Flecha del Plata fue demasiado para Tarzanito
De los partidos difíciles de explicar. Desparejo y desigual por donde se lo mire. Injusto, muy injusto para el sueño de cada uno de los chicos que visten la camiseta de Tarzanito, que esperaron tanto tiempo este Nacional y en frente se le pone una selección de chicos profesionales, que vienen solo a ganar, ganar y ganar, automatizados por el triunfo, empujados por sus absolutas y brillantes capacidades.
Flecha no tiene la culpa. Hizo su trabajo y lo hizo muy bien, a tal punto, que para evitar una ridiculización, puso el freno en el acelerador, que si no lo hacía, hubiese decretado un resultados de dos cifras casi con seguridad.
Tarzanito padeció el destino del bolillero, que los puso en frente de un equipo que con el correr de los días dará que hablar. "Tarza" relució sus limitaciones, pero jugó con dignidad. El fútbol potrero no alcanzó, ni muchos menos, pudo jugarlo como aquellas tardes de baby, donde cuando el fútbol no aparece, se juega con el corazón. Tampoco hubo milagro.
Seguramente Flecha del Plata no es un equipo perfecto, pero juega como si lo fuese. A un toque, precisión, rapidez, capacidad de generación de espacios y una alto porcentaje de definición. De todos modos, lo que más impresiona en el conjunto de Buenos Aires, son sus individualidades, absolutamente parejas del primero al último y de alto nivel.
Nocaut de
arranque
Cuatro goles en cuatro minutos. Uno por minuto, en una sincronización casi perfecta. Gorosito tras una serie de paredes con Amarilla puso el primero, Amarrilla de tiro libre el segundo, Gorosito rematando de lejos el tercero y Britez con una impecable definición el cuarto. Cuatro, en cuatro minutos y el reloj casi ni había puesto en marcha su agujas.
Que poco se había jugado y que mucho faltaba. De ahí en adelante, fue absolutamente un monologo "porteño". Toque, juego y algunas piruetas y destellos de talento, de varias de sus individualidades. "Tarza" sorprendido. Golpeado. Perdido. Triste, pero con la frente en alto. Digno de un ejemplo, abatido y todo, jamás apeló al juego fuerte, fue respetuoso y se bancó la goleada corriendo e intentando lo casi imposible.
Hubo tiempo para caños y maniobras aplaudibles. Dos más de Britez y uno más de Gorosito, para llegar al 7 a 0 y así el descanso.
Para el complemento, Fernández cambió casi medio en Flecha. "Tarza" repitió los mismos, como intentando buscar revancha. Pero, en el conjunto "porteño", ingresó Encinas, diferente, único, distinto.