Aventura en la nieve
El maratonista Julio César Rodríguez disputó los 21K de Villa Pehuenia. Un reto que cumplió haciéndole frente al frío y a una intensa nevada lo que hizo más complicada la dura travesía.
Hace tres años se asomó por curiosidad al maratón, y casi de inmediato la disciplina lo cautivó a punto de atreverse a incursionar en las pruebas de aventuras, esas que ofrece el circuito Salomon K21 Series Copa Optitech en deslumbrantes escenarios naturales del territorio nacional.
Si aquellos constantes recorridos en la cancha como lateral izquierdo en el fútbol con amigos, ya quedaron eclipsados con las distancias que hoy le proponen las exigentes pruebas de relieve agreste que siempre se encarga de completar.
En ese contexto, por tercera vez volvió a Villa Pehuenia, una joven aldea de montaña contenida por bosques milenarios de araucarias, cerros, en la provincia de Neuquén y a pocos kilómetros de Chile.
Allí en un trazado que recorrió el Parque de Nieve del Cerro Batea Mahuida, el centro de esquí más importante de la región, puso a prueba su temple afrontando una copiosa nevada que no dio respiro y por ende multiplicó las dificultades.
Julio César Rodríguez (44), nativo de Paraná pero sanfrancisqueño por adopción –llegó a la ciudad a los 12 años- en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO comentó lo que resultó una experiencia única correr sobre el manto blanco durante casi toda la competencia el pasado domingo.
“Esta es la tercera vez que corrí esta prueba, las anteriores fueron en el 2014 y 2015. Es una carrera muy particular porque se corre por la nieve, así que fui a participar nuevamente y de paso a hacer turismo. Lo de este año fue muy atípico porque el 80 y 90 por ciento de la competencia fue transitar por la nieve y el hielo. Fue una carrera bastante dura”, señaló.
Al relatar lo sucedido en la prueba, comentó que “este año hubo una mega nevada en la semana y la carrera tuvo todos los condimentos. El domingo al momento de la largada comenzó a llover, hicimos tres kilómetros con lluvia y al momento de subir la montaña empezó a nevar”.
“Por donde trepamos era todo blanco y solo se veían los pinos. Cuando llegamos arriba seguimos corriendo otro buen rato y ante de buscar otro pico de la montaña nos avisaron en las paradas de hidratación que había viento blanco en la cima y un frío tremendo”.
“Bueno, cruzamos toda la montaña y llegamos hasta el parque de nieve donde están las pistas de esquí y desde allí empezamos a bajar hasta el lugar de origen. Suele haber nieve, pero esto fue al extremo, un desafío muy duro, si en un momento allá por el kilómetro 18 no sentía los pies, los tenía congelados”, completó.
"La carrera fue un poco más larga, algo de 22,800km. Se corren las modalidades de 5, 10 y 21km. Según pude averiguar, largaron un total de 850 competidores, después a los 21km. entraron un 500 y entre ellos en la clasificación general llegué en la posición número 49 y octavo en mi categoría que es de 40 a 44 años. Le puse 2 horas 17 minutos a los 22,800 km.”, subrayó.
Acerca de la preparación que realiza habitualmente, indicó: “Entreno con el tiempo que puedo hacerme entre el trabajo y los viajes. Tengo el “profe” Pablo Bianchi que me hace la rutina de entrenamiento y trato de cumplir con lo que más puedo. Como vivo en el barrio El Prado siempre salgo a correr por caminos rurales y a veces voy a los puentes de la circunvalación para hacer algo de subidas, porque acá estamos en el llano. Además más allá que vayas al gimnasio tenes que tener técnicas de subidas porque algunos en las carreras te pasan volando”.
Por otra parte Rodríguez recordó su inicio en la actividad. “Cuando dejé de jugar al fútbol en el 2014 me dije “algo tengo que hacer” y empecé a correr con un grupo de amigos. Incluso porque para mí era todo un misterio eso de correr como 20 km. cuando yo jugando al fútbol hacía 4 o 5km. y llegaba cansado. Bueno, es cuestión de entrenamiento e ir aumentando las distancias, la verdad que nada es imposible”.
“Después me fije en internet que pruebas podía hacer y apareció esta línea de la Series K21 como ente organizador, y que son medio maratones que se hacen en distintas partes del país, son carreras de aventuras y me fascinaron”.
“Corrí en Paraná, en los Palmares de Colón, en las salinas grandes de Jujuy, son pruebas tranquilas, siempre se llega, pero el desafío es ir, correr y llegar a la meta, no sé si es algo extremo pero sí muy apasionante”.
Finalmente de cara a sus próximas competencias, el maratonista expresó que “me anoté para la maratón internacional de Mar del Plata el 19 de noviembre, esos son 42 kilómetros y es un desafío importante para mí porque nunca corrí esa distancia. Vamos a ver cómo nos va, pero más allá del puesto en que termine el desafío es ir, meterse en la carrera y vivir esa experiencia”.