Matías Ola sufrió hipotermia extrema en el Canal de la Mancha y no recuerda cómo llegó a la habitación del hotel
El nadador argentino buscaba unir, sin traje de neoprene ni ningún tipo de protección, Dover, en Inglaterra, con Calais, Francia.
La temperatura de 14°C era menor a la que estaba acostumbrado y a la que se esperaba para la aventura. "Tuve reacciones que no había sentido en otros cruces, dejé de patear, tenía entumecida mi pierna izquierda. Se hizo de noche, bajó aún más la temperatura, y comenzaron los temblores. Bajé el ritmo de brazadas también", explica. "Recuerdo que me hacían silbato y señas, pero parece que yo no respondía, perdí la noción de nado y ahí fue cuando me sacaron", concluye. "No me di cuenta de que el frío había llegado hasta los huesos, cuando salí del agua fue determinante la ayuda de mi equipo".
El tucumano desafió el frío extremo, pero no pudo cruzar a nado el Canal de la Mancha en su primer intento, que tuvo lugar el domingo. El año que viene ya tiene decidido volver por la revancha. Partió desde Dover, en Inglaterra, con destino en Calais, en Francia: su misión era ser el primer argentino en obtener la Triple Corona de Aguas Abiertas (ya había completado a nado las pruebas del Canal de Catalinas y la Isla de Manhattan).