De Fanny Edelman a Evelina Feraudo, el legado femenino de San Francisco
Nuestra historia también se hizo gracias al aporte de valiosas mujeres que llevaron los valores de la comunidad más allá de los límites urbanos. Activistas, políticas, maestras de la primera hora, trabajadoras, todas contribuyeron al desarrollo de la ciudad.
Por Ivana Acosta
En la política, salud, cultura, educación, deportes y la política, las mujeres sanfrancisqueñas a lo largo de los 130 años de historia de esta comunidad han hecho innumerables aportes que enaltecieron a la comunidad.
Pero al igual que en todo el país sus nombres y actividades son menos conocidas no por carecer de valor, sino porque la labor de la mujer, años atrás, era desmerecida y enterrada cuando no congeniaba con los patrones culturales de la época.
Las mujeres de la ciudad, las nuestras, tienen homenajes en distintos espacios que buscan rescatar su nombre del olvido e historias que merecen ser contadas.
Casarse, tener una profesión para ninguna de ellas fue obstáculo para seguir adelante con sus ideales y sueños, contribuir a la sociedad y destacarse en distintos ámbitos de influencia.
Cada una de ellas, de esta forma, hizo lo suyo para que hoy otras mujeres puedan continuar su legado y luchar porque la visión patriarcal de la historia de nuestra ciudad sea derribada.
La guardería de barrio San Cayetano lleva el nombre de Evelina Feraudo, destacada política y referente peronista
Primeras letras
Ana y Susana Ortiz fundaron la primera escuela privada de la ciudad aun antes que el sistema educativo estuviera asentado. Estaba ubicada en calle Moreno al 300 y fue fundado en 1890 cuatro años después que Plaza San Francisco se fundara.
Dictaban clases con un programa independiente de la currícula oficial por eso daban religión por ejemplo algo que no sucedía en las instituciones públicas.
Ambas fueron maestras iniciadoras en la educación de las familias fundadoras que llegaron por medio de las escuelas particulares.
Tiempo después llegarían las "maestras normales" a la ciudad, entre las que se destaca Rosalía Pubill quien llegó a ser directora de la Escuela Normal entre 1914 y 1918 cuando el colegio daba sus primeros pasos después de ser inaugurado en 1912. En la actualidad su nombre reluce en la cartelería de la calle homónima que la homenajea en barrio San Cayetano.
Salud y sueños
Desde que fundó la ciudad, José Bernardo Iturraspe tuvo el deseo de verla crecer y que esté dotada de los mejores servicios para los vecinos apostando al crecimiento del lugar y de otras colonias de alrededor.
Uno de sus sueños fue tener un hospital, pero no lo pudo ver cumplido. Hoy el edificio lleva su nombre, pero no muchos saben que quien llevó a cabo los planes para que hoy exista fue obra de su esposa Dominga Cullen.
El edificio que en un inicio solo tuvo 40 camas fue terminado en el año 1914 pero tardó otros dos en ponerse en funcionamiento por las dificultades para poder sostenerlo sin aportes del Estado que tiempo después se hizo cargo del mismo.
Compañera de vida de Miguel Pablo Borgarello, Elisa Damar también fue una destacada artista de nuestra ciudad y cuenta con una calle con su nombre en barrio Maipú
Arte y amor
Aunque no era nacida en la ciudad, sí fue una sanfrancisqueña por adopción y amor. Si de arte se habla no nombrar a Elisa Damiano (Damar, su seudónimo) sería casi pecaminoso.
La mujer, que incursionó en la escultura y la pintura, fue mucho más que la esposa de Miguel Pablo Borgarello, puesto que juntos llevaron adelante la Academia Municipal de Bellas Artes, en tanto que también se destacó como profesora de violín y piano. Hoy su legado sigue vivo en la calle que tiene su nombre, en barrio Maipú que homenajea a los pintores.
Constructora de consensos
En el mundo de la política es difícil que una persona sea reconocida y respetada desde todos los sectores partidarios. Evelina Feraudo fue una de esas mujeres cuya personalidad y dedicación a su carrera le hizo acreedora de esta cualidad.
Evelina, falleció en 2016 a los 86 años y su pérdida conmocionó a todos más allá de los límites de San Francisco.
No solo ocupó una banca en el Concejo Deliberante, también se destacó en la Legislatura de la provincia y formó parte del gabinete en el segundo gobierno de José Manuel de la Sota al frente de la cartera de Educación.
Aún queda el recuerdo de su último año de vida en que fue distinguida como "Mujer del año" tanto en la ciudad como la Legislatura, galardón con el que ella eligió nominar a todas sus congéneres.
En su honor, la Sala Cuna de barrio San Cayetano que fue puesta en funcionamiento este año lleva su nombre.
Reconocida a nivel mundial pero un tanto olvidada en su ciudad de origen, Fanny Edelman abrazó el comunismo como forma de lucha para la transformación social.
Hija del mundo
Fanny Jabcovsky nació el 27 de febrero de 1911 en nuestra ciudad, en el seno de la familia de inmigrantes rusos que vinieron a la Argentina huyendo del régimen zarista. El tiempo se la llevó lejos de acá ya que se mudaron a Buenos Aires cuando ella tenía 13 años. Y fue en aquel lugar donde conoció el amor y pudo encontrar un motivo de vida que la diferenciaría de las mujeres de la época.
Ya mayor estudió y se convirtió en profesora, además de trabajar en una fábrica. Tiempo después se casó con el periodista Eduardo Edelman, con quien compartían los ideales que los identificaron con el Partido Comunista, al cual finalmente se afilió a los 23 años.
Posteriormente se sumó a las filas de la organización comunista de nivel internacional "Socorro rojo", y trabajaba ayudando a los presos políticos. Aun cuando después junto con Edelman - de quien adoptó su apellido - se mudaron a España.
Fanny, pese a todo no era mujer de quedarse en un solo lugar, siguió al "Che" Guevara en su campaña para llevar la revolución a Cuba y después que finalizara la dictadura en 1983 en nuestro país llevó testimonios de familiares desaparecidos ante la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Activista de la primera hora durante la guerra civil española y luchadora por los derechos de la mujer, falleció en 2011 a los 100 años y con ella una de las activistas más importantes de los inicios del comunismo en la Argentina y nuestra ciudad.