Por qué es saludable aprender a decir que “no” en el trabajo
Buscando aceptación, reconocimiento o por temor a perder el trabajo, hay personas que siempre dicen que sí a las tareas que les ordenan en el ámbito laboral. Pero ésto no es saludable ya que las pone una situación de vulnerabilidad ante compañeros o superiores que pueden exigir más funciones de las que les corresponde.
El entorno cambiante actual se ha traducido en un
incremento de la competencia y de las exigencias. Esta situación genera altos niveles de presión, que se convierte en parte de la cotidianidad
laboral lo que propicia la aparición de
enfermedades laborales: estrés, síndrome de Burnout, adicción
al trabajo, entre otras.
En ese marco es importante aprender a decir "no" utilizando la asertividad, una habilidad social que demuestra una sana autoestima, seguridad y el poner límites a los demás.
La licenciada en Psicología, Paula Mosca (MP-6772) analizó el tema en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO remarcando que decir"no" tanto en el trabajo como en otros ámbitos de la vida es saludable."Los límites son necesarios y positivos, en el largo plazo resultan beneficiosos para el trabajador, pero también para las empresas e instituciones que, no sólo permiten, sino también propician este tipo de comunicación", afirmó.
- ¿Cuáles son los beneficios de aprender a decir no en el trabajo?
Decir que no en el trabajo, al igual que en muchos otros ámbitos en los que se desarrolla nuestra vida cotidiana, es saludable desde un punto de vista psicológico, emocional, y también físico. Decir que no es parte de una habilidad social llamada asertividad. La comunicación asertiva permite a la persona plantear sus puntos de vista ante los otros desde un equilibrio entre un estilo agresivo y un estilo pasivo de comunicación.
En el ámbito laboral relacionarnos con superiores y pares de este modo es saludable, implica seguridad y respeto propio y por el otro, con capacidad de escuchar y respetar los diferentes puntos de vista, llegando incluso a mejorar el compromiso y la productividad de las personas.
La posibilidad de decir lo que uno piensa mejora el compromiso laboral, asumir las resposabilidades que somos capaces de desarrollar, enfocarse en tareas o proyectos evitando excesos aumenta la productividad. Los trabajadores que pueden decir que no son, en definitiva, más valiosos para las organizaciones.
-¿Qué ocurre si no se ponen límites?
Cuando el trabajador no puede reconocer y ponerse o ponerle a los demás este límite saludable y esto se transforma en una constante, comienzan a observarse manifestaciones de distrés o estrés negativo, como un desequilibrio percibido entre las demandas laborales y la capacidad de control, aspiraciones de la persona y la realidad de sus condiciones de trabajo. Va disminuyendo la energía, la persona se siente agotada, fatigada y comienza a mostrar respuestas negativas hacia sí mismo y los demás.
"La posibilidad de decir lo que uno piensa mejora el compromiso laboral, asumir las resposabilidades que somos capaces de desarrollar, enfocarse en tareas o proyectos evitando excesos aumenta la productividad. Los trabajadores que pueden decir que no son, en definitiva, más valiosos para las organizaciones".
-¿Por qué a algunas personas les cuesta decir que no y se recargan de responsabilidades y trabajo?
Existen diferentes motivos por los que una persona no dice"no": la omnipotencia, no se reconocen los propios límites, el temor a la soledad, a la reacción del otro, una autoestima baja, son algunos de los motivos por los que las personas se encuentran recargadas con responsabilidades.El respeto hacia nuestro trabajo y la necesidad que tenemos de él, nos lleva a resignarnos y callar aunque sintamos que somos víctimas de la injusticia.
La mayoría de los empleados piensa que guardar silencio es una alternativa para conservar el trabajo y evitar problemas con los superiores y puede que así sea, pero también es cierto que resignarse y vivir en silencio situaciones laborales que generan angustia puede generar enfermedades y baja en la productividad laboral.
Ciertas formas de crianza están en la base de esta dificultad, la idea de no contradecir a padres o profesores puede arraigarse de tal modo que termina convirtiéndose en la necesidad de intentar complacer siempre a los demás para evitar confrontaciones, rechazos, o la sensación de culpa por haber herido los sentimientos de alguien.
-¿Cómo recuperar la asertividad laboral sin tener miedo?
Se requiere de aprender, desaprender y reaprender tanto aspectos cognitivos, conductuales y emocionales: autoconocimiento, control emocional, asertividad, autoestima y creatividad por ejemplo.
Se trata de un entrenamiento y se realiza poco a poco. Primero hay que empezar por reconocer y detectar las situaciones que generan el malestar, por lo general se llega a reaccionar de manera tan automática que pasan desapercibidas.
El temor o la culpa al decir que no son habituales y no desaparecen de la noche a la mañana, la experiencia es importante en este proceso, por lo que estas habilidades por lo general comienzan a practicarse en entornos seguros y situaciones más sencillas.
Lic. Paula Mosca
-¿De qué manera comunicarlo a un jefe complicado?
Comunicarse con un jefe complicado no es la situación más sencilla para desarrollar la habilidad de decir no. En términos generales antes de iniciar una comunicación es importante tener presentes y claros los objetivos,¿por qué queremos decir no?. Realizarse esta pregunta ayuda a definir el cómo decirlo.
Durante la comunicación poder escuchar al otro, empatizar conél, permite entender los motivos que tiene su pedido, quizás llegar a proponer otras alternativas.
Se trata de exponer los sentimientos o pensamientos propios sin emitir juicios o críticas sobre los otros, no es lo mismo decir"no puedo hacerlo, me cargas con tareas", que"si tuviera que hacer esta tarea no podría finalizar el informe de esta semana". Una vez concluida la comunicación es importante poder mirarse y realizar una autoevaluación.
"Existen diferentes motivos por los que una persona no dice 'no': la omnipotencia, no se reconocen los propios límites, el temor a la soledad, a la reacción del otro, una autoestima baja..."
Las consecuencias de no poner límites en la salud
La exposición prolongada y constante a eventos estresantes, a situaciones de sobrecarga de exigencias y responsabilidades puede terminar generando estrés laboral crónico, con consecuencias para la persona y la organización, aseguró la psicóloga Paula Mosca y explicó que en el ámbito personal puede observarse:
* Salud física: trastornos gastrointestinales, cardiovasculares, respiratorios, endocrinos, dermatológicos, aumento del ritmo cardíaco y presión sanguínea, sudoración, sequedad de la boca, escalofrío, tensión muscular, insomnio o hipersomnia, alergias,úlceras, etc.
* Salud Mental: frustración, ansiedad, angustia, depresión, enojo/irritabilidad, baja autoestima, culpa, incapacidad para tomar decisiones y concentrarse, olvidos frecuentes, hipersensibilidad, bloqueo mental, agresividad, apatía.
* Dimensión Social: distanciamiento y/o dificultades en las relaciones de pareja, familia, amigos y compañeros de trabajo.
Para el ámbito organizativo las consecuencias pueden ser disminución de la producción, ya sea en cantidad, calidad o ambas, falta de cooperación entre compañeros, necesidad de una mayor supervisión del personal, aumento de quejas y de conflictos, aumento de ausentismo, accidentes e incidentes.