De campeón de automovilismo a tener que aprender a hablar y a caminar: el renacer de Mauro Giallombardo tras el accidente
El piloto sufrió un accidente en la Ruta 40 hace dos años y estuvo en coma durante un mes. "Hoy valoro mucho más comer con mi familia, comer con mi hermano, comer con mi vieja, poder disfrutar de pequeñas cosas", afirma
Aquel 13 de agosto del 2017 todo cambió para Mauro Giallombardo y los otros tres ocupantes del Volkswagen Surán que impactó de lleno contra un colectivo de larga distancia en el kilómetro 2.103 de la Ruta Nacional 40 en Villa La Angostura. Los cuatro estaban de vacaciones allí por unos pocos días con la idea de ir a esquiar. Esa mañana, la ruta estaba resbaladiza. Todo fue en un abrir y cerrar de ojos.
Mauro, que en el 2012 con 22 años había logrado el título de campeón del Turismo Carretera y se había posicionado como una de las grandes promesas del automovilismo argentino, quedó al borde de la muerte al igual que Ailén Ogen, una de las jóvenes que iba en el vehículo y que también se llevó la peor parte. El piloto pasó 25 días en coma y luego afrontó un proceso de un año y medio en la Clínica Fleni para avanzar en la recuperación neurológica. "Pensaban que no salía vivo del auto o que iba a quedar en silla de ruedas para siempre", reconoce en los estudios de Infobae.
- Ya se cumplieron dos años del grave accidente que tuviste... - Sí, la verdad que fue un accidente muy grave. Estoy contento de seguir adelante con mi vida. Sigo con mi equipo de carreras, hoy corre un piloto pero yo sigo en el automovilismo.
- ¿Qué paso después del accidente? - Tuve un traumatismo de cráneo luego del accidente en la Ruta 40. Choqué contra un colectivo de frente porque se había congelado el asfalto. Estuve mucho tiempo en coma, casi un mes, y de a poco fui mejorando. Mejoro día a día. Me dicen todos los médicos que es un pronóstico distinto al que todos tenían en la cabeza. - ¿Qué se imaginaban? - Pensaban que no salía vivo del auto o que iba a quedar en silla de ruedas para siempre. Mi limitación más grande es mi lado derecho del cuerpo. No me permite mover bien la mano y eso me limita en un montón de cosas.
- ¿Qué recordás luego de haberte despertado tras estar en coma? - No tengo precisión del momento en que me levanté. Estuve internado en coma 20 días en el Austral. Cuando me desperté no me acuerdo casi de nada. Luego de estar en el Austral estuve internado un año en el Fleni, haciendo terapias todos los días. Creo que gran parte de lo que viví en mi vida como deportista es lo que me ayuda a encarar todos los días la rehabilitación.
- ¿Qué reflexión hacés de lo que te pasó? - La vida me dio una segunda oportunidad. No la quiero desaprovechar. Empecé a ver la vida desde otro lugar.
- ¿Qué pasó con los amigos? Esos amigos que te acompañaban cuando eras campeón, ¿siguieron estando después del accidente? - Muchos sí, otros no. Pero lo que está claro es que yo priorizo a la gente que me acompañó en este momento que pasé. Analizo que mucha de la gente que estuvo al lado mío cuando era campeón fue por eso, no por como yo era como persona.
- ¿Hoy tenés ganas de volver a correr? - Sí. Tengo ganas de volver a correr, pero sé que va a ser difícil, lo tengo claro. Trabajo todos los días para eso, con el objetivo de volver a correr es que yo mejoro tanto, tengo la zanahoria por delante. - ¿Y no te da miedo? - Nunca me dio miedo correr.
-¿Qué mensaje le das a aquel que está pasando por una situación similar a la tuya?
- A cualquier persona que le haya pasado un accidente así o esté pasando una circunstancia en la vida diferente, lo único que les digo es que peleen porque peleando se recupera. Esa es la manera de ver las cosas que tengo en la vida, lo único que puedo decirles es que peleen por lo que quieren