Nadie tiene obesidad porque quiere: “Hay que entender que es una enfermedad”
La médica diabetóloga Paola Masuero afirmó que es una enfermedad cuyas causas tienen complejidad. "Son personas con obesidad y no obesos. No hay una dieta ideal para todos, sino que la clave es el cambio de hábitos, para acompañar a la persona en este cambio es muy importante la ayuda de la familia", aseguró la doctora.
Isabel Fernández|LVSJ
"Cerrá la boca" o "aflojale a los postres". Todos alguna vez escuchamos, e incluso repetimos, estas frases ante una persona con obesidad o con sobrepeso, como si ese exceso de kilos estuviera relacionado simplemente con una cuestión de voluntad de cada uno.
Pero esas palabras no solamente son totalmente erradas y crueles sino que estigmatizan a las personas, discriminan, destruyen sus autoestimas y subestiman a la obesidad, ya que se trata de una enfermedad multifactorial.
La obesidad definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una "acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud", es una enfermedad crónica, compleja, en cuyo origen intervienen múltiples factores biológicos, psicosociales y ambientales.
¿Por qué se considera una enfermedad? ¿Cómo debemos acompañar a quienes la padecen?. La médica diabetóloga Paola Masuero (MP-28729; ME-12290) con maestría en Nutrición y Diabetes, del Sanatorio y Clínica San Justo, explicó en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO que la sociedad "debe entender que es una enfermedad compleja, que nadie tiene obesidad porque le gusta, son personas con obesidad y no obesos".
"Su presencia genera muchas veces discriminación, bullying escolar, dificultad para conseguir trabajo, incluso para ser aceptado en obras sociales, muchas veces culpando al enfermo de su padecimiento sin entender la complejidad de su etiología y tratamiento, creyendo que está así porque quiere y que con solo comer menos y hacer actividad física es suficiente. Todo lo anterior genera en el paciente mayor depresión aislamiento y empeora su tratamiento", advirtió la doctora.
Al respecto agregó que desde los servicios de salud "se trata la hipertensión, la diabetes, la dislipemia, pero no se hace nada con el problema subyacente que es la obesidad. En estadísticas de Estados Unidos solo el 50 % de las personas con obesidad están registradas en las historias clínicas con el diagnostico de obesidad y solo el 1% son tratados con fármacos anti obesidad o cirugía bariátrica, esto no ocurre con otras patologías".
El tratamiento no es igual para todos
La doctora Masuero que también es necesario entender la complejidad de las causas de la obesidad. "No hay una dieta ideal para todos hasta el momento, incluso los estudios de intervención de estilos de vida, en donde los pacientes con la misma dieta, actividad física e incluso fármacos no descienden igual y algunos muy poco, lo que demuestra la presencia de factores genéticos y biológicos intervinientes".
Comentó que están en desarrollo "técnicas de aplicación de diferentes dietas según la presencia de determinados genes (nutrigenómica)e incluso aplicación de inteligencia artificial en donde después de integrar a una base de datos múltiples aspectos de la persona se decide el mejor plan de tratamiento".
Explicó que muchas veces "hay un descenso inicial y luego se establece una meseta, asociada a factores biológicos, una serie de hormonas desorganizadas que aumentan el apetito y afectan los mecanismos de termorregulación que llevan al cuerpo a un punto de ajuste de recuperación de peso (set Point metabólico)".
"En estas etapas es importante intervenir y ayudar al paciente, muchas veces con mediación que hoy hay cada vez más disponible o con cirugía bariátrica", afirmó.
Masuero aseguró que actualmente "lo importante es realizar una historia clínica muy completa en donde evaluar factores genéticos, culturales, hábitos, tipos de alimentación, enfermedades asociadas, medicamentos que consume, horarios de trabajo, stress, depresión, calorías liquidas patrones de sueño, tabaquismo. micro biota intestinal, etc.".
"Se debe realizar un tratamiento lo más individualizado posible, no poniendo solo el foco en la cantidad de peso perdido, si no en la mejoría de parámetros metabólicos y la adquisición de hábitos que permitan sostener el descenso en el tiempo", agregó.
"No es dieta, es cambio de hábitos"
Masuero indicó que el paciente "debe entender que la constancia y la adherencia al tratamiento son fundamentales, no es dieta, es cambio de hábitos, las dietas son para procesos agudos, para realizar un tiempo, pero esa es una enfermedad crónica, que requiere cambios profundos a largo plazo".
"Para acompañar a la persona en este cambio es muy importante la ayuda de la familia, amigos, profesionales médicos, nutricionistas, deportólogos. profesores de gimnasia psicólogos, apoyo desde el estado con espacios para actividad física, acceso a prácticas deportivas, a medicación, a formación y acceso a alimentos saludables etc.", finalizó.
Las cifras en la Argentina
En Argentina el 62% de la población tiene sobrepeso más del 25%son obesos según la última encuesta nacional de factores de riesgo. Para el 2030 se espera una prevalencia mundial cercana al 25%.
La obesidad se asocia a más de 200 comorbilidades -como hipertensión arterial, diabetes, hígado graso, síndrome metabólico, asma, apneas del sueño, osteoartrosis, depresión, incontinencia de orina, etc.- por tal motivo representa un factor de riesgo importante de enfermedad cardiovascular y aumenta notablemente la mortalidad de las personas que la padecen.