El contrapunto de la ganadería
Puede sobrevenir una profunda crisis en el sector de continuar la faena de hembras en el nivel actual, de no atenuarse el proceso inflacionario, de mantenerse ciertos hábitos de consumo y de sumarse tributos a la exportación ante las necesidades fiscales.
Los datos que indican la realidad de la
producción de carne están marcados por una contradicción cíclica derivada de
las condiciones socioeconómicas y productivas en las que deambula el país y
generadas por las distintas políticas oficiales en la materia. Así, la apertura
de mercados y la quita de restricciones para la exportación hizo que los
embarques de carne crecieran exponencialmente, pero la retracción económica y
el alza de precios en el mercado interno llevaron el consumo de carne en el
plano local al nivel más bajo de los últimos nueve años: 54,5 kilos por
persona.
Estos números se detallan en el informe económico de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina que fue publicado recientemente por la prensa nacional. Los guarismos marcan con claridad este contrapunto y dan cuenta de la incertidumbre que genera la restricción del mercado interno, así como las expectativas que se abren para la exportación de nuestras carnes, otrora valioso producto admirado por el mundo entero.
Esta situación abre otro ámbito en el que es necesario profundizar el análisis, porque podría poner en riesgo nuevamente la producción de carnes. Es que por la fuerte demanda de China y la falta de financiamiento que sufren los productores, creció exponencialmente la participación de hembras en la faena bovina. "En el primer trimestre de 2019 la industria frigorífica faenó 3,097 millones de cabezas de hacienda vacuna, es decir 5,8% menos que en el primer trimestre de 2018. La participación de las hembras subió a 48,2% del total en el primer trimestre del año". Agrega el documento de la citada cámara empresaria que "este guarismo sólo es comparable con los registrados en los primeros trimestres de 2008 y de 2009, período durante el cual el sector ganadero argentino transitó la peor fase de liquidación de hembras de las últimas décadas".
En los últimos días, a este delicado panorama se agregó otro elemento. El lanzamiento del programa de Precios Esenciales del gobierno nacional estableció una suerte de discusión entre los matarifes y comerciantes del sector sobre la posibilidad o no de brindar cortes de asado al valor fijado por las autoridades. Fue en este marco en el que algunos frigoríficos pusieron a la venta cortes que no son habitualmente requeridos por los consumidores argentinos y que se destinan a la exportación por ello. La demanda en los primeros días del programa fue sorpresiva y abrió la puerta para sumar las conductas de consumo de los argentinos al debate sobre la realidad de la producción ganadera en el país.
El contrapunto de la actividad pecuaria, la industria frigorífica, el comercio de la carne y el comportamiento de los consumidores en un marco acotado por la severa situación económica es un dato insoslayable de una realidad que merece más atención. Porque puede sobrevenir una profunda crisis en el sector de continuar la faena de hembras en el nivel actual, de no atenuarse el proceso inflacionario, de mantenerse ciertos hábitos de consumo y de sumarse tributos a la exportación ante las necesidades fiscales.