Armados con una ametralladora maniataron y le robaron a familia en un campo de Colonia Cello
Vivieron una pesadilla. Anoche, un matrimonio y sus tres hijos, que trabajan en el campo de un sanfrancisqueño en la zona rural de Colonia Cello, fueron víctima de un asalto. Los dos delincuentes se fugaron tras robar dinero y otras pertenencias.
Una familia que trabaja en un campo de la zona rural de Colonia Cello vivió una verdadera pesadilla cuando fue víctima de un asalto en la noche del pasado jueves.
Alrededor de las 20.30, dos delincuentes, bajo amenazas de muerte, maniataron al matrimonio y sus tres hijos y les robaron dinero, teléfonos celulares y armas. El grave hecho sucedió en campo ubicado sobre la autovía 19, a altura del kilómetro 113, unos 4 kilómetros al sur, en cercanías de Estrada, jurisdicción de Colonia Cello.
El campo es propiedad de un productor de San Francisco, Jorge Storero.
El hombre, de apellido es D´Amico, llegaba en el tractor a la vivienda, cuando fue abordado en por dos sujetos que se conducían en una motocicleta tipo enduro de color negro.
Los malvivientes lo encandilaron con una linterna mientras lo amenazaban con armas de fuego -habrían utilizado una pistola y una ametralladora-. Con la situación controlada, obligaron al trabajador a ingresar a la vivienda en donde lo maniataron junto a su mujer, de 38 años, y los tres hijos del matrimonio, de 7, 11 y 18 años.
Los delincuentes obligaron al padre de familia a entregarles 25 mil pesos que guardaban en la casa, además se llevaron varios teléfonos celulares, una escopeta calibre 16, dos revólveres -uno calibre 32 y el otro, 38, este último se encontraba en el interior de una casilla rodante-, además, algunos cuchillos.
Antes de retirarse, los malhechores efectuaron varios disparos dentro del inmueble y luego huyeron con rumbo desconocido. Cerca de las 23, la menor de 11 años tras forcejear logró liberarse de las ataduras liberando también al resto de la familia.
Inmediatamente, radicaron la denuncia ante la subcomisaria 22º de Colonia Cello. En el lugar se hizo presente personal de la Policía de Investigaciones (PDI) de la Unidad Regional V quienes trabajan en la investigación de lo ocurrido bajo directivas de la fiscalía de instrucción de Rafaela.