Fenómeno preocupante que llegó a la ciudad
Los ataques con piedras a automovilistas que circulan por la ruta han llegado a San Francisco. Debe tomarse nota de ello en los ámbitos que tienen responsabilidad en la seguridad y actuarse en consecuencia incrementando la vigilancia en los accesos ala ciudad. Solo así se podrán evitar derivaciones trágicas de un fenómeno que amenaza con crecer entre nosotros.
En las grandes ciudades del país, un fenómeno delictivo parece generalizarse sin que se encuentren antídotos por parte de las fuerzas de seguridad. Los ataques con piedras a automovilistas que circulan por las rutas y autopistas, sobre todo en temporada de vacaciones, generan múltiples trastornos y hasta desgracias irreparables.
El accionar de delincuentes, la mayoría de corta edad, en las avenidas de circunvalación de Rosario, la amenaza permanente que existe en los ingresos a la capital provincial, en especial el de la ruta 19 y los ataques que se manifiestan a diario en las grandes autopistas de Buenos Aires son ejemplos palpables de una situación a la que es difícil encuadrar y, mucho menos, eliminar.
En este marco, las cámaras de televisión mostraron el terrible episodio ocurrido días atrás en Rosario cuando un delincuente fue atropellado por un automóvil que no se detuvo ante la amenaza que surgía de su accionar: piedras arrojadas y armas exhibidas pretendían que se detuviese algún vehículo para proceder a asaltar a sus ocupantes. Los relatos de quienes han sufrido algún tipo de situación similar se repiten en las redes sociales y se denuncian a través de los medios. Más cerca, en la ruta 168, a la salida de Santa Fe se viven situaciones dramáticas habitualmente, mientras que algunas empresas de micros de larga distancia que cubren el trayecto entre Córdoba y San Francisco cambian cada tanto el recorrido de su salida -o ingreso- de la capital provincial para evitar ser víctimas de los "arroja piedras". Algunas consecuencias lamentables como heridas graves y también víctimas fatales producto de estos hechos se suman a esta dolorosa enumeración. El fenómeno, alarmante por donde se lo observe, puede tener lecturas diferentes. Pero sus consecuencias son observables, medibles y en muchos casos preocupantes.
Esto último es lo que se ha generado en la ciudad y la región durante los últimos días, luego de que un vecino de Devoto denunciara que él y otros conductores sufrieron un ataque con piedras cuando transitaban por la ruta nacional 19, en las inmediaciones del ingreso al Aero Club San Francisco. Su relato es similar al que varios automovilistas hacen a diario en las grandes capitales argentinas. Y las consecuencias del episodio que le tocó vivir no fueron graves porque, por fortuna, los agresores no acertaron a las ventanillas.
Esto significa que una modalidad delictiva peligrosa ha llegado a nuestra ciudad. Debe tomarse nota de ello en los ámbitos que tienen responsabilidad en la seguridad. Y actuarse en consecuencia incrementando la vigilancia en los accesos a San Francisco. Solo así se podrán evitar derivaciones trágicas de un fenómeno que amenaza con crecer entre nosotros y que atenta contra la convivencia, la legalidad y, fundamentalmente, los bienes, la salud y la vida de las personas.