San Justo: 11 pueblos siguen libres de covid
La localidad turística de Miramar es una de las que no tiene reportados casos en esta región. Después le siguen pequeñas poblaciones que lograron una barrera a pesar que dependen de otras comunidades para realizar comprar o diferentes trámites.
En los últimos quince días, el coronavirus ha logrado entrar a muchos pueblos del departamento San Justo que se mantenían libres de la enfermedad desde que inició la pandemia.
De las 38 localidades que tiene el departamento, 11 no reportaron casos de Covid-19, hasta ayer por la tarde. Cabe destacar que la mayoría de ellas son colonias rurales que no superan los 1.000 habitantes.
Se trata de las comunas de Colonia Iturraspe, Colonia Anita, Colonia San Pedro, Colonia Valtelina, Villa San Esteban y Toro Pujio y los municipios de Miramar, Seeber, Colonia Prosperidad, Villa Concepción del Tío y Colonia Vignaud.
Septiembre, mes bisagra
Cabe recodar que hacia fines de agosto, el 76% de las localidades no registraba casos. Pero la realidad comenzó a cambiar desde el mes de septiembre con la aparición de los primeros en algunos de estos pueblos y la escalada de contagios en otros que ya tenían.
La Francia, Porteña, Freyre, Quebracho Herrado, Colonia Marina, son algunas de estas localidades que rompieron el invicto.
La mayoría son colonias rurales que no superan los mil habitantes.
El reporte diario que emite el COE Central Córdoba contabilizó hasta ayer por la tarde 565 casos en el departamento San Justo. La lista es encabezada por la ciudad de San Francisco donde se reportaron 354 pacientes con covid, seguido de Las Varillas con 100 y Arroyito con 42.
En tercer lugar queda Morteros con 8 casos, que si bien fue la localidad que registró en marzo el "paciente cero" de la provincia- junto a Brinkmann- se mantienen entre las ciudades con menor cantidad de contagios, esta última con 6.
En la lista también aparecen Devoto con 15 y Balnearia con 14. Marull registraba 4 casos, mientras que Miramar, en la región de Ansenuza es uno de los pueblos que aún logra contener el ingreso del virus.
La colonias, "inmunes"
Si bien los vecinos de las colonias han reforzado los cuidados para prevenir el virus, para quienes residen en el campo el aislamiento o distanciamiento social es en cierta manera parte de la rutina diaria. Ese mismo aislamiento que los limita al acceso de muchos servicios, es hoy el que se convierte en "su arma de defensa" ante la amenaza del virus que hace estragos en el mundo, y sobre todo en las grandes ciudades.
El éxodo rural hizo que hoy sean unas pocas las casas que se ven en el campo, donde viven pocas familias, por cierto aisladas unas de otras. No existe el contacto masivo en supermercados, farmacias y ni siquiera, al salir a la vereda, ya que kilómetros separan a una vivienda rural de otra.
No obstante, se toman los recaudos necesarios y el cambio de algunos hábitos: la juntada en el bar o en la plaza a la tardecita, ya no viajan a los pueblos más cercanos para hacer las compras y hasta muchos dejaron el mate.