La increíble anécdota de Gabriel Luna en el ascenso de 2009
El ex jugador de Sportivo recordó el tenso momento que le tocó vivir en Mendoza cuando el "verde" subió al Torneo Argentino A.
Jugadores y cuerpo técnico festejaban un hecho histórico junto a cientos de hinchas que habían viajado a Mendoza para el partido de vuelta de la promoción ante Gimnasia y Esgrima, el 14 de junio de 2009. Sportivo acababa de conseguir el ascenso al Torneo Argentino A que tanto había buscado.
Pero faltaba un jugador. Gabriel Luna recién pudo sumarse a la celebración media hora después. ¿Dónde estaba? Encerrado en el vestuario, resistiendo junto a Bochinche -por entonces utilero del plantel- los embates de los desaforados hinchas mendocinos que querían llevarse todo.
Cabe recordar que el partido, que el equipo de Cristian Domizi ganó por 2 a 0 (redondeando un global de 4-1) no llegó a los 90 minutos producto de la invasión de los simpatizantes locales, que al ver que la desventaja era irreversible, invadieron el campo de juego cuando todavía quedaban varios minutos por jugarse.
Los hinchas fueron en busca de los jugadores de Gimnasia para saquearlos y quedarse con sus vestimentas. Los futbolistas locales corrieron desesperados hacia la boca del túnel y Luna cometió el error de buscar resguardo junto a ellos.
El cordobés recordó la anécdota y contó: "La invasión se produjo cuando teníamos un córner a favor. Yo fui de espaldas a buscar la pelota para tirarlo y no vi que estaban entrando a la cancha. Cuando me di vuelta a acomodarla vi que se venían todos esos muñecos. Cuando estaban cerca vi que tenía más cerca el túnel que nuestro banco de suplentes, por eso me tiré al túnel. Ahí fue tremendo porque los hinchas le pegaban a los jugadores".
Luego prosiguió: "Yo entré justo al vestuario y con el Bochi teníamos la puerta porque querían entrar a robarnos. A los de Gimnasia les habían robado todo. Incluso había unos chicos que habían jugado conmigo en Luján de Cuyo y yo los agarré de los pelos y los metí en nuestro vestuario porque les estaban pegando y les habían robado toda la ropa".
Hoy, desde Córdoba y a 9 años de aquel logro, Luna recuerda que "quedó ese recuerdo un poco triste. Yo trataba de consolarlos, porque ellos lloraban porque habían perdido la categoría. Mi festejo fue con Bochinche, abrazados en el vestuario, nosotros solos. Una porque estábamos resistiendo en la puerta y otra porque la policía no nos dejaba salir".
Finalmente pudo sumarse a sus compañeros "como media hora después, cuando la policía nos dejó salir, ya estaban todos festejando, todos en ronda. Lo único que atiné a hacer fue sacarme los botines que había comprado hacía un mes y los tiré a la tribuna donde estaba la gente de Sportivo, mi viejo entre ellos".
"Así que hoy debe haber dos hinchas que tienen un botín mío cada uno. Ese es el recuerdo que tengo de aquella tarde y del tumulto que tuve que vivir", finalizó.