“Caótica”: así es la situación de los vendedores de insumos informáticos
Los vendedores de insumos de esta naturaleza aseguran que la situación es caótica porque la demanda de los mismos no baja, hay poca variedad y el caos peso-dólar se siente.
Como ocurre con casi todo lo que hay en venta en la Argentina, en el rubro informático los precios no existen. Pero no solo por los aumentos del dólar sino porque cada vez es más complicado poder reponer el stock ya que en su mayoría son importados.
Con esta cruda realidad, los vendedores de insumos de esta naturaleza aseguran que la situación es caótica porque la demanda de los mismos no baja, hay poca variedad y el caos peso-dólar se siente.
Para Raúl Ludueña de Memory SRL, el panorama actual del sector es más complicado de lo que uno imagina. "La situación es caótica, sigue habiendo una alta demanda, especialmente de las empresas, ya que necesitan de herramientas informáticas para funcionar. Lástima que a esa demanda no podamos satisfacerla totalmente por la escasez de oferta. No existe la posibilidad de comprar para stock lo que uno necesita sino lo que ofrecen los mayoristas".
En el negocio hay ventas porque la clientela apunta principalmente a empresas pero sí se ve reducida la del público o consumidor final. "En nuestro caso vendemos sólo lo que podemos reponer a precios razonables, no nos desesperamos por tener si o si ciertos productos cuyos mayoristas para ¨protegerse¨ los han aumentado sin lógica"
Los precios
Respecto a los precios de los productos, Ludueña argumentó que en esta actividad, donde el 100 % son productos que se importan, "el precio está relacionado con la cotización del dólar oficial, el precio marcado en góndola está en dólares pero el cliente paga en pesos argentinos siempre. La actualización de los precios es pesos argentinos, va de la mano de la variación del dólar oficial".
Sobre la suba imparable, la situación es sombría. "Desde hace unos días es un caos total. Hay mayoristas que aumentan para no vender y otros lo hacen porque están desconcertados con respecto a la posibilidad de importar y por lo tanto tratan de valorizar la mercadería aumentándola lo que realmente no vale".
Respecto a conseguir mercadería, "aún hay pero no en la variedad en que uno está acostumbrado, sino que está muy acotada la posibilidad de tener alternativas para ofrecer por eso, tratamos de ofrecer a nuestros clientes lo que consideramos dentro de lo que conseguimos, lo más apropiado".
"Yo trato con los vendedores de mis proveedores, ellos generalmente más jóvenes que yo, están mucho
más preocupados que nosotros, ya que
ellos con su juventud y al ver que el
nivel de sus ventas baja, no tanto en
montos , sino en cantidad de artículos
se desesperan porque no saben cuál será
el futuro de su empresa y de su trabajo".
"Todo depende de las decisiones que tomen en la coyuntura los dueños de las empresa. Hay proveedores que nos están acompañando y otros que no. Yo siempre digo lo mismo, ´Las crisis pasan, lo que queda es la actitud tomada en la crisis´", confió el empresario.
Más de cuatro décadas en el rubro
Ludueña, como tantos otros comerciantes, ya vivieron situaciones similares a la actual. "Lo primero y fundamental es no desesperarse, porque nosotros no podemos solucionar nada, trato de que la situación no altere mi salud , ni mi estado de ánimo, tengo que mantenerme fuerte como líder de un grupo de empleados que viven de esta empresa, por lo tanto trato de inculcar serenidad y tranquilidad".
"Hemos pasado en nuestra vida comercial, ya 41 años, todas las crisis habidas y por haber de nuestro país y seguimos en pie, firmes y además nos debemos a nuestros clientes quienes siempre nos apoyaron, en las buenas y en las malas".
"Hay que tener conciencia de cada pasito que comercialmente damos y esperar que la situación se calme de una buena vez", concluyó.