El nuevo Concejo Deliberante: un bloque más, enroques, debutantes y el “otro” peronismo del lado opositor
Las elecciones municipales del domingo último aclararon el panorama de cómo estará integrado el Concejo desde el 10 de diciembre de este año, con una trasformación, aunque no con la suficiente fuerza para mover las placas que sostienen el Ejecutivo, que nuevamente tendrá representación mayoritaria en el órgano legislativo. La primera minoría será Córdoba Cambia. Por primera vez desde 1983, la UCR tendrá una sola banca, empatada por un partido "debutante" en el cuerpo legislativo, Córdoba Ciudadana. En tanto, Cambiemos pasó de tenerdos concejales en 2015, a tener cuatro: los tres de Córdoba Cambia y uno del radicalismo.
La foto inicial de la composición del Concejo Deliberante el 10 de diciembre próximo corresponderá, en cuanto a la representación de las bancadas, con aquello que los sanfrancisqueños votaron el pasado domingo, no obstante hay especulaciones - ya las había antes de la elección- sobre reacomodamientos políticos con el correr del tiempo aunque ocurrirían temprano -en el oficialismo, de golpe-, algunos enroques, más predecibles que otros.
El municipio de San Francisco no se ha dictado su propia Carta Orgánica, como lo han hecho varias ciudades similares en el territorio provincial. Entonces, la vida municipal se rige por la Ley Orgánica de Municipios y Comunas N° 8102, aprobada por la Legislatura en el año 1991. El artículo 137 de la citada norma establece la distribución de las bancas en los Concejos Deliberantes y en las Comisiones Municipales y si bien contempla la distribución de las bancas de manera proporcional a los votos conseguidos por las distintas agrupaciones políticas, determina -en su inciso D- que en el caso de que si por la aplicación de ese sistema "surge que el partido que ha obtenido mayoría de votos no llegara a ocupar más de la mitad de las bancas, se observará el siguiente procedimiento: a) Corresponderá al partido que obtenga mayor cantidad de votos la mitad más una de las bancas. En caso de que el número de bancas sea impar, se le asignará la cifra entera inmediatamente superior a la mitad aritmética; b) Las bancas restantes se distribuirán entre los partidos minoritarios que hayan alcanzado el mínimo previsto" que es del 2% de los votos.
En este caso, no es necesario apelar a este inciso, puesto que la diferencia lograda por Hacemos por Córdoba establece que con la aplicación del sistema D'Hont, esa agrupación obtiene 7 bancas. Es decir, la mitad más uno del órgano legislativo municipal.
En efecto, el caudal de votos obtenidos por Hacemos por Córdoba liderado por Ignacio García Aresca, reelecto intendente, (17.540, el 45,55%), que marca una diferencia de más del doble con la cantidad obtenida por quien se adjudicó la primera minoría en el Concejo, Córdoba Cambia (7.371, el 19,14%), con Luciano Stoppani a la cabeza, no le alcanzó al oficialismo para conseguir un octavo concejal. Sí para ratificar su mayoría simple y casi automática, y mostrarse compacto.
Otra es la realidad es la de enfrente, donde la oposición es un rompecabezas. Un ingrediente adicional en esta elección podría ser que es la primera vez, desde el retorno de la democracia en 1983, que la Unión Cívica Radical (UCR) apenas consiguió formar un bloque de un solo integrante. El magro porcentaje obtenido por la Lista 3 determinó esta situación y por ello solo Cristian Canalis representará a la UCR en los próximos cuatro años en el seno del Concejo.
La pérdida de una banca en el Concejo y la diferencia de casi 11 puntos por debajo de sus exsocios políticos de Cambiemos (Córdoba Cambia) es el cachetazo que quizá más golpeó al centenario partido, que aunque su candidato llegó a arriesgar un final en las urnas "cabeza a cabeza" con Hacemos por Córdoba, resignado, daba por hecho la victoria oficialista.
Córdoba Cambia salió ganador en la disputa con el radicalismo, la que empezó con la ruptura de una lista de unidad que habían acordado en marzo. Cosechó tres concejales, dos nombres macristas (Stoppani y Ángelo Cornaglia) y otro del juecismo (Cecilia Roffé), contra uno de sus anteriores aliados.
Otra novedad es el ingreso al Concejo del Frente Córdoba Ciudadana que si bien se ubicó por debajo de la UCR, con el 7,23% (2.786) de los sufragios, le alcanzó para "empatarla" legislativamente y Andrés Romero será su carta de presentación. Arriesgó, pese a que su partido decidió no presentar candidatos provinciales y encabezó una lista propia del espacio kirchnerista. Cumplió su objetivo: ingresar al Concejo.
Ahora hay cuatro bloques
En los últimos cuatro años, el Concejo Deliberante estuvo compuesto por tres bancadas: Unión por Córdoba, Córdoba Podemos - Mejor San Francisco y Juntos por Córdoba-Cambiemos. En tanto, en el período 2019-2023, se sumará una cuarta fuerza, que tiene su origen en el peronismo, Córdoba Ciudadana.
Ahora bien, esta última ¿podría ser un aliado del justicialismo oficialista? ¿Unirse a ese bloque? ¿O, por el contrario, será un embrión de contrapoder al oficialismo? Esos interrogantes se potencian con la posibilidad de que Hacemos por Córdoba pueda terminar sumando un octavo actor, sin embargo, las cartas que Romero pone hoy sobre la mesa indican que no, que después de diciembre, seguirá con su bloque unipersonal.
El pase
Hacemos por Córdoba en la campaña coqueteó con la idea de que la alianza electoral con Damián Bernarte podría sumarles una banca más a las siete que ya contaban por ganadas. Finalmente, esto no sucedió ya que los votos obtenidos en conjunto por Aresca-Bernarte este año fueron menores a los logrados en 2015, cuando fueron por separado y entre los dos habían obtenido poco más de 23.000 contra los 17.540 en 2019.
Cabe recordar que en 2015, Romero -que el domingo cosechó 2.786 votos- no fue candidato al Palacio Tampieri, pero había integrado la lista de Mejor San Francisco. Entonces, de la ecuación casi obvia se deduce que de haberse sumado el kirchnerismo a un Hacemos por Córdoba ampliado, el octavo concejal era posible para el oficialismo, más cuando a comparación con los comicios anteriores, creció 17 puntos la diferencia entre las dos fuerzas más votadas.
La lista liderada por García Aresca sumó unos 4.000 votos más que en 2015, que se explicarían por la alianza con Bernarte, quien en las elecciones pasadas había estado unos 3.000 votos por debajo de su actual "jefe" político. No obstante, no se puede calcular cuántos votos mantuvo el todavía referente de Mejor San Francisco y cuántos perdió, aunque el dato matemático sí revela que Romero estuvo apenas unos 600 votos por debajo de lo obtenido junto a Bernarte en 2015.
Más allá de los números que arrojó la elección y de las especulaciones que el ambiente político baraja acerca de acuerdos posibles que muevan el tablero surgido de las elecciones del 12 de mayo, es una verdad a voces que hasta diciembre -momento en el que asuma el nuevo Concejo- correrá mucha agua bajo el puente. Las agitadas peripecias político electorales del país también podrán repercutir en la dirigencia local, por lo que el panorama se presenta abierto aún.
Los concejales, uno por uno
Hacemos por Córdoba (7):
Damián Bernarte
Claudia Maine
Gustavo Klein
Fabiana Palacio
Mariano Almada
Verónica Duffy
Matías Beccaría
Córdoba Cambia (3):
Luciano Stoppani
María Cecilia Roffé
Ángelo Cornaglia
UCR (1):
Cristian Canalis
Frente Córdoba Ciudadana (1):
Andrés Romero
El Concejo Deliberante será otro desde diciembre
En el oficialismo, nuevos
Mariano Almada, nombre del peronismo "puro", regresó a San Francisco donde en las gestiones de Martín Llaryora en el municipio ocupó cargos en distintas áreas del Ejecutivo. Actualmente, es prosecretario de Comisiones, Capacitación y Extensión en la Legislatura de Córdoba. Siempre ligado al llaryorismo, aunque en reiteradas oportunidades coqueteó con una candidatura a intendente. Por primera vez, ocupará una banca en el Concejo Deliberante, órgano el cual su madre, Graciela Brarda -hoy legisladora- presidió.
Verónica Duffy llega al Concejo luego de ejercer parte de la gestión aresquista 2015-2019 como secretaria de Economía.
Bernarte, ¿al Ejecutivo?
Damián Bernarte, que por el favorecido lugar -segundo- en la lista de Hacemos por Córdoba ocupará la presidencia del Concejo, por reacomodamientos políticos, y sobre todo electorales, mutaría su función y es fuerte la versión que lo ubica como el próximo secretario de Gobierno, al lado del intendente Ignacio García Aresca, cargo que hoy ocupa Gustavo Piscitello.
De concretarse estos cambios, Gustavo Klein volvería a asumir la presidencia del Concejo. Una posible reubicación de los cargos, además, "subiría" otros nombres al Concejo, según el orden en la lista; sería el caso de Nora Norma Marlatto y Gustavo Alberto Bocca.
Bernarte es un abogado penalista que incursionó en la política de la mano del peronismo; en 2007 perdió la interna del partido con Martín Llaryora, que finalmente fue el candidato a intendente y se quedó con la elección.
En 2011, Bernarte fue candidato al Palacio y perdió nuevamente ante ante un Laryora más fortalecido, pero presidió la primera minoría en el Concejo.
En 2015, más cerca del kirchnerismo, Bernarte volvió a ser candidato a intendente, pero no pudo superar a García Aresca, aunque coo concejal reconfirmó su lugar en la oposición.
En 2019, su situación fue otra, las elecciones municipales lo tuvieron como compañero del modelo justicialista pero ya como parte del equipo del oficialismo.
La segunda fuerza, con sello PRO
El bloque Córdoba Cambia será la oposición más importante en cuanto a cantidad de bancas. Lo integrarán tres nombres que nunca antes habían ejercido un cargo político: Luciano Stoppani, que viene de la rama de la medicina privada, con una militancia que comenzó en 2015 cuando trabajó para la campaña presidencial de Mauricio Macri y se convirtió en referente del PRO en San Francisco.
Por su parte, María Cecilia Roffé, hija del actual concejal y excandidato a intendente, Carlos Roffé, tiene militancia en el Frente Cívico.
Cerca de Stoppani, Ángelo Cornaglia es presidente de la Juventud PRO en nuestra ciudad.