El comienzo de un Mundial sin precedentes
La fiesta del fútbol se pone en marcha y el mundo se paraliza. Rusia logró lo que siempre quiso, estar por más de un mes y medio en los ojos de todo el planeta. ¿Qué nos espera?... Hola Rusia 2018, a disfrutarlo. A las 11.15 se llevará a cabo la ceremonia inaugural y desde las 12 el anfitrión y Arabia Saudita abrirán el juego.
Por Luciano Olivero, enviado especial a Rusia
Será el último Mundial como lo conocemos, en un país donde el fútbol tiene mucha importancia y donde su infraestructura, hace que no exista problema alguno para la organización y su desarrollo.
Rusia, pese a sus enormes distancias en sus ciudades, es una sede sumamente acorde a lo que necesita un evento de semejante magnitud. No es la excentricidad de la sede en conjunto Japón-Corea 2002, ni mucho menos la de Sudáfrica 2010, que fue entregada más por compromiso electoral, que por sentido común. Tampoco es, ni por cerca, Qatar 2022, la decisión más corrupta en la historia de la Fifa.
A pocas horas del comienzo de la competencia, se empiezan a conocer cifras espeluznantes para los organizadores, quienes demuestran que cada vez es más complicado albergar un acontecimiento deportivo de esta índole y que, sin la capacidad económica de un país rico, con intervención gubernamental, sería imposible hacerlo, ya que viviendo aquí y cubriendo este evento, nos preguntamos una y mil veces... ¿Podría la Argentina albergar un Mundial? la respuesta es no.
Hasta ahora, se han invertido 12 mil 800 millones de dólares en la organización y el presupuesto federal de Rusia, absorbe el 55% de los gastos en total. Es decir, en vez de disminuir los costos, como estaba proyectado, lo aumentaron 325 millones de dólares.
En esta copa que comienza hoy, habrá 12 estadios en 11 ciudades: El más grande, el Luzhniki en Moscú, con capacidad para 81 mil 500 espectadores, y el más pequeño, el de Ekaterimburgo, con 35 mil asientos: Al ser esta la cuarta ciudad más poblada de Rusia, llama la atención este dato, incluso, cuando hace de local el conjunto de la ciudad, el Ural, la capacidad es solamente de 27 mil espectadores.
La mayoría de los estadios tienen una capacidad aproximada de 42 mil personas, es decir, Rusia se ha preparado y muy bien, para recibir el mundial de las grandes distancias.
Será está la primera Copa del Mundo de la nueva Fifa, donde los observadores y críticos estarán pendientes de todo, porque será la más politizada desde aquella, nuestra lejana Argentina 78'. Es este un país donde la mitad de los 146 millones de habitantes son considerados pobres, donde mueren más rusos, de los que nacen por día, y donde el 53,7 % de la población es femenina.
Será este un gobierno que aprovechará el mundial, para intentar demostrar y reclamar un espacio en el planeta, para que se hable de ellos, e intentar por sobre todas las cosas, borrar esa imagen de apoyo a Siria o las informaciones de intervención en las elecciones de los Estados Unidos.
Rusia quiere, a través de este evento, levantar la imagen de la llamada política de estado dopaje, así, ridículamente llamada por el Comité Olímpico Internacional, y que los marginó a competir a inocentes deportistas, limpios de dopajes, en los Juegos Olímpicos de Invierno en Corea del Sur.
Este será el mundial sin Italia, ni Holanda, el mundial que se dice que será el último de Messi y donde tendrá su obligación u oportunidad, de levantar de una vez por todas, una copa junto a su selección.
Será el mundial del VAR, el mundial donde supuestamente no habrá más errores arbitrales y donde no se manchará más a este deporte. Será el "Mundial" y a tan pocas horas de su comienzo, emociona saber que nuestros medios, los medios de la gente, de la ciudad, de la región, LA VOZ DE SAN JUSTO y AM 1050, están presentes viviendo el día a día. Bienvenido Mundial, bienvenida Rusia a nuestras vidas, otra vez imploramos, que sea el "Mundial" de la Argentina.