Más de 100 mujeres fueron acompañadas en sus procesos de aborto
La agrupación "Socorro Rosa Las Rivas" presentará datos del acompañamiento a mujeres que interrumpieron sus embarazos entre 2017 y 2018.
Por Manuel Ruiz
El venidero viernes 7 de diciembre, en la UTN San Francisco, la agrupación "Socorro Rosa Las Rivas" presentará datos sistematizados de los acompañamientos a mujeres que abortaron durante el período contemplado entre enero de 2017 y octubre de 2018, en San Francisco y la región.
Las red local, que nació en nuestra ciudad a finales de 2016 y que desde 2017 realiza acompañamientos a mujeres que desean abortar, deviene de la red nacional "Socorristas en Red, feministas que abortamos".
Actualmente está integrada por Alejandra Roca, Verónica Bessone, Sonia Robledo, Paola Methyaz, Daiana López, Carla Ghisolfi, Carolina García y Emilia Pioli.
García, Ghisolfi y Pioli dialogaron con LA VOZ DE SAN JUSTO de cara a esta presentación para explicar su labor y vislumbrar que pese a las situaciones de clandestinidad y legalidad que enmarcan al aborto en nuestro país, las mujeres de nuestra ciudad deciden abortar.
En un año, se duplicaron
"En 2017, cuando presentamos datos de acompañamientos había 40 casos. Este año acompañamos a más de 100 mujeres en San Francisco y la región en sus procesos de aborto. Mujeres que entran en un rango etario muy amplio, desde adolescentes hasta casadas y con hijos", explicó García.
Al ser consultadas por las causas del incremento, adujo que eso se debe a que "Socorro se dio a conocer y fue un año muy especial porque se sacó al aborto del closet".
"No es que nosotras aparecemos en la ciudad y de repente las mujeres abortan. Las mujeres abortaron siempre, tuvieron siempre sus estrategias para hacerlo", completó Ghisolfi.
Acompañar
"Nosotras no hacemos los abortos, nosotras informamos y acompañamos, pero cada mujer se da su estrategia para llevarlo adelante", aclaró Pioli y contó que el acompañamiento tiene dos partes.
La primera es donde las mujeres se comunican con una línea pública para luego coordinar un taller, un encuentro con las socorristas, que buscan que sean grupales "para que las mujeres vean que no son las únicas que están en esa situación. Hay muchas mujeres que están acompañadas, y otras que no. A veces, la socorrista es la única que está del otro lado. Muchas veces es acompañar desde lo afectivo".
"Vamos acompañando a la mujer telefónicamente y se comunican por todo: si pueden tomar agua, o comer algo específico, necesitan charlar, nos cuentan algunos síntomas. A veces es la misma ansiedad de todo y podés terminar hablando de cualquier otra cosa, y eso a la mujer la calma porque la clandestinidad hace eso, deja a las mujeres en un rincón oscuro que es porque la sociedad no lo legitima. Que nosotros estemos, ayuda a legitimar", señaló Ghisolfi.
Los números son implacables y se conocerán con toda su fiereza y dureza el viernes próximo en la UTN, desde las 20. Pero hasta que Socorro Rosa decida revelarlos en su totalidad, las entrevistas dejaron cinco lecturas concretas: "Las mujeres cuando quieren abortan; la gran mayoría de ellas son creyentes y religiosas, y muchas practican; se encuentran muchos casos de violencia machista en las decisiones y los procesos; no importa la edad de la mujer, porque el rango de mujeres que han abortado en San Francisco en estos dos años ha sido muy amplio. Y por último: si se siguen los protocolos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el aborto es seguro, y las mujeres no tienen por qué correr los riesgos que corren".