Frontera, esa ciudad sin aparente justicia
Ya pasaron varios días del homicidio de Leonardo Gallegos, el DJ baleado en su casa de calle 9 y 54 en la vecina ciudad. En la semana hubo una marcha pero hasta el momento no hay detenidos ni avances significativos en la causa. El reclamo a la justicia santafesina volvió a la primera plana ciudadana.
Por Ivana Acosta | LVSJ
Los fronterenses llevan años pidiendo por la presencia de diferentes instituciones que les permitan crecer como ciudad y no serlo solo por un número o espacio geográfico. Aunque forman una sola zona urbana con San Francisco y a la par barrio Acapulco de Josefina no dejan de ser tres jurisdicciones y dos provincias distintas.
Son tan disímiles entre sí que por ejemplo en materia de salud necesitaron ante la pandemia de un acuerdo entre los gobernadores Juan Schiaretti y Omar Perotti para que puedan atenderse en el Hospital J.B Iturraspe que verdaderamente es el más cercano y que conocen de memoria.
Para la práctica Frontera, barrio Acapulco y San Francisco son lo mismo, más aun en la forma de recurrir a la justicia ante una necesidad, y así citando un caso solamente mientras nuestra ciudad tiene su Juzgado Federal (que llevó muchos años que empezara a funcionar) y los tribunales de competencia ordinaria, del otro lado del camino interprovincial para muchas personas es difícil entender quién tiene competencia y porqué a pesar de todo dependen de una ciudad más alejada como Rafaela para casi todo.
Frontera es desgraciadamente una ciudad que queda en el medio de los conflictos y de lo que bien podría expresarse en las calles como bronca o injusticia. La sensación no puede ser sino de desolación y desamparo.
Puntos de lucha
Esa desazón y el dolor se volvió a manifestar con los amigos y familiares de Leonardo Gallegos días atrás, luego de conocerse la muerte del DJ de dos disparos desde la ventana de su propia casa donde un segundo antes le devolvía el mate a su madre.
Los vecinos llegaron al grito de justicia desde la municipalidad de Frontera hasta la intersección del camino interprovincial y la ruta nacional 19, en la línea donde se dividen las ciudades y que tristemente se convirtió en un epicentro de reclamos de justicia que antes por ejemplo cobijaron los sollozos de familiares de Omar Olocco y María Paz.
Además de expresar su indignación por el triste episodio delictivo y gritar: "Pedimos justicia por Leo", las personas también exigieron avances en la investigación que está a cargo de la justicia de Rafaela y que hasta el momento no tiene detenidos, en tanto que el sospechoso es parte de la hipótesis de la familia más no material probatorio para la justicia.
Lo cierto es que la marcha también dejó al desnudo el hartazgo de las personas cuando un hecho de inseguridad - cualquiera sea - sucede; en estos casos la pregunta es siempre la misma "¿Por qué la justicia no hace nada?" o surgen afirmaciones tales como "Acá nadie hace nada" y "Ya no sabemos qué hacer".
Respuestas vacías
A veces las personas dicen cosas y las repiten tantas veces que para quienes las escuchan después de un tiempo en la misma situación todo se vuelve hueco o vacío.
Eso le pasa a los fronterenses cuando golpean puertas en busca de respuestas y con el tiempo las cosas no cambian. Si piden que algún miembro de la justicia se haga presente para poder dialogar, terminan yendo a sus oficinas y no a la inversa. Si tienen una audiencia con funcionarios municipales - aunque en cierta manera están atados de manos - las gestiones que realizan pareciera que nunca se concretarán.
Un ejemplo de ello se observa en el comunicado de la intendenta Victoria Civalero horas después de la muerte de Gallegos. En aquella oportunidad dijo: "Estos hechos lamentables y trágicos no hacen más que validar y reforzar el reclamo que desde hace tiempo expresamos como gobierno a las autoridades del Poder Judicial, del Ministerio Público de la Acusación y de las Fiscalías".
"Los vecinos de Frontera necesitamos presencia efectiva en nuestra ciudad y acciones concretas para sentirnos protegidos y cuidados por los responsables de la justicia y seguridad en todo el territorio de Santa Fe", siguió la mandataria municipal.
Esto es cierto han entablado diálogo con el gobierno de la provincia de Santa Fe, el secretario Regional de Fiscalía Mario Miretti habló acerca del caso posteriormente y se mantiene contacto con el senador del departamento Castellanos Alcides Calvo para abrir nuevos canales de negociación pero eso se dilata en el tiempo. Para los hechos, en este último tiempo solo se produjo un avance: la designación del fiscal adjunto asignado a Frontera, Nicolás Stegmayer, de quien no depende el crimen de Gallegos.
En soledad
Los vecinos de Frontera siguen enojados y es una especie de calor que se apaga pero vuelve a la superficie cada vez que un nuevo hecho delictivo sucede, más aun cuando por ellos una nueva víctima se contabiliza.
Del homicidio de Leonardo Gallegos se conocen pocos avances. No hay un detenido y la hipótesis de la familia que la usurpación de una casa de su propiedad lindera a la del DJ podría ser el móvil no es suficiente.
La única certeza hasta el momento es que Leonardo ya no volverá a sentarse en la cabecera de la mesa con sus padres en su casa de Frontera. Nadie va a usar la camioneta equipada para cuando ponía música y el llanto de sus papás todavía resuena en las cabezas de todos como el grito de todos de que haya justicia.
Crimen y conmoción
Leonardo Gallegos fue baleado luego de escuchar una voz que lo llamó a través de la ventana al caer la tarde el 23 de abril. Desconocidos le efectuaron dos disparos, uno en el rostro y otro en el pecho, que lo hirieron gravemente. El 28 del mismo mes murió tras ser derivado a Córdoba donde iban a intervenirlo aunque esa operación no se realizó.
El hecho ocurrió en su casa donde vivía con sus padres en la esquina de calles 9 y 54 en la ciudad de Frontera. Por el crimen no hay ningún detenido.