Comida caliente para cortar la cuarentena
Los mediodías ya no tienen chicos en las escuelas ni los que estudian ni los que van al Paicor. El sistema está por cambiar, pero el objetivo es siempre ayudar a la economía familiar. En ese desolador vacío se armaban las viandas calentitas para que los papás pasen a buscar, ahora serán módulos casi como anunciando que aún falta mucho por atravesar debido a la pandemia.
Por Ivana Acosta | LVSJ
Los trabajadores avocados al Programa de Asistencia Integral de Córdoba (Paicor) están repartiendo - y lo harán hasta el 1 de abril - cajas o módulos alimentarios para entregar a las familias de cientos de estudiantes que diariamente comen con esta modalidad. Son 25. 000 cajas para 100 escuelas de la ciudades de Córdoba, San Francisco, Villa María y Río Cuarto que tienen racionamiento de cocido.
Mientras
todo se frena, las cocinas del Paicor siguen trabajando
Ayer entonces fue el último día que se prepararon las
viandas calientes en las escuelas de nuestra ciudad. La última vez por tiempo
indefinido en que el comedor tiene ese aroma a comida caliente que aporta
nutrientes a chicos que no podrían sino cubrir una comida por diferentes
circunstancias.
La pandemia que asola al mundo y de la que nuestro país no está exento obliga a extremar las medidas de precaución, por eso los chicos no están, el comedor está vacío, la comida tiene un sistema alternativo de entrega y todo se realiza con sumo cuidado.
En la escuela primaria Hipólito Yrigoyen los papás o mamás no llegaron todavía pero todo está listo para que pasen a buscar la vianda del Paicor. Las veredas recién fueron limpiadas y desinfectadas por eso el olor a lavandina se hace penetrante.
Del otro lado de la ciudad, el camión del Paicor tardó un poco en llegar, por ende las viandas se demoraron un poco. Afuera las madres - casi todas - escuchan a la vicedirectora del Ipem 96 Pascual Bailón Sosa pero ninguna de ellas tiene gran apuro, la mayoría no está trabajando y charlar con alguien diferente, respirar aire puro es motivo de alegría.
Acá tampoco el comedor tiene gente. Solo la trabajadora del Paicor que con presteza y suma rapidez ni bien llegó el camión armó las viandas mientras que la vicedirectora les dice a las personas que pronto se informará cómo se entregarán.
El comedor está vacío, la comida tiene un sistema alternativo de entrega
Un alivio para la economía familiar
La imagen en la escuela Hipólito Yrigoyen es impactante al pasar al patio cubierto porque si no hubiera imágenes alusivas a la educación sería un edificio simplemente vacío. Se extrañan un poco a los chicos corriendo y haciendo de las suyas por ahí pero por ahora tendrán que seguir dentro de sus casas.
El reloj marca las 11.20 y en la cocina una trabajadora ante el comedor vacío calcula cada porción que llevan las viandas que van a pasar a buscar. Cada una medida con una precisión que ni un aparato podría tener.
La vicedirectora Ana María Caffaratti dijo a LA VOZ DE SAN JUSTO que tienen 170 raciones para repartir porque esos son los chicos que se habían inscripto al programa que identifica a las escuelas de Córdoba.
Sin embargo, hay otras 35 de reserva para posibles niños o
niñas que se anoten, además, solo se permite que un familiar vaya a buscarlos:
un papá o mamá.
Esta
semana terminó el sistema de repartición de viandas calientes para los chicos
que comen, ya que nunca dejaron de hacerlo, a través del Paicor
La pandemia obligó a que los chicos dejen de ir a las escuelas y la gran mayoría de las personas no trabajen. Hay muchos trabajadores en negro o que viven de changas y por eso esas raciones de comida para los chicos que antes dominaban el comedor son un alivio para la economía familiar.
En el Bailón las raciones son menos pero cada minuto es importante aunque el total de chicos que recibirán la bolsita son 47. Los padres llegaron puntuales a buscar la comida, para muchos es la primera vez y no conocen tanto el sistema, en realidad, no se conoce mucho porque cotidianamente están en el comedor.
El aislamiento parece que en las escuelas seguirá rigiendo de alguna forma para preservar la salud de todos. La semana que viene ya regirá la entrega de módulos en cajas que a cada chico le permite tener alimentación saludable para 15 días.
Organizarse, la clave
Afuera mientras en el playón de entrada del Bailón esperan los padres muchos dicen que es la primera vez que van a buscar la vianda, otros consultan como será después el sistema y la vicedirectora Carina Stassi responde con paciencia las preguntas.
La provincia dispuso que los próximos días comiencen a entregarse módulos para minimizar el riesgo de circulación del Covid - 19.
El camión mientras tanto llega y las viandas en un abrir y cerrar de ojos se armaron. Una bolsa blanca ya desinfectada recubre la porción que un adolescente espera en casa. En ese interín todos coinciden que el aislamiento es agotador, casi todos no están trabajando y los hijos todo el día en casa se asemeja a una locura.
Reconocen que el Paicor es un gran alivio y que es cierto que el ingreso de estos trabajadores informales se ve menguado, no obstante tienen un mensaje esperanzador que con un poco de organización todo se administra y podrán seguir pasando los días de una larga "cuarentena".