El rugbier imputado en la muerte de su amigo sale en libertad
José María Williner quedaría en libertad el domingo 11. Deberá pagar una fianza $1.000.000 y cumplir una serie de medidas restrictivas.
Este jueves el juez de la Investigación Penal Preparatoria Javier Bottero decidió que José Maria Williner, el único imputado por la muerte de Luciano Beninca, el pasado 8 de julio en la ciudad de Rafaela, quede en libertad. El rugbier además deberá pagar una fianza de $1.000.000 -o un embargo sobre ese valor.- y bajo varias medidas estrictas y alternativas que Williner deberá cumplir obligatoriamente hasta que se lleve a cabo el juicio oral.
Dichas medidas tienen que ver con la prohibición de concurrir a locales de diversión en los que se expenda bebidas alcohólicas, prohibición de ausentarse de la ciudad de Rafaela sin previo aviso, no podrá asistir al CRAR, quedar al cuidado de su progenitor, presentarse todos los días viernes a firmar en las instalaciones de la Oficina de Gestión Judicial, sumado a la prohibición de acercamiento hacia las víctimas u otras personas o testigos ligados a la causa, además de realizar un tratamiento de desintoxicación por el consumo de drogas.
Audiencia
Este jueves se llevó a cabo la audiencia donde se definía la continuidad o no de la prisión preventiva para Williner. De la misma participaron los padres de Beninca y su hermano, Guillermo, quien participó de la pelea en la que el joven perdió la vida al caer pesadamente al piso luego de recibir un golpe por parte de J.M.W. También asistieron familiares del acusado, según consignó el diario La Opinión de Rafaela.
Durante la audiencia, el magistrado desestimó el el pedido de los fiscales Guillermo Loyola y Martín Castellano de extender por tiempo indefinido la preventiva, aceptando lo solicitado por parte del abogado del rugbier, Néstor Oroño.
Perfil violento: Otra prueba que hizo alusión la Fiscalía fue el de la personalidad del acusado y para esto entrevistaron a dos personas que llamaron "testigos de concepto", quienes relataron situaciones violentas vividas con J.M.W. en distintos sectores bailables de la ciudad.
Fuente: La Opinión