La percepción del riesgo de enfermedad cardiovascular es baja entre las mujeres
Según una encuesta en el país, el 62% de las mujeres consideró al cáncer como principal causa de muerte y solo el 34,9% a la enfermedad cardiovascular. "La mujer históricamente se autopercibe más protegida a los problemas cardiovasculares, cuando en realidad no es así", aseguró el cardiólogo Juan Pablo Aimasso del Sanatorio San Justo.
La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en la Argentina - el 27,3% del total de muertes- y en el mundo, en ambos sexos. A pesar de esta realidad, la percepción del riesgo de enfermedad cardiovascular es baja en la población, en particular entre las mujeres.
En el año 2021, el Área Corazón y Mujer "Dra. Liliana Grinfeld" realizó una encuesta de percepción de la enfermedad cardiovascular a mujeres de todo el país a través de la participación de los Distritos Regionales de la Sociedad Argentina de Cardiología y el 62% consideró al cáncer como principal causa de muerte y sólo el 34,9 % a la enfermedad cardiovascular.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, y en el mes dedicado a ellas, LA VOZ DE SAN JUSTO consultó con el médico cardiólogo Juan Pablo Aimasso del Sanatorio y Clínica San Justo Privado de nuestra ciudad quien analizó esta problemática que también advierten desde la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y la Fundación Cardiológica Argentina (FCA).
"La mujer históricamente se autopercibe más protegida a los problemas cardiovasculares, cuando en realidad no es así. Actualmente está comprobado que las mujeres se mueren más de infarto o accidente cerebrovascular (ACV) que de cáncer de mama", advirtió el doctor Aimasso.
Remarcó: "Se debe cambiar la idea que la mujer no padece problemas cardiovasculares, porque es un error. Muchas veces llegan las mujeres al consultorio a traer a su esposo, y a simple vista se puede ver que probablemente la mujer sea la que está más en riesgo, pero no perciben que pueden llegar a sufrir un infarto".
Aimasso aseguró que esto ocurre "porque culturalmente siempre se percibió así, pero ahora se está haciendo lo contrario. Todas las comunidades cardiológicas están haciendo mucho énfasis en la prevención de las enfermedades cardiovasculares en la mujer".
"Las sociedades de cardiología están dando mayor difusión a las enfermedades cardiovasculares en la mujer, hay recomendaciones clínicas y consensos. Prácticamente hay una subespecialidad en la cardiología, hay muchos médicos que se enfocaron en la mujer. Sin embargo, falta más difusión y educación en toda la población y se está intentando recuperar el tiempo perdido", aseguró el cardiólogo.
Enfermedades coronarias y manifestaciones atípicas
¿Qué enfermedades cardiológicas pueden sufrir las mujeres?. Aimasso afirmó que pueden presentar infarto y enfermedad coronaria, "aunque las mujeres tienen peor pronóstico que en los hombres por distintas causas, por ejemplo ante la misma patología el médico es mucho más agresivo en los tratamientos para el hombre que para las mujeres, cuando en realidad debería ser igual".
"Otra enfermedad es el ACV que incluso es más frecuente en mujeres que en hombres y generalmente tienen peor pronóstico, más mortalidad y secuelas", afirmó.
El cardiólogo explicó que dentro de las enfermedades coronarias "las mujeres tienen manifestaciones que son atípicas. Los dolores de pecho que suele tener una mujer no son fáciles de interpretar por cuestiones hormonales, distinta percepción del dolor, sensibilidad hace que la clínica sea diferente. Tienen distintas formas de presentación de la enfermedad coronaria que no es igual a la del hombre".
"Cuando una mujer llega con dolor de pecho se piensa siempre en otra cosa y después en lo coronario, mientras que en el hombre lo primero que se piensa es el algo cardíaco y ahí creo que radica el error", aseguró.
El médico recordó que después de la menopausia la mujer tiene más riesgo ya que pierde un factor protector que son los estrógenos. "Hasta la menopausia se dice que hay un intervalo de diez años entre el hombre y la mujer. Una mujer de 50 años se equipara a un hombre de 40. Esa brecha se va achicando después de la menopausia y a partir de los 70 años la incidencia es la misma en el hombre y la mujer, siempre teniendo en cuenta factores de riesgo asociados".
Con respecto a los controles que se deben realizar las mujeres afirmó que es importante "realizar la consulta con el médico clínico, realizarse análisis de colesterol, triglicéridos, diabetes y un electrocardiograma. El cardiólogo, en base a los resultados y los factores de riesgo puntuales de la mujer, decidirá si es necesario hacer otros estudios, que son iguales que los que se hacen en el hombre".
Remarcó que se debe "hacer hincapié en la historia de la juventud de la mujer, si transcurrió alguno con complicaciones cardiovascular, principalmente la hipertensión porque es algo que está comprobado que a futuro es un factor de riesgo más".
"Tampoco se debe esperar a que la mujer entre en la menopausia para hacer estudios, se deben hacer mucho antes, previniendo desde edades tempranas, igual que en el hombre", dijo.
Finalmente Aimasso aconsejó tanto a mujeres como a hombres "llevar una vida saludable, hacer 150 minutos de actividad física a la semana, llevar una dieta equilibrada, no fumar, no tomar alcohol y hacerse controles".
Factores de riesgo
Al igual que el hombre, la mujer se ve expuesta a los llamados "factores de riesgo tradicionales" como la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo. De acuerdo con los datos de la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2018 la obesidad estuvo presente en el 55% de las mujeres encuestadas mientras que la diabetes se registró en el 12,7% de la población y, ambas, se encuentran en aumento respecto de los datos previos del 2005. Por otra parte, el colesterol elevado (29%) y la hipertensión arterial (34%) se mantienen en las mismas cifras desde el 2005.
La mujer también se ve expuesta a otros factores de riesgo ligados a la historia gineco-obstétrica como el antecedente de haber tenido hipertensión del embarazo, diabetes gestacional, parto prematuro, bebes de bajo peso para la edad gestacional, y abortos frecuentes, todos ellos asociados a mayor riesgo de padecer enfermedad cardiovascular futura, al igual que la menopausia precoz.
Por otra parte, ciertas enfermedades que predominan en la mujer como las autoinmunes y el cáncer de mama también constituyen factores de riesgo por sí mismos o por los tratamientos asociados. La depresión es otro factor de riesgo fuertemente asociado a enfermedad cardiovascular y esta entidad también es más frecuente en la mujer.
Recientemente, se han reconocido ciertos factores de riesgo para enfermedad cardiovascular no convencionales ligados más al género femenino como la violencia de género, las condiciones socioeconómicas desfavorables y el bajo nivel educativo, que se asocia a peores condiciones laborales, maternidad y crianza monoparental con postergación y descuido de la propia salud.
Recientemente la Sociedad Americana del Corazón (AHA) ha delineado un llamado a la acción para las enfermedades cardiovasculares en las mujeres, haciendo hincapié en la necesidad de revisar la epidemiología, la concientización, evaluar el acceso a la salud y la prestación de una atención médica equitativa. Los pilares de este llamado a la acción se basan en: Crear conciencia, Optimizar la prevención y la atención clínica, Apoyar la investigación, Involucrar a las comunidades, Abogar por los determinantes sociales de la salud, Monitorear el progreso.