Experiencia de vida
El sanfrancisqueño Sebastián Scolari aludió a lo vivido en Chile en el aspecto deportivo y humano habiendo sido testigo presencial del histórico estallido social.
Meses atrás viajó a Chile detrás de una difícil misión deportiva, salvar del descenso en la segunda división del fútbol a San Luis de Quillota, propósito que logró con creces y que por ende le dio crédito para continuar el año próximo en el club donde fue asistente del DT José María "Pancho" Martínez, ex ayudante de Diego Maradona en Dorados de Sinaloa.
Mérito deportivo conseguido en una convulsionada actualidad del país trasandino, de la que fue testigo presencial, viviéndolo en carne propia, si hasta se mezcló en una de las multitudinarias protestas por demandas sociales y en contra del gobierno de Sebastián Piñera, golpeando una cacerola.
El entrenador Sebastián Scolari de regreso a nuestra ciudad, en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, se mostró satisfecho por el objetivo cumplido en el plano futbolístico pero más aún sensibilizado a raíz del histórico estadillo social, por lo que prefirió calificar como una "experiencia de vida muy enriquecedora" lo sucedido en suelo chileno.
-Fuiste a Chile con la difícil misión de mantener en la divisional B al equipo de San Luis...
-Cuando llegamos ya iban cinco fechas del torneo, el equipo estaba último, a 3 puntos del penúltimo último. Entonces tuvimos que recomponer la parte táctica y estuvimos seis fechas invicto, conseguimos buenos resultados los que nos hicieron subir y terminamos sacándole 9 puntos al equipo que quedó último, faltando tres fechas ya nos habíamos salvado del descenso que era el objetivo del club.
Faltaban tres fechas en la B y cinco en la A, cuando ocurrió el estadillo social y se suspendió el fútbol. Fueron unos 45 días de suspensión, luego se reintentó con un partido de primera, pero en el entretiempo barrabravas tiraron piedras, se complicó el tema y a partir de ahí se suspendió el fútbol y dieron por terminados los torneos, sacando los descensos en ambas categorías.
-¿Por lo realizado existen posibilidades de seguir allí?
-En lo deportivo nos fue muy bien, y con este final abrupto, inesperado, se decidió finiquitar a todos los jugadores y cuerpos técnicos, pero ya tuvimos algunas conversaciones y la verdad que ellos quieren que continuemos y para nosotros es una propuesta muy interesante.
Sería un lindo desafío armar un buen equipo para el año que viene intentar ascender a primera A. De renovar el 10 de enero comenzaríamos con la pretemporada y el 28 de febrero es la primera fecha estimada para comenzar el torneo.
-En contrapartida con lo vivido deportivamente te tocó ser testigo de un gran estallido social...
- Estaba trabajando muy cómodo y de un día para otro se produjo este fenómeno social que seguramente quedará en la historia porque para el que lo pudo vivir de manera presencial, en el día a día, fue algo muy intenso como lamentable con los heridos y muertos que dejó por la represión que existió.
Los objetivos del deporte quedaron en segundo plano, se empezó a enfocar el país en este estallido social, donde se produjeron varios sucesos que hacen a la apertura mental de uno y empezar a entender las culturas e historia de estos países de cómo se van desarrollando.
-¿Cuáles fueron tus sensaciones?
-Fueron una mezcla de sensaciones diarias porque uno no lo esperaba y después con los pasos de los días cada vez fueron más grandes las manifestaciones de la gente, fíjate que en Santiago llegó a más de un millón doscientos mil personas manifestándose, y cómo quería interiorizarme del tema fui y participé de una en Viña del Mar, y la verdad me pareció totalmente justo el reclamo, principalmente en salud y educación.
Había unas 200 mil personas con sus cacerolas, de todo estrato social, familias, jubilados, una protesta genuina, no inducida por nadie, como que se despertó el pueblo chileno ante injusticias que no le dejan tener una calidad de vida adecuada a lo que ellos quieren.
-Viviste de cerca un toque de queda...
-Nunca había pasado por tal situación, y la verdad que te afecta tu vida porque a partir de una hora no podes salir a la calle y si lo haces vas preso. Los horarios iban cambiando, una vez a las 6 otros a las 8 de la tarde y se extendían por doce horas.
Ahí tomas conciencia de lo serio de la situación y uno se siente privado de su libertad, porque no podías ir a un supermercado, un kiosco. Las calles estaban desiertas y solo se escuchaban los cacerolazos desde los edificios. Tenías que comprarte provisiones porque no quedaba nada abierto, había mucho nivel de incertidumbre porque no sabías que iba a ocurrir al día siguiente.
Así como las manifestaciones eran pacíficas con gente de bien haciéndola, estaba la parte fea con los vándalos que se aprovechaban y hacían saqueos, quemando negocios y que eran las minoría, con lo que uno no está de acuerdo.
Felizmente el Congreso chileno llegó a un acuerdo para convocar en abril de 2020 un plebiscito por una nueva constitución que sustituya la vigente desde la dictadura de Pinochet, lo que pedía el pueblo más allá de los problemas de salud y educación.
-¿Tuviste miedo?
-Nunca tuve temor pero sí incertidumbre porque te cambia las costumbres de tu vida diaria, de ir al supermercado a comprar más de lo normal porque no se sabía si el abastecimiento iba a llegar a los lugares que uno estaba.
Quillota es una ciudad muy parecida a San Francisco en cantidad de habitantes, muy tranquila, pero todos los días había manifestaciones, quemaron muchas farmacias, bancos.
Me sirvió mucho para mi vida, para empezar a entender otras culturas, otras formas de pensar y vivir. Esto va a quedar en la historia y será material de consulta por muchos años por tratarse de una situación increíble.
Lo acepté desde ese lugar. Si lo tomaba como un problema me iba a costar mucho en el día a día, iba a querer volver. Entonces lo enfoque desde otro lugar para empezar a aprender cosas, estábamos con los jugadores preguntándoles que sentían, como vivían, qué pensaban.
-¿Pese a lo vivido volverías?
-Es la carrera de uno, a lo que se dedica, y esta es la oportunidad que tenemos, por supuesto si aparece otra propuesta la evaluaríamos, pero si tengo que volver el 10 de enero lo haría con muchísima felicidad porque los dirigentes se portaron de manera excelente.
Nos cuidaron mucho, nos apoyaron en las tomas de decisiones porque no era fácil entrenar o no, los jugadores por ahí no podían llegar porque a la noche tenían que cuidar sus casas para que no le entraran a robar, a veces pasaban toda lo noche sin dormir, no podían llegar porque había cortes de ruta, la verdad que muy intenso todo, una gran experiencia de vida.