Ricardo, el “Transformer” sanfrancisqueño
Ricardo Mancinelli se dedica en su tiempo libre a desarrollar modelos de figuras hechas con la técnica de papercraft. Se encontró con esta técnica en Internet, a través de la fórmula "imprimir, pegar, armar". Un viaje de ida al entretenimiento barato, original y de calidad.
El ingenio y la creatividad pueden ganarle a la crisis, a las formas tradicionales de tener hobbies y crear incluso tendencias. Divertirse y entretenerse puede ser tan barato como enrollar hojas de papel, darles formas y solo bajar modelos de Internet.
El papercraft es una de esas modalidades de entretenimiento que pueden ganarle a todo, y sorprender a muchas personas más. Es un arte manual que requiere de mucha paciencia, determinación y quizá lleve mucho tiempo - dependiendo de qué se haga - pero que al final presenta muñecos que desde lejos nada tienen que envidiarle al plástico.
Ricardo Mancinelli tiene 41 años y es guardiacárcel en la Penitenciaría Nº 7 de nuestra ciudad, desde hace 20 años. En sus ratos libres, mientras comparte tiempo con su familia se dedica a desarrollar el arte de papercraft, una técnica barata, divertida y que permite hacer grandes creaciones tanto en personas grandes como niños.
El papercraft, también llamado modelo de papel se basa en construir figuras tridimensionales de papel, en el que también se usa no solo papel sino tijeras para darle forma y cualquier pegamento para que éste se adhiera.
Durante mucho tiempo estuvo asociado a las réplicas de tanques y armas bélicas. Sus modelos, medidas e instrucciones junto con la forma de montaje deben ser impresos para después recortarlos y comenzar a darle forma.
Ricardo es entusiasta, cuando no está de guardia busca siempre algo con qué entretenerse, además de pasar tiempo con sus hijos. Un día se encontró frente a la computadora vio al pasar una publicación que le llamó la atención.
Los inicios
Ricardo no recuerda bien cuando empezó con esta actividad, pero sí que había realizado sus primeras piezas en 2012. Se hizo más conocido cuando presentó un modelo de escala único de Terminator que coincidió tiempo después con el estreno de una nueva entrega de esta saga: Génesis.
"Sinceramente no me acuerdo bien cuando empecé. Alrededor de 2012 fue, después de hacer algunos trabajos. Cuando se estrenó Terminator Génesis, antes yo ya había hecho un modelo de Terminator que lo llevé al estreno donde estuvo en exhibición", contó a LA VOZ DE SAN JUSTOun poco sorprendido porque su entretenimiento sea motivo de una historia.
No memorizó todo pero inició en el navegador una búsqueda rápida bajo la fórmula "imprimir, pegar, armar". Ahí se abrieron más de un millón de posibilidades y de tanto ir y leer consiguió aprender este arte manual que le permite desapegarse de todo alrededor durante un rato.
De esta forma este sanfrancisqueño se inició en un mundo de arte que poca gente practica en la ciudad, que quiere paciencia, y en función de los trabajos que ya realizó necesitaría varias vitrinas para dejarlos en exhibición.
Al principio no sabía que lo que a él le gustaba se llamaba papercraft pero sí conocía la técnica que se basa en el uso de hojas a las que se moldea según modelos de piezas de cualquier cosa que circulan por internet y a las que se ensambla.
"En el buscador busqué imprimir, pegar y armar. Salían muchas cosas para hacer, cada modelo lleva tiempo dependiendo la dificultad que tenga, puede llevar una hoja o varias. Por ejemplo al Terminator lo reduje en sus medidas, así que otro igual no hay. Se dificultó porque las piezas eran más chicas", describió mientras buscaba en las cajas y armaba con paciencia otros modelos que tiene guardados en su casa.
Sencillo y barato
A comparación de quienes son aficionados a los juegos como Mecano o modelismo, el papercraft es mucho más económico y se puede hacer - aunque lleve mucho tiempo - con paciencia y de una forma sencilla.
Ricardo explicó que "el papel tiene que rolarse y además quedar liso para que no se arruine porque se marca, después todo se corta y arma", dijo mientras sacaba un modelo de sus trabajos que en ese caso correspondían al Terminator que hizo y que le imprimió más de 750 horas de trabajo. "Todos los días hacía un poco cuando se podía hasta que lo terminé", puntualizó sonriente.
El papercraft incluso para quienes quieren perfeccionar más en el tema, puede ser variado no solo en cuanto a temáticas sino también a los modelos porque pueden ser réplicas o modelos con escala real "1:1", lo cual se da mayormente con las armas que revisten otros movimientos y complejidad.
"A ojo" nada más, Mancinelli calcula que mientras un trabajo de modelismo puede llevar miles de pesos según la cantidad de piezas, con el papercraft el mínimo de costo puede ser 100 y 200 pesos.
Esto es así porque solo precisa hojas, las que ya vienen con los colores que se pueden elegir, y además, el arte aporta movilidad. "Las partes no son estáticas, tiene movimiento y se puede rotar. No se puede tocar tanto porque es papel pero sí mejor que uno de plástico por la movilidad. En general uso hojas A4 y de un gramaje de 120 a 160", recalcó.
En el medio cuando él charlaba sobre esta actividad que disfruta había terminado casi la charla y mostró un modelo de Gundam, un robot de combate que apareció en la serie de animé Mobile Suit Gundam en 1979 pero después tuvo varios spin off.
Los Gundam son los robots de ciencia ficción creados para dirimir una guerra en que se envuelven máquinas y humanos para evitar la destrucción de la Tierra y la deshumanización. Su ícono fue precisamente ese robot que con papercraft recreó Mancinelli y que sorprende a todos, en una época donde todo puede parecer caro, menos intentar divertirse así sea jugando con hojas de papel.