Ayuda que cambia la vida: después de 15 años, Rodrigo tiene su primera silla postural
Sin conocerlo, una mamá cordobesa le donó la silla de ruedas de su hijo-que también posee una enfermedad que le impide caminar- y ese acto de generosidad empezó una cadena de favores que mejoró la calidad de vida de este joven de barrio Parque.
Por Isabel Fernández
La casa de Rodrigo Paz en barrio Parque de nuestra ciudad se llenó de alegría en la tarde del viernes cuando de la mano de la solidaridad llegó su primera silla postural.
Después de pasar mucho tiempo acostado, Rodrigo -quien sufre Síndrome de West, una enfermedad que le provoca parálisis y convulsiones y además es no vidente- pudo salir a la vereda de su casa, disfrutar del sol en compañía de su numerosa familia.
Su familia necesitaba esta silla especial para trasladarlo pero no podía afrontar el costo de la misma. Todo fue posible gracias a la gestión de Red Solidaria San Francisco; a la generosidad de Susana, mamá de Lucas, quien tampoco puede caminar, y en Córdoba hizo la donación y luego la Fundación Un Tatuaje por Una Sonrisa se encargó del resto para traer la silla a nuestra ciudad.
La historia de Rodrigo se viralizó en las redes sociales y tocó el corazón de esta mamá que sintió empatía."Ella no pidió nada, ni siquiera que pidamos ayuda para su hijo. Ella dijo:'A Luquitas seguramente alguien le donará una silla más cómoda para su tamaño, Rodrigo va a estar más feliz'", contaron desde la ONG de Córdoba creada por Juan Pablo Rodríguez.
Junto a su mamá y sus hermanas, Rodrigo disfrutó de la vereda luego de pasar mucho tiempo acostado
El milagro de vivir
Para Rodrigo llegó la posibilidad de mejorar su calidad de vida y también la de su mamá, María Rosa Bustamante, su madrina Carina y sus hermanos. Aunque no puede moverse, ni hablar, para su familiaél tiene la misión de mantenerlos unidos con fortaleza para enfrentar la adversidad.
"Rodrigo transmite mucha paz, amor y nuestra familia está unida gracias aél. Está con nosotros por alguna razón, porque los médicos nos decían que no iba a llegar al año de vida y ya cumplió 15", afirmaron emocionadas su mamá María Rosa y Cindy, una de sus hermanas.
Aseguraron que aunque la situación es muy difícil y duele,"hay que tener fuerzas y seguir adelante".
"Rodrigo es como un bebé, no habla, ni puede caminar. Comenzó a tener convulsiones a los dos meses, se le contraía todo el cuerpito y después se relajaba. Fue diagnosticado a los seis meses y todas las convulsiones que sufrió fueron afectando su cerebro", explicó María Rosa.
Ahora, por la cama ortopédica
Su mamá contó que tras el diagnóstico realizó rehabilitación y tuvo una silla de ruedas común, pero no una postural que es la que realmente necesitaba."Con esta silla ahora mejorará mucho la vida deél y la de toda la familia, porque vamos a poder salir a pasear, ir a la plaza, visitar a la familia, incluso al abuelo", dijo feliz María Rosa, quien recibe la ayuda de sus hijos para cuidar a Rodrigo, el menor de sus ocho hijos.
Su familia manifestó el agradecimiento a todos los que hicieron posible la llegada de la silla y ahora seguirá adelante con otro anhelo: la posibilidad de conseguir una cama ortopédica y ampliar la casa para que Rodrigo esté más cómodo.
"Esto es muy bueno paraél, ahora podemos sacarlo afuera, ir a la plaza, estamos muy felices por esto. Ahora sería buenísimo poder conseguir paraél una cama ortopédica, porque la situación de Rodrigo es irreversible", dijo su madrina Carina.
Agergaron que también necesitarían poder ampliar su vivienda para poder brindar un espacio cómodo y adecuado paraél."La idea es ampliar, construir un espacio más grande y destinar el comedor para la habitación de Rodrigo".