Falta de vacunas: con la salud no
Es de esperar que Nación regularice pronto la entrega de vacunas antigripales para que en San Francisco retornen los operativos de inoculación. Con la salud no se puede especular y tampoco este aspecto básico de la vida humana puede ser rehén de cuestiones presupuestarias que derivan los fondos -de por sí escasos como se puede experimentar a diario- hacia otros ámbitos.
La campaña de vacunación antigripal que había comenzado el pasado 23
de abril debió ser discontinuada como consecuencia de que se interrumpiera la
entrega de dosis. De acuerdo a lo informado desde la Asistencia Pública, los
primeros inconvenientes se registraron la semana pasada cuando comenzó a
discontinuarse la entrega de vacunas provenientes desde la Secretaría de Salud
de la Nación, que llegan a San Francisco por medio del Ministerio de Salud de
la provincia de Córdoba.
Este problema puntual obliga a que se reflexione sobre la importancia que la salud pública tiene para la vida de una sociedad, de un país. En tiempos en los que el ajuste económico alcanza niveles muy altos, el establecimiento de prioridades en la inversión y el gasto oficiales debiera estar alcanzado por el sentido común. Y, entonces, aunque mermados por las condiciones económico - financieras, los fondos destinados a programas sanitarios tendrían que tener primacía por sobre otras partidas presupuestarias.
Lo acontecido obligó al municipio a vacunar solo a personas que forman parte de los grupos de riesgo frente a la gripe. Si bien está indicado que así sea, lo cierto es que la menor cantidad de vacunas se ha transformado en un problema serio, habida cuenta de la demanda existente y de que posiblemente no se alcance a inocular a todas las personas que obligatoriamente deben recibir las dosis. Se recuerda que de manera prioritaria se coloca la vacuna a grupos considerados de riesgo que están compuestos por embarazadas, por niños de entre 6 meses y 2 años, por adultos a partir de los 65, por personas de 2 a 64 años con alguna predisposición o vulnerabilidad asociada, por formar parte de equipos de salud y por personal denominado "esencial" (integrado, por ejemplo, por fuerzas de seguridad, bomberos y autoridades, entre otros).
Cabe recordar además que la gripe es potencialmente mortal pese a que no se considere de este modo en gran parte de nuestra sociedad. Se contagia fácilmente de persona a persona. Además de agravar las enfermedades del corazón puede conducir a otras enfermedades, como la neumonía viral o bacterial, que causan complicaciones de las enfermedades cardiovasculares. Por ello, la vacunación a grupos de riesgo primero y a la mayor parte de la población después se torna esencial para garantizar la vigencia de una calidad de vida al menos acorde con los tiempos que corren.
Es de esperar que la Nación regularice pronto la entrega de vacunas antigripales para que en San Francisco retornen los operativos de inoculación. Porque con la salud no se puede especular y tampoco este aspecto básico de la vida humana puede ser rehén de cuestiones presupuestarias que derivan los fondos -de por sí escasos como se puede experimentar a diario- hacia otros ámbitos.