“La pandemia es un reflejo de cómo vibramos como humanidad”
La sanfrancisqueña vive en Valle Escondido, a las afueras de la capital provincia. Allí, se dedica a las terapias alternativas, habiendo dejado de lado la moda y la publicidad. La fundadora del recordado negocio de modas Estructura, rompió con eso y hoy invita a todos a hacer una búsqueda interior.
Por Stefanía Musso | LVSJ
Dicen que en nuestro camino aparecen señales cuando estamos
buscando cambiar algo de nuestras vidas. La sensación de vacío, infelicidad y
tristeza muchas veces se relacionan con el desapego de nuestro bienestar
interior y cerca de lo material.
Sin embargo, es necesario que lo espiritual y lo material vayan juntos de la mano, siempre priorizando la paz interior y teniendo plenitud de conciencia.
Así fue la vida de Verónica Verra, la sanfrancisqueña de 44 años que hoy vive en Valle Escondido junto a su hija Alegra de 9 años. Allí, la joven mujer dejó atrás su vida como publicista y diseñadora de modas para convertirse en terapeuta holística.
Quien fuera la fundadora del famoso local de indumentaria "Estructura", se alejó de esa forma de vida y hoy invita a todos a vibrar de otra manera ante la pandemia de coronavirus que, según ella, llegó para mirar hacia adentro, parar, detenernos y dejar de pelear con el mundo que nos rodea.
- ¿Cómo fue tu descubrimiento espiritual?
Fue todo un proceso que fui recorriendo en mi vida. Siempre sentí en mi interior que no estaba del todo plena -más allá de no haber vivido algo traumático o una carencia específica- y a pesar de estar "todo bien"; yo no lo vivía así. Pasé por muchas etapas algunas muy alejadas de mí misma pero siempre estaba presente una especie de Fe que me guiaba a pesar de mis aparentes desaciertos, mucho de eso se la debo a mi abuela paterna. Así fue que en ese pleno proceso en el cual la vida te pone en contacto con situaciones duras, comencé conscientemente a ir por este camino y ya no hay vuelta atrás.
- ¿Cómo fue el salto desde la publicidad a lo espiritual?
Mi vida fue un cambio constante y hoy veo las cosas diferentes pero siempre fui la misma. Lo nuevo es que hoy ya no tengo miedo a ser yo, desde mi esencia.
La publicidad y el diseño de moda fueron parte de las actividades y facetas que desarrollé, pero no fluía del todo ahí. Me encantaba pero no salía fácil, y no me sentía plena. El día que me animé a transitar esta etapa de mi vida; la de la integración y la conexión profunda conmigo misma, fui conociendo grandes personas que me guiaron.
- Pero cambió rotundamente tu vida...
Empecé a estar más plena, feliz y que todo se acomode sin hacer mayores esfuerzos; tratando de ser cada vez más consiente de mi vida, más coherente, que soy algo más que lo que veo con mis ojos y que la vida es maravillosamente mágica si la vivo desde ese lugar que está en cada uno de los seres humanos. Para mí, el corazón es el camino, menos cabeza y más corazón, menos juicio y más integración.
- ¿Cómo fue el encuentro con esta vida tan diferente?
Es un encuentro constante con la libertad profunda con la conciencia. Es un encuentro con uno mismo y eso no quiere decir que no hay desafíos porque siempre los existen, pero la conciencia es otra. Ya no te sentís víctima o impotente. Ahora te preguntás qué me está mostrando esta situación, qué hay en mí que está creando esta realidad que no me gusta y desde esa mirada " consiente" tu realidad cambia y la magia comienza.
"La
situación de la covid es global pero el cambio es individual. Si yo cambio mi
consciencia, también cambiará mi mirada sobre la pandemia y la voy aprovechar
para transformarme y evolucionar", dijo Verónica Verra.
- No es nada fácil.
Es un proceso constante de ser uno mismo y liberarnos de lo que ya no queremos repetir. Hoy estamos en un momento de gran apertura y cada uno va eligiendo. Lo importante es poder y saber que puedo elegir. Cada vez hay niños más sensibles que les cuesta adaptarse al sistema. Las nuevas generaciones son las que generan el gran cambio que necesitamos como humanidad. Para ellos, hay muchas herramientas para poder contenerlos y guiarlos desde el amor.
- Sos terapeuta holística. ¿Qué buscan las personas que se acercan a vos?
Desde mi conciencia, los que se acercan a mí, están en mí. Me están mostrando ellos algo a mí. Es una ida y vuelta.
La persona que llega mi espacio holístico es por vibración, está en mi camino de evolución y sé que viene el otro a sanarme a mí porque ambos estamos evolucionando en el encuentro.
Y solamente soy una guía o un canal. Cada uno hace su recorrido como alma, en su proceso de evolución y hay que respetar cada creencia y etapa de cada persona. No todos tenemos los mismos tiempos y aceptar al otro y aceptarme sin juzgar es un gran paso para todos como humanidad.
La espiritualidad es algo intrínseco en el hombre y está bueno sacarle peso a la palabra y sentirla liviana y que está en todos nosotros.
- ¿Lo material y lo espiritual pueden ir de la mano?
El camino espiritual no está separado de la materia. Somos lo que pensamos, sentimos y vibramos, somos un todo hermoso y maravilloso.
- ¿Cuáles son las primeras señales que se nos aparecen cuando estamos en el camino de la búsqueda?
La más clara es el vacío; ese que no puedo llenar con todo el oro del mundo o con algo ajeno a mío, esa es la señal.
- ¿Cuán importante es tener paz interior?
Es lo que te regresa a la vida.
- Hablaste de un momento de apertura pero estamos ante una pandemia. ¿Para qué llegó a nuestras vidas? ¿Qué debemos aprender de ella?
La pandemia es un reflejo de lo que vibramos como humanidad y estamos ante un gran cambio de estructuras profundas. La situación de la Covid - 19 es global pero el cambio es individual. Si yo cambio mi consciencia, también cambiará mi mirada sobre la pandemia y la voy aprovechar para transformarme y evolucionar.
- ¿Cuál es el mensaje?
Mirar hacia adentro, parar, detenernos y dejar de pelear con el mundo que nos rodea. Debemos sanar vínculos especialmente con uno mismo.
-¿Qué provecho podemos sacarla a esta situación?
Es un momento maravilloso para verse a uno mismo, para soltar y liberar estructuras. Esto rompió todos nuestros esquemas, nos sacó del automatismo y nos llevó a emociones muy profundas que estaban guardadas en el placar. Llegó la hora de volver hacia adentro y dejar de buscar afuera lo que no encuentro en mi interior, empoderarme y saber qué quiero y qué no para mi vida.
De San Francisco a Valle Escondido
- ¿Hace cuánto vivís en Valle Escondido y por qué elegiste ese lugar?
Hace 10 años y lo elegí casi de manera inconsciente. Se dio así y hoy lo elijo, me gusta estar cerca de la naturaleza y mi casa es mi lugar en el mundo. Mis padres siempre me apoyaron de manera amorosa y confiaron en mí; más allá de mis procesos que muchos fueron muy intensos, lo cual estoy muy agradecida.
A los jóvenes les digo que se puede estar bien y ser feliz acá en la tierra cuando eso que haces te llena el alma, lo que te hace feliz y hoy hay muchas herramientas para conectarse con uno mismo, bajar la ansiedad y tener mayor claridad.
- Sos una Verra y la música es parte de tu vida...
Me marcó de pequeña. Siempre fue parte de las reuniones familiares y yo de chica cantaba en el coro y estudié piano. Amo la música y es parte de la tradición familiar.
- ¿Qué recuerdos tenés de estructura?
Tengo hermosos recuerdos. El nombre lo elegí yo a mis 18 años qué paradoja porque ahora hablo siempre de romper estructuras. Por algo fue ese nombre. Agradezco a San Francisco por tantos años compartidos.
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