dos Coqueiros, la Costa do Dendê y el Parque Nacional Chapada Diamantina, pero entre las más accesibles está Praia do Forte, una de las más bellas playas de la región Noreste.
Florianópolis
La tercera combinación que promociona el Ministerio de Turismo de Brasil y el Embratur es una ciudad, y su zona de influencia, bien conocida por los argentinos, que en verano llegan a superar los 600.000 visitantes.
Florianópolis es un polo tecnológico, una de las ciudades con mayor actividad de congresos de Brasil y un destino con muchas opciones por descubrir.
Además de ser una de las ciudades con mejor calidad de vida en Brasil, la capital de Santa Catarina está cercada de naturaleza: 45% del territorio está catalogado como área de preservación ambiental y posee la segunda mayor selva urbana del país, sólo superada por Río de Janeiro.
Uno de los costados menos conocidos de "Floripa", como la denominan popularmente los argentinos, es la movida del senderismo, una actividad posible gracias al exuberante entorno natural de su territorio.
En la isla existen unos 50 senderos (Trilhas) señalizados y aptos para ser recorridos por quienes buscan la inmersión en el bosque tropical, la historia y las mejores vistas de las playas de la región.