En el nombre de Miguel Ángel
Para que la muerte de Miguel Ángel Leguizamón en un accidente de tránsito no quede olvidada, su pareja Débora pretende hacer todo lo que esté a su alcance con el objetivo de hacerle justicia. El hombre de 32 años murió tras ser atropellado por una camioneta en Estación Frontera días atrás.
Por Ivana Acosta | LVSJ
De un momento a otro la vida de Miguel Ángel Leguizamón se terminó, así como quien pone un poco de arena en sus manos abre lentamente un espacio y ésta se filtra en un abrir y cerrar de ojos.
Desde ese momento como si fuera un reloj de arena pasan las horas angustiantes posteriores al duelo todos sus familiares. En la Tierra Miguel dejó a cinco hijos y con su pareja actual vivían tres pequeños de 10, una nena de 2 y un bebé de 2 meses.
Su muerte ocurrió de forma inesperada y no había probabilidad alguna que hubiera llevado a pensar que por cuidar a su nena y llevarla a comer después encontraría la muerte en una esquina.
Todo sucedió alrededor de las 13 del domingo 9 de agosto pasado, Miguel estaba ayudando a su hermano a levantar unas paredes en una casa que hacían, su pequeña hija lo seguía a todos lados y para que pudiera trabajar y ella no correr riesgos la llevó a su casa. Poco después de eso cuando volvía sucedió la tragedia. En la esquina de Gobernador Iturraspe y José Balari, en Estación Frontera, la muerte apareció a manos del conductor de una camioneta Volkswagen Amarok negra.
El choque le ocasionó lesiones gravísimas y fue trasladado en grave estado al Hospital J.B. Iturraspe, sin embargo, al otro día a las 7 falleció y el mundo se volvió pesado y lleno de angustia para sus seres queridos.
Quedó la familia
Débora Ledesma tiene 29 años y era la pareja de Miguel Ángel que tenía 32 años. Hacía cuatro que compartían sus vidas y soñaban con mudarse ahora por estos días a su casa propia dejando de pagar por fin el alquiler.
"Esa mañana yo lo veía como preocupado porque nosotros alquilábamos, queríamos terminar la casa para irnos a vivir porque pagamos mucho de luz y alquiler. Fue todo tan rápido", dijo la mujer haciendo un silencio abrupto.
Siempre se va a acordar de esos momentos, de esa mañana en que compartieron unos mates y después le llevó leña para la estufa, luego se fue a trabajar y lo demás ya se sabe.
Por esas cosas del destino ese día fue en moto de su hermano a ayudarlo, habitualmente se movía en bici, no obstante, el camino de todo destino es intrincado y a veces inexplicable. "Fue lo último que compartí con él", reiteró después de su silencio la mujer.
Ante la falta de respuestas pegarán estos carteles para que no olviden a Miguel
Atravesados por el dolor
Ahora Debora y los hijos de Miguel Ángel quedaron solos, cuando murió el bebé cumplió dos meses de vida y a su mamá le duele que hayan quedado todos así de la nada sin su papá que tanto los quería.
Ella amamanta al bebé, no trabaja y por ahora su único ingreso es la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar. Su apoyo es la familia de Miguel porque ella no es de la zona sino del norte de Santa Fe, de Reconquista.
Todos saben que el accidente tuvo al conductor de una camioneta Amarok involucrado, pero de la causa no se supo mucho más y aguardan noticias del abogado que se esforzaron en conseguir para darle justicia a este padre de familia.
"Tenemos un abogado porque queremos justicia por él que no le pase a nadie más porque mi dolor es mucho. Nada va a ser igual, pero tengo que seguir adelante por ellos (los chicos). Está suelto y dejó a mis hijos sin padre", le reprochó a esa persona Debora.
Su impotencia es mucha y afirmó sobre su pareja que hacía changas para llevar comida a la mesa: "No merecía morir de esta manera, todo lo que pueda lo voy a hacer por la memoria de él".
Vive en sus recuerdos
Debora dijo que Miguel Ángel era alguien alegre, "feliz que siempre andaba sonriente" y por eso imagina que "no los hubiera querido ver tristes, sino que sigan adelante". Su personalidad era la de un buscavida, de una persona positiva, según describió "a todos los problemas y tenía muchos les buscaba solución".
Mientras prepara los carteles para pedir justicia la mujer sintetizó el perfil de su pareja: "No tenía maldad, si podía darte una mano lo hacía a quien sea".
En estos días todos se hubieran mudado a pocas cuadras a la casa que él construyó con esfuerzo, ahora sus hermanos continúan el legado con el objetivo de que su familia pueda resguardarse en ese techo sin pagar alquiler.
"Él quería que la casa cuando no estuviera más quedara para sus hijos y vamos a cumplirle el sueño así sea que él ya no esté más con nosotros", concluyó antes de ir a sacar fotocopias a carteles con su rostro y los datos del accidente para que en cada calle se acuerden de Miguel Ángel Leguizamón y los costos que tiene la imprudencia.