Pablo Cullel y el éxito de "100 Días para enamorarse", que termina mañana
El miércoles a las 22.30 se transmitirá el último de los 125 capítulos. Anticipan un final emocionante. "En la antigua telenovela de género, la mujer era la que padecía y era víctima del hombre. Acá ninguno es víctima de nada, a los dos les pasan cosas y en definitiva ellas toman la decisión", afirma el productor.
Pablo Cullel, socio de Sebastián Ortega en Underground y uno de los productores de la ficción de Telefe "100 Días para enamorarse", consideró que poner a las mujeres al frente de las decisiones en sus parejas y tratar temas álgidos como el transgenéro, el aborto y el poliamor fueron el sustento del éxito de la serie.
La comedia romántica concluirá este miércoles a las 22.30 por Telefe: el final promete un alto rating en su continua disputa con El Trece, que presentará "Bailando por un sueño".
La telenovela protagonizada por Carla Peterson, Nancy Dupláa, Juan Minujín y Luciano Castro, entre otros, abordó temáticas diversas como la identidad de género, la despenalización del aborto y la aplicación de la Ley de Educación Sexual en las Escuelas, lo que provocó intensos debates.
Pablo Cullel charló con Télam sobre los secretos de la exitosa serie:
-¿Era previsible en la previa el éxito de "100 días para enamorarse"?
Hay programas a los que percibís que les puede ir muy bien. Uno siempre hace programas para tener éxito, pero no es algo que puedas mensurar porque hay un factor mágico que sucede o no sucede cuando el programa se estrena, por más que achiques todos los riesgos. Sentimos que era un programa oportuno, porque iba a hablar de algo que creo que a todo el mundo le interesa, que tiene que ver con las nuevas maneras del amor y de cómo llevar adelante una pareja después de los cuarenta y pico cuando sentís que hay cierto hastío. También veníamos hablando hace tiempo de poner a las mujeres al frente. En ese sentido es oportuno, no oportunista, por el hecho de que son ellas las que toman la decisión. Sentimos que era el momento de contar eso. En la antigua telenovela de género, la mujer era la que padecía y era víctima del hombre. Acá ninguno es víctima de nada, a los dos les pasan cosas y en definitiva ellas toman la decisión.
Cullel:
"En la antigua telenovela de género, la mujer era la que padecía y era víctima
del hombre. Acá ninguno es víctima de nada, a los dos les pasan cosas y en definitiva
ellas toman la decisión"
-¿Y cómo pensaron en incluir a un personaje transgénero?
Creíamos que debía ser uno de los conflictos de la historia, porque teníamos ganas de contar ese tema. Siempre en nuestra historia televisiva hemos tocado temas de diversidad a lo largo del tiempo, que se fue adaptando a lo que pasaba en la sociedad, pero este tema nos parecía que era un conflicto de aquí y ahora que no estaba visibilizado y nos parecía bueno poder mostrar el tránsito absoluto de un adolescente que se siente varón.
-¿Cómo fue la comunicación con los televidentes? ¿Usaron las redes?
Esta tira tuvo a su favor algo que en producción puede jugarle en contra, que es estar prácticamente al día. Teníamos solo diez capítulos adelantados, que a veces eran cinco o menos, o sea que estábamos continuamente con el termómetro del público. El rating es una herramienta fría, pero herramienta al fin. Y después las redes sociales, que hasta hace un tiempo atrás yo decía que no eran termómetro muy confiable porque estaba o el muy fanático o el muy detractor y no todo el público. De todos modos, cada vez hay más público. Nosotros somos gente que está en la calle todo el tiempo, entonces escuchamos. También mucha relación con el elenco, se trabajó en equipo entre los autores, el equipo de producción, los directores y los actores, con reuniones cada quince días.
-¿Cómo reaccionó Viacom, dueña de Telefe? Porque es una serie que en Disney no se podría haber hecho...
No lo sé (risas). No puedo decir aquello que no nos ha pasado. La verdad que nosotros planteamos el programa y nos pusimos de acuerdo con el canal. El modo en que uno arranca una ficción es muy importante, hacerlo de una forma abarcativa para no segmentar ni asustar a nadie. Pero era meter el tema de a poco, para que la gente no lo sintiera, porque entrar con ese tema te tiñe el programa de un color y nosotros queríamos hablar mucho más que de ese tema. En un momento era tanta la repercusión que tenía en las redes sociales y en los programas de debate que sentimos que daba para mucho más, y el canal nos apoyó. Me parece que lo que generó fue algo muy positivo en la sociedad. Siempre vas a tener gente homofóbica y racista a la que le van a molestar estos temas, pero la mayoría nos apoyó.