Contexa: proponen contenedores para estudiantes en la “costanera”
San Francisco cambia y sus espacios públicos exigen un nuevo pacto arquitectónico. A veces no se necesitan grandes obras sino procesos contundentes. Así lo entendieron alumnas de Bellas Artes que diseñaron una innovadora propuesta.
Contexa es el proyecto que encararon estudiantes terciarios basado en la reutilización y adaptación de contenedores con una propuesta innovadora para la "costanera", desde el punto de vista de los espacios, los materiales y la conciencia ambiental.
Alumnas de tercer año de la Tecnicatura Superior en Diseño del Espacio de la Escuela Superior de Bellas Artes "Dr. Raúl G. Villafañe" proyectó este complejo de contenedores comerciales, recreacionales y educativos pensado para un sector de la "costanera", entre avenida Cervantes y Av. de la Universidad.
El objetivo es brindar a los estudiantes de la ciudad y a los que llegan de la región un lugar que responda a su demanda de movilidad, alimentación, sociabilidad, formación y dispersión.
Aynelén Scansela, Jesica Trotti, Valentina Sileoni, Rocío Olmos, Sofía Serrano, Melina Battaglia y Daiana Palacios son las creadoras de Contexa. "El proyecto responde a una necesidad que tenemos los estudiantes del lugar, tanto para los que son de la ciudad como para los que venimos de la zona", comentó Scancela.
Los autores del proyecto informaron que la idea es que los contenedores funcionen como un lugar en el que los estudiantes pueden alquilar bicicletas para movilizarse por la ciudad y también, como una boletería de pasajes de ómnibus para no tener que trasladarse 2 kilómetros hasta la Terminal.
Además, proponen que los mismos contengan un espacio para hacer fotocopias; una proveeduría; que el lugar funcione cmo un salón de usos múltiples y de sociabilidad, una tecnoteca y un espacio de lectura y estudio.
Contexa, la idea que busca refuncionalizar un
sector del Paseo Cervantes
Arquitectura container
El uso de contenedores como espacios interiores "responde a una estructura de interiorismo comercial de escala menor, delimitado, y como las futuras técnicas no pueden trabajar en lo estructural, sí pueden intervenirlo. A esto, se suma el exteriorismo que ellas ya trabajaron en segundo año y ahora lo unen en este proyecto global de todo lo aprendido en tres años de cursado", comentó el profesor y arquitecto Gabriel Mugnaini.
En cuanto al espacio exterior, las alumnas ubicaron de forma hexagonal los contenedores para que todos se conecten, estén a la vista de todos y permitan la circulación libre por el lugar sin interferir a quienes van a hacer deporte a la "costanera".
"La 'costanera' es un lugar donde la gente hace deporte, por lo que tenemos que dejar espacios libres para la circulación. Allí también pensamos en ubicar mobiliario que permita la relación y la sociabilidad de los alumnos al aire libre", explicaron.
Para un proyecto armónico, Scansela detalló que "se utilizaron materiales en común en todos los contenedores y se creó una pérgola para que haya una conexión entre lo interior y lo exterior".
Ubicación estratégica
Sobre la elección del lugar para instalar Contexa, Mugnaini señaló que "es un sector de gran flujo de estudiantes que se dirigen a la Escuela de Bellas Artes, al Conservatorio Superior de Música 'Arturo Berutti', a la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), a la Escuela Bilingüe Bicultural 'Dante Alighieri', al Archivo Gráfico y Museo Histórico de San Francisco y la Región, al Ipem Nº96 'Prof. Pascual Bailón Sosa' y el Centro Universitario San Francisco (Cusf)".
Del aula a la realidad
Complementando las cátedras Proyecto III, Técnicas de Diseño III y Diseño de Equipamiento III que dicta Mugnaini, el docente unificó las tres materias para desarrollar con las alumnas un proyecto donde se encaran todos los temas de la currícula.
El profesor delimitó que cada alumna se encargase de un contenedor que respondería a una necesidad que ellas mismas considerarían que debía resolverse para el público al que está orientado el proyecto, que son los estudiantes. "Fue un trabajo de muchos meses y en equipo", comentó Sileoni.
"Como en toda carrera de diseño, los alumnos llegan con el `me gusta´ y por eso hacen sus proyectos; en segundo año, se llenan de información y responden a los planteos de cómo lo hago y cómo lo puedo hacer, y en tercer año, dejan de lado el `me gusta´ por el 'puedo hacerlo' y empiezan a generar cualquier trabajo a través de la idea global que tienen con las herramientas incorporadas", expresó Mugnaini.
"Este proyecto, como tantos otros, puede llevarse adelante en la realidad y este en particular, podría ser muy práctico para el Polo educativo de San Francisco", concluyó Scansela.