“Llaryora y Juez son el día y la noche, los electores buscan un gestor y no un hablador”
Sin actividad política desde que dejó de ser diputado en 2015, Daniel Giacomino analizó el perfil de Martín Llaryora como posible primer mandatario de la capital provincial por el peronismo. Destacó que atributos como saber gestionar y tener una buena relación con el gobernador marcan la diferencia con sus competidores.
Entre los años 2007 y 2011, la ciudad de Córdoba, el distrito más importante de la provincia, tuvo a un sanfrancisqueño como intendente: Daniel Giacomino.
Ahora, ocho años después la oportunidad se le presenta a Martín Llaryora, quien es el candidato ideal para Unión por Córdoba para que el peronismo vuelva a gobernar esa ciudad.
Los sondeos previos le dan a Llaryora una ventaja sobre otros precandidatos como Luis Juez o Rodrigo De Loredo, ambos de Cambiemos. La causa -explica Giacomino en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO- son dos cualidades a su favor: "Córdoba tiene mucha deficiencia en gestión y yo creo que Martín en esto ha demostrado que es un buen gestor. Ahí está la clave, la otra es tener buena relación con el gobernador y eso ya lo tiene y lo va a fortalecer si (Juan) Schiaretti es elegido", expresó.
Giacomino, quien fuera también diputado nacional, está inactivo actualmente en la política ya que se dedica por completo a su actividad privada (es licenciado en Química farmacéutica).
"Hoy me siento más ideológicamente cerca de Unión por Córdoba y si tuviera que involucrarme sería con este espacio", sostuvo quien fuera además director del Laboratorio de hemoderivados en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) durante 14 años.
El exintendente, distanciado desde aquel rompimiento con Luis Juez, no deja de observar los movimientos en la política cordobesa, y a partir de su experiencia - donde incluso afirmó que dejó su sello en la salud pública de la capital - analizó la candidatura de Llaryora y sus posibilidades de acceder a la intendencia en el municipio más grande de la provincia y también más conflictivo.
- ¿Cuál es su visión de Martín Llaryora? ¿Cree que es un buen candidato para dirigir los destinos de la ciudad de Córdoba?
Tengo el mejor concepto de Martín, lo conozco mucho y sé que hizo una excelente gestión como intendente de San Francisco, y no hay que olvidarse, también como ministro de Industria de la provincia. Además conoce la ciudad de Córdoba, sus principales problemáticas a raíz de que es vicegobernador (hoy en uso de licencia dado que fue elegido como diputado).
- Además de la experiencia en cargos, ¿cree que los cordobeses lo ven como un posible intendente, aunque sea del interior?
Eso es una chicana, una falacia que usan otros políticos para señalarlo. Somos conscientes de que él recorrió la ciudad junto a (Juan) Schiaretti con quien tiene una buena relación.
- Distinto del caso del actual intendente Ramón Mestre, ¿Qué opinión tiene sobre sus dos períodos en Córdoba? ¿Cree que fue acertado no asistir a la apertura de sesiones en la Legislatura?
Tener una buena relación con el gobernador es muy importante. Aunque yo no era del mismo signo que Schiaretti, sí la tuve en su momento. En relación a Mestre creo que él siempre tuvo una relación tensa y en el último año y medio ni siquiera se hablaron. El hecho de que no haya ido el viernes a la Legislatura roza con la falta de respeto porque es el intendente de la ciudad más importante de la provincia, aunque sea opositor. Son situaciones que exceden estas divisiones.
- Si Llaryora es elegido heredará también lo realizado por Mestre en la intendencia. ¿Cuáles cree que son los principales problemas a los que se enfrentará?
Hay problemas y áreas en las que se retrocedió como en el sistema de transporte. Nosotros habíamos avanzado en el proyecto del transporte multimodal, la recuperación del tren, incorporar a los subtes, y después se desestimaron. También se discontinuó el transporte diferencial. Otro problema es el sistema de recolección de residuos; con la (ex) Crese se usaba el 13 % del presupuesto en una empresa propia que también incorporaba cooperativas de carreros y se diferenciaba la recolección. Hoy se gastan 7 puntos más del presupuesto para mantenerlo por año en un sistema que no mejoró y donde la gente considera que retrocedió. El sistema de cloacas es otro gran tema, había un plan integral que inició la gestión de (Luis) Juez. No tengo nada que ver con él pero sí reconozco que con él empezó, porque son obras que no terminan en una gestión sino que trascienden en años y nombres.
- Pero la ciudad de Córdoba sí creció, tuvo más participación la provincia entonces en la gestión aunque estuvieran distanciados de Mestre.
Claro, el crecimiento fue por la iniciativa de la Provincia, por ejemplo por la obra de la circunvalación que se está terminando que, sin dudas, beneficia a la ciudad en el tránsito. Pero después están las cuestiones ligadas a los reclamos cotidianos de los vecinos que debe atender sí o sí un intendente y que Mestre discontinuó, lo cual me da pena porque eran planes que iban más allá de una gestión. Estoy convencido de que Córdoba necesita un mejor sistema de transporte, con subtes porque agilizan y descomprimen el tránsito, además califican mejor a la ciudad y repercute en las inversiones de empresas y radicación de industrias.
- ¿Considera que Llaryora podrá lidiar con el peso que tienen los gremios de Córdoba?
En el caso de Mestre, él se llevó muy bien con el Suoem, más allá de lo que pasara con Rubén Daniele. De hecho es el único gremio que tiene un aumento mensual de salarios de acuerdo al índice de inflación; cuando la recaudación municipal creció por debajo y los empleados cobraron más, o sea que eso es un gran problema también. Para Llaryora, si llegara a ser intendente, será difícil porque la ciudad de Córdoba tiene tres gremios complicados como son Surrbac, UTA y Suoem. Cada uno tiene sus etapas más o menos complicadas y afectan de diferente forma la gestión.
- ¿Llaryora tiene a favor poder negociar mejor que Mestre entonces desde su opinión?
Todo con buenas gestiones se puede mejorar. A Mestre siempre le critiqué que eso le faltó, en los conflictos estuvo ausente mandando secretarios, a diferencia de Martín que tiene más experiencia y recorrido en este punto, es algo que debe priorizarse. Esa es la otra clave además de la buena relación con el gobernador.
- ¿Piensa que esto será tenido en cuenta por los electores cordobeses?
No es cuestión de ser político, sino de la capacidad de gestión. No se necesita un político que hable sino que negocie, sea firme y gestione. Tendrá como yo también tuve conflictos pero solo se sale con vocación de negociación. Martín es un gestor, además de político porque hoy no se busca una persona que dé grandes discursos, los famosos encantadores de serpientes. A comparación de Juez que son el día y la noche, porque él es todo lo contrario y hoy los electores ya no buscan más eso, quieren que mejore la ciudad. Él en San Francisco se consolidó porque hizo una gran estructura e incluso dejó a un sucesor de su riñón cuando se fue que sigue los pasos. Dios quiera tenga la dicha de ganar, sin dudas será una oportunidad y un trabajo que no lo dejará pensar en otra cosa.
- ¿Prioritariamente tiene que estar en los grandes y pequeños reclamos de los vecinos entonces?
Los cordobeses hoy se van a fijar en los atributos de gestión, que llegue alguien que pueda solucionar los problemas cotidianos como lo que sucede con la luz, baches, cloacas, basura. Ahí es donde yo logro marcar diferencias con otras personas como Juez o De Loredo, por su nivel de gestión. Necesitan hoy alguien que esté, gestione, negocie y solucione. Además de una persona honesta con buena relación con la Provincia que acá seguramente la tendrá porque si ganara Schiaretti además son del mismo espacio. A esto le da el ciudadano importancia.
- Al margen de su distanciamiento con Juez: ¿usted cree que tiene posibilidad de volver a ser intendente?
De ninguna manera elegirían a alguien que viniera del riñón del mestrismo, ni tampoco a Juez de nuevo. En mi opinión, las características del candidato que valoran no se acercan a esas personas. Este es un momento donde que se precisa otra persona al frente del municipio, un gestor. Claro que la gestión es política también pero no necesitan un hablador, un chistoso y Juez es más hablador que gestor.
¿Y cómo ve a Cambiemos y el mestrismo?
No ganaría nadie del mestrismo porque la gestión de Mestre fue mala y sus índices de aprobación son malos, quien mejor mide en Cambiemos es De Loredo, que tiene un perfil distinto a Mestre y tampoco son amigos. Sin embargo, no tiene la aceptación suficiente como sucede con Unión por Córdoba.