Rompiendo barreras y derribando mitos
La joven patinadora de nuestra ciudad, Camila Herrera, finaliza un 2017 muy exitoso, recibiendo premios en todo el país. Su entrega y esfuerzo, la ayudan a demostrar una vez más, que puede competir y lucirse, en cualquier nivel de este deporte.
El día en que la sociedad entienda que no existen las discapacidades, sino las distintas capacidades, todo se comprenderá mejor, en tiempo y forma y los protagonistas directamente involucrados, recibirán de una vez por todas, su merecido trato, reconocimiento y espacio.
Este, será el caso de Camila Herrera, la patinadora de nuestra ciudad de solo 15 años, que con síndrome de down, ha demostrado estar a la altura de cualquier patinadora del país y después de muchos años de competencia, espera tener en 2018, la oportunidad de trascender barreras provinciales y nacionales y poder competir ante el mejor nivel de Sudamérica.
Lo de Camila sorprende y enamora. Técnica precisa, movimiento a tiempo, resistencia física, interpretación reglamentaria y carisma, lo que no se compra en la despensa del barrio.
Este 2017 no ha sido la excepción para Camila, nuevamente vuelve a coronar sus esfuerzos con triunfos, rompiendo todo tipo de barrera que se le imponga a la hora de la competencia y derribando los malditos mitos sobre las "capacidades diferentes", logrando ser Campeona Argentina y Sudamericana de patín artístico, pero como si eso fue poco, también se adueñó de innumerables títulos provinciales, que continúan engalanando su trayectoria de varios años en el patín.
Con la excusa de darle un cierre a este maravillo año, LA VOZ DE SAN JUSTO invitó a Camila y a sus padres Pablo y Elena, a nuestra redacción y allí, la reina, volvió a lucirse mostrando todos sus premios de este año: "Estamos muy felices nuevamente de que Camila tenga un gran año deportivo, estamos sumamente sorprendidos, ella demuestra día a día que está para competir, se gana cada elogio que le dan y cada premio que cosecha, estudia y entrena como pocas, estamos muy felices" comenzó diciendo Pablo, su papá.
-Basta verla patinar, para darse cuenta que no existe nada
de "diferente" y mucho de "normal"....
-La verdad es que nos lo dicen muchas personas a eso,
técnicamente y los movimientos que tienen son bien vistos por muchos
entrenadores, cuando fuimos al Sudamericano recibimos muchos elogios, Camila
cuando compite, compite, no va por los aplausos solamente, como si van muchos
chicos, por eso nos sorprendemos y nos sentimos orgullosos, incluso ella nos
pide siempre más, se anima a más, ya tiene una edad importante para dar un
salto.
-Supo Camila absorber un buen aprendizaje en estos años...
-Tiene una gran
entrenadora, una de las mejores, "Cami" ama hacer patín y a medida que va creciendo,
va pidiendo más, ella misma pide más, ella misma se siente que patina con
naturalidad para estar a la par de cualquier campeonato, incluso para seguir
creciendo mucho más.
Ella entrena, compite, gana, sonríe y siempre está
agradecida...
-Estamos todos como familia agradecidos, a su entrenadora, a
Alpi por la integración, a Natalia Ferrero, su maestra integradora y al
Instituto Pablo Sexto, donde "Cami" estudia, a todos ellos muchas gracias,
hacen que Camila sea muy y nosotros estemos felices.
La charla fue amena. Fue solo una cuestión de verla sonreír
y posar ante la cámara. Camila ya no necesita que se analicen sus "capacidades
diferentes", ni mucho menos redundar en el conformismo de uno, dos o tres
reconocimientos. "Cami" con solo 15 años, rompe barreras, derriba mitos y va
por más, pide a gritos, comenzar a codearse, en el más alto nivel del patín.