A pesar de la crisis, el teatro no baja el telón
La inflación no perdona y afecta a todos los hábitos de consumo y el Teatro Mayo no está exento. Sin embargo, sus dueños siguen apostando al rubro para "seguir dándole cultura a la ciudad". No solo es uno de las salas más grandes de la provincia sino también del país.
El segundo semestre está mostrando la etapa más difícil de la crisis y el teatro comercial no es la excepción al experimentar una caída en la venta de entadas.
No obstante, haber cerrado espectáculos a principio de año le dio algo de aire al Teatro Mayo para funcionar en lo que resta de 2018.
Hecatombe! este martes, Doña Jovita el sábado 20 y Cacho Garay el 9 de noviembre. La agenda de la sala de avenida Garibaldi tiene funciones, al menos, hasta noviembre, aunque diciembre -que siempre fue el mes "estrella"- este año viene tranquilo.
"Marzo, abril y mayo siempre son los meses más fuertes y variados y, generalmente, merma en la segunda parte del año. Haber cerrado a principio de este año los contratos con las obras que se verán próximamente, me da una tranquilidad a mí y al que viene, porque tal vez no sería posible que se presentaran", dijo Mauro Reinero, director del Mayo.
Otros shows como Oficial Gordillo y La Granja de Zenón, que fueron un éxito, también se cerraron seis meses antes sus presentaciones en nuestra ciudad.
Reinero aclaró además que "la agenda en teatro se arma espaciada, porque de nada sirve juntar espectáculos y que la gente no pueda disfrutarlos".
"A veces, prefiero que el teatro no tenga ganancias con tal de que un evento no se suspenda, porque es más dañino eso que perder plata", expresó.
Mauro Reinero
Un diciembre más "flojo"
Si bien diciembre suele ser el mes fuerte en el teatro local, en 2018 el panorama es diferente.
De los 20 espectáculos que se presentaron a fin de 2017, a dos meses de diciembre, solo cinco cerraron este año. Ya en el verano, la actividad se paraliza hasta marzo.
"El fuerte en diciembre para el teatro son los cierres de año de las instituciones de la ciudad, tanto las musicales como las de baile. Desde el Teatro Mayo, siempre acompañamos estas propuestas porque nosotros no queremos tener el teatro cerrado".
En este tipo de shows, los tickets no superan los $100. No obstante, los responsables de las obras deben afrontar los gastos de iluminación y de sonido, lo que demanda una inversión importante que hoy se complica realizar.
Entradas, en cuotas
A diferencia de lo que pueden salir las entradas en calle Corrientes en Capital Federal, en San Francisco todavía tratan de mantenerlas accesibles y hasta recurren a la financiación. "De nada sirve vender entradas a $1.500 y que la gente no venga. Se pueden poner precios accesibles y que todas las partes obtengan su rédito económico", dijo Reinero.
Y explicó que "el precio de un ticket representa el gasto del teatro, el sueldo de los actores, del director, sonido e iluminación. Aquí todos somos como socios, no siéndolo".
El costo de las entradas no subió al mismo ritmo de la inflación, por si no, "la gente no vendría. Los precios están acordes a la situación económica del país", afirmó el entrevistado.
La tarjeta de crédito con el beneficio de las cuotas le da un respiro al bolsillo del espectador. "La demanda no sería la misma si el pago solo fuera de contado o con tarjeta de débito".
Actualmente, los tickets tienen un valor promedio de $500 y para que la obra salga a escena, se deben vender unas 200 entradas, teniendo en cuenta que el Mayo tiene una capacidad de mil butacas, siendo uno de las salas más grandes que sobreviven en el interior de la Argentina.
En tanto, en San Francisco alguna vez funcionaron simultáneamente varias salas de teatro, en épocas de esplendor cultural; algunas cerraron definitivamente y otras se reconvirtieron.
"Quiero que la gente venga, tanto la que puede pagar las entradas más caras como aquellos que juntan peso por peso para ver un espectáculo que les gusta", reflexionó Reinero.
Reinero frente a lista de artistas de renombre nacional que pasaron por el teatro y que le dan al "Mayo" su prestigio.
Buscarle la vuelta
Una de las estrategias que implementó el Teatro Mayo desde hace tres años es la presencia de publicidad de empresas locales en el hall de ingreso de Garibaldi 38, las cuales ayudan para cubrir algunos gastos fijos como la pintura, la limpieza y el servicio de emergencias médicas, los que suman unos $40.000 al año.
"En tiempos de crisis hay que buscarle la vuelta. Si yo sumo todas estas cuestiones, es mucho y el `canje´ es una forma de alivianar los gastos fijos", indicó.
Para cada función, el teatro contrata personal de mantenimiento, dos acomodadores y un utilero del Mayo.
"San Francisco, por su ubicación geográfica, está de paso en la ruta de presentaciones del teatro comercial y eso nos favorece", afirmó Reinero.
Para la familia Macchieraldo, el Teatro Mayo es el legado de su fundador, don Aquiles, "que lo abrió con mucho esfuerzo y nosotros lo continuamos para seguir dándole cultura a la ciudad", finalizó.