"No puedo jugar en una cancha donde me pueden matar”
Aseguró el mediocampista y capitán de Boca Juniors, Pablo Pérez, se opuso a volver al estadio Monumental para jugar la superfinal revancha de la Copa Libertadores ante River Plate.
"No puedo jugar en una cancha donde me pueden matar. ¿Cómo voy a ir a jugar a una cancha que no brinda seguridad? ¿Y si ganamos y damos la vuelta en su cancha? Me matan", especuló Pérez a la salida del sanatorio Otamendi, donde se sometió por tercera vez al control por la lesión que sufrió en el ojo izquierdo por la agresión al micro del plantel "xeneize", el pasado sábado.
El capitán afirmó que no opinará sobre una posible sanción a River Plate pero fijó su postura la posibilidad de volver al estadio "Monumental".
El mediocampista relató cómo vivió el plantel la llegada al recinto de Núñez y calificó todos los hechos como "una vergüenza".
"No sé qué pasó porque fue muy raro. Estaba toda la gente de River acumulada en el mismo lugar. Fueron estallidos constantes", contó.
A su vez, el rosarino reveló que también fue agredido mientras se dirigía en ambulancia hacia el sanatorio Otamendi tanto de ida como de vuelta.
Sobre la actitud de Conmebol, Pérez también fue crítico y le apuntó directamente a los médicos que firmaron un documento en el que aseguraban que estaba en condiciones de jugar el partido.
"Es una vergüenza, yo estaba en el hospital y el partido se estaba por jugar. Guillermo (Barros Schellotto) me llamó y me dijo que vaya porque se jugaba y yo iba a jugar igual", precisó.
"No conozco al médico de la Conmebol, es una vergüenza que diga que estaba en condiciones. Nunca fue solidario con nosotros", agregó.
Consultado por si había recibido algún mensaje por parte del plantel de River, Pérez dijo que solo habló con Scocco y Casco, a quienes conoce por su pasado en Newell's.