"Nunca me enfrenté durante tanto tiempo a mí mismo, soy feliz"
José "Peque" González no se olvida de San Francisco donde vive su familia, tiene otro pedazo de corazón en Esquina, Corrientes, donde vivió y conoció el amor. Se consagró ganador de "El gran premio de la cocina" pero no deja de ser un estudiante, tatuador, futuro papá y un hombre que lleva plasmado en su piel no rendirse nunca y lucharla "hasta la muerte".
"Soy José, me dicen el 'Peque'". Así se presentó el sanfrancisqueño de 36 años en un video selfie cuando se anunciaron los participantes de la primera temporada de "El gran premio de la cocina" que se emitió por El Trece.
El cocinero -que se consagró campeón del certamen, se hizo popular por su carisma, sencillez frente a las hornallas, pero también por nunca rendirse cuando se presentaban dificultades en los programas.
Detrás del programa hay un hombre que hace 18 años emigró de la ciudad para estudiar Arquitectura, pero no siguió. Uno que incursionó en la cocina y que casi por casualidad entró en ese mundo; y también un futuro papá que quiere volver a Esquina, Corrientes donde conoció el amor.
Es el "Peque", el tatuador, cocinero, estudiantes, compañero y un hombre al que cuando le preguntan de dónde es siempre dice: "Soy de San Francisco". Podría describirse como una persona sencilla que no se da por vencido, cuya frase de cabecera es pelearla "hasta la muerte".
Aunque el programa le dio 300.000 para él todo ya estaba ganado, por los amigos en especial "Maxi" con quien llegó hasta la semifinal, los conocimientos adquiridos, la experiencia y todo lo vivido delante y detrás de las cámaras.
El "Peque" abrió las puertas del interior de su persona a LA VOZ DE SAN JUSTO, para contar cómo era su vida antes del programa, lo que vivió y lo que espera de su futuro, uno que pronto lo tendrá cambiando pañales cuando nazca su primer hija Francisca.
- ¿Hace cuánto te fuiste de la ciudad?
Tenía 18 años, primero viví en Córdoba porque estudiaba Arquitectura. Siempre me gustó la carrera porque mi papá y mi hermana son arquitectos, pero después de dos años dejé. No seguí la carrera, viste que a los 18 uno no sabe mucho lo que quiere.
- ¿Y ahí apareció la cocina?
A la cocina entre medio por casualidad o por accidente y la verdad que me gustó empecé a trabajar en eso. Estudié en una escuela en Córdoba, se cursaba una vez por semana y eran dos años. El primero lo hice bien pero el segundo lo hice como en tres (risas). Después seguí trabajando y el verano aprovechaba la temporada para ir viajar a otros lados por la temporada y así fue que entré.
- ¿Cómo pasaste de Córdoba a Corrientes y ahora a Buenos Aires?
Claro, ahora estoy viviendo en Buenos Aires hace un año y medio. Viví mucho en Esquina, Corrientes porque fui a trabajar. Ahí conocí a mi novia Agustina (Schweizer) nos enamoramos y como ella estudiaba en Buenos Aires, Diseño de Indumentaria nos terminamos mudando. Ahora estamos esperando a Francisca.
- ¿Y al programa como llegaste?
Agustina mandó un video. Yo le decía que ni loco me anotaba, pensaba que a los castings van un montón de personas y pensaba que no me iban a llamar. Después pasé por muchas entrevistas y pruebas, hasta que un día llamaron y me felicitaron porque había quedado seleccionado. Cuando me enteré pensé que todo era muy loco, era como que por un sorteo te digan que si ganás pasás una temporada en primera, esto era como jugar ahí. Pasaron casi tres meses y en este tiempo la verdad que aprendí mucho, por eso yo ya me consideraba ganador, aunque no recibiera el premio porque adquirí mucha experiencia, encontré nuevos amigos y elevé mucho mi nivel como cocinero.
- Tuviste rivales muy difíciles en las últimas etapas
La verdad que sí, en la final estuve con Sofía (Sánchez Zelaschi) y ella es una persona a la que le tengo mucho respeto. Es una cocinera muy creativa pero también conocía sus debilidades así que traté de aprovecharlas al máximo.
- ¿Te costó ganarle varios días, igual que a Karina?
Sí a las dos. La china (Karina es de origen asiático) me tenía loco (risas), todos los días me iba a casa pensando cómo podía hacer para ganarle porque no se confundía en nada nunca, hasta que un día la pude pasar y de ahí le gané siempre. Por eso dije cuando gané que nunca me enfrenté tanto tiempo conmigo mismo para poder superar y corregir todo.
- ¿El certamen fue muy exigente?
En todo el programa siempre fueron exigentes, pero siempre todos incluso detrás de las cámaras todos tuvieron buena onda. Nos recordaban que llegamos muy lejos y que teníamos que disfrutar, siempre tuvieron buenas palabras con nosotros. Nos dijeron cuando entramos que nos preparáramos porque era diferente, íbamos a trabajar con mucha presión, pero no imaginaba cómo podía ser, los tiempos era lo que más te jugaba en contra. De todas maneras, siempre estuve tranquilo porque di todo.
- ¿Sos consciente que te hiciste muy popular?
La gente me apoyaba mucho, yo me presenté como soy incluso cada vez que lloré no fue inventado, ni nunca nos dijeron nada, a mí me salió así. Como todo en la vida no hay que darse por vencido nunca, hay que lucharla hasta el final, hasta la muerte como digo siempre yo, siempre tenés una revancha. Y en el programa siempre traté de poner algo distinto, fijarme en qué me decían y mejorarlo por eso me quedo tranquilo con lo que hice, capitalicé todo el aprendizaje y también aprendí de los errores en todo este tiempo.
- ¿Ahora cómo sigue todo en tu vida?
Ahora estoy también estudiando en la UBA (Universidad de Buenos Aires) Diseño Industrial, me gustó siempre el dibujo y mi novia me dijo que me anotara y probara. Yo siempre fui de querer aprender, hacer o inventar cosas en todo. Eso se relaciona mucho con mi trabajo que es de tatuador (tiene su propio estudio) aunque creo que también me falta aprender bastante y mejorar. No sé bien cuando voy a terminar, pero me gusta mucho yo me anoté por el dibujo, pero es una carrera muy linda, voy a hacer todo tranquilo porque me gusta es agarrar experiencia. En la cocina, tengo ideas para trabajar en algo seguir aprendiendo y tener algún emprendimiento, pero también quiero seguir progresando con los tatuajes que son mi pasión. Y también quiero disfrutar de Francisca y que pueda crecer tranquila.
En la vida de José nada está tan definido, planes sobran e ideas también. Lo que no le falta es empuje y entusiasmo, no le teme a nada y apuesta siempre todo para dar lo mejor de sí, por eso cuando se puso difícil todo en la final del programa arriesgó todo, al "Peque" no le queda otra, lleva tatuado en su piel el lema de remarla "hasta la muerte".