Violencia de género: los testigos son la clave para evaluar el riesgo y salvar a las víctimas
Prevenir los asesinatos machistas. El fiscal Bernardo Alberione volvió a cuestionar la eficacia de las medidas como botón antipánico y restricciones perimetrales. Consideró que este flagelo "se previene con el compromiso de toda la comunidad". Mientras tanto, "creerle a la víctima es regla", aseguró.
Cualquier hecho de violencia de género sufrido por una mujer hoy es investigado. La víctima no necesita llevar consigo pruebas para demostrar que fue violentada física, verbal, psicológica o sexualmente. Sin embargo, muchas veces teme sufrir represalias si denuncia, o su vulnerabilidad social o económica les impide dar el paso.
Ante esto, los testigos de una situación de violencia se vuelven una pieza clave, son la fuente de información para la Justicia que deberá determinar qué medida de protección otorgará a la víctima; hacerlo dependerá de la evaluación del riesgo, aseguró el fiscal de Delitos Complejos, Bernardo Alberione.
En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, Alberione ratificó que no bastan los botones antipánico ni las perimetrales, al hacer hincapié en los constantes casos de violencia de género que se presentaron últimamente. Tampoco cree que la solución sea una medida superadora al botón, como las tobilleras en los agresores. "Esto se previene con el compromiso de toda la comunidad", asegura Alberione, que lleva 25 años como fiscal.
-Cuestionó la efectividad de los botones antipánico y las medidas de restricción, pero, ¿qué hacer ante una problemática que no se detiene?
Como primera medida hay que analizar todo el contexto de violencia, en una sociedad que está poco tolerante, que está propensa a pasar al acto violento. La problemática de la violencia de género no puede despegarse de la realidad social. Hoy existen muchos canales donde las víctimas pueden expresarse y eso es positivo, pero por otra parte, se debe analizar la cantidad de denuncias y cómo determinar cuáles revisten mayor peligrosidad. Se evalúa esa peligrosidad en cuanto a la posibilidad de riesgo de vida. Esto se previene con el compromiso de familiares, amigos, allegados, vecinos.
-¿La denuncia tiene un peso fundamental como prueba?
La denuncia es una noticia. El protocolo establece que la denuncia se tiene que tomar en todos los casos. En tanto, de ese caudal de denuncias que llegan al fiscal de atención inmediata se debe determinar cuál es el grado de riesgo. Por ello, es muy importante la colaboración de la comunidad.
"Creerle a la víctima es regla", aseguró Aberione
"No podemos detener a todos ni podemos
no detener a nadie"
-¿Cómo sigue el proceso luego de la denuncia?
A partir de la denuncia, una comisión sea integrada por personal judicial, policial o trabajadoras sociales que es comisionada en el hecho tiene como tarea entrevistar a los allegados de la víctima, incluso, a vecinos. En tanto, si éstos no dicen la verdad u ocultan lo que presenciaron, entonces la Justicia medirá con esa vara la decisión de la medida que tomará en ese caso, ya sea exclusión del agresor del hogar, restricción perimetral, botón antipático, etc. De ese testimonio saldrá la medida procesal correcta para evitar que la continuidad de la agresión o que llegue al extremo de femicidio.
-Pero así como la víctima teme denunciar, también los testigos...
Muchas veces dicen que si hablan, el vecino se enojará con ellos. Pero, ¿qué es más grave? ¿Cargar en la conciencia no hablar por miedo a que esa pareja de vecinos nos deje de saludar o hablar y evitar el cargo de con ciencia que significa un desenlace trágico? Además, en esta primera instancia, hay que aclarar que no se los llama en calidad de testigos, sino como elemento para saber cuál es la gravedad del hecho y el riesgo de la víctima. Si no dicen la verdad, no se podrán tomar medidas que sean proporcionales al riesgo. No podemos detener a todos ni podemos no detener a nadie. En el ámbito intrafamiliar también ocurre esto. Por ello, todos deben colaborar. A la seguridad la hacemos entre todos. Es muy importante como acción inmediata la colaboración de la sociedad. O nos comprometemos todos o no exijamos resultados cuando no se brinda la información. No es un tema exclusivamente judicial, de un fiscal, nosotros somos responsables de proteger a las víctimas pero necesitamos colaboración.
-¿Cree que la policía está suficientemente capacitada en perspectiva de género?
Siempre se ha asistido con inmediatez. Pero ¿cuánto tiempo tenemos para actuar cuando una persona se decide a matar a otra con un cuchillo? ¿Cuánto tiempo transcurre desde que se acciona el botón antipático y el que le requiere a la fuerza pública llegar al lugar del hecho?
-El colectivo social "Paso a Paso", que asiste a víctimas de violencia de género, pidió la colocación de tobilleras electrónicas a los victimarios, que den aviso automático a la policía cuando se detecte una violación perimetral del agresor como ocurre en la mayoría de los casos.
Serán otro paliativo. Son alertas pero ante la decisión firme del agresor, es muy difícil que estas medidas alcancen. Sirven, pero no son suficientes. Repito, ante la decisión del agresor, es complicado llegar a tiempo. Salvo que se pueda prevenir como dictando una prisión preventiva. Por eso, insisto, necesitamos conocer la realidad para hacer una evaluación del riesgo de la víctima.
-Justamente por ahí pasa una de las críticas más recurrentes de la sociedad: que no se detiene antes al agresor.
Puede pasar que haya cuatro o cinco denuncias previas de una peligrosidad considerada mediana o una sola denuncia, pero gravísima. La cuestión no es la cantidad. La proporcionalidad del hecho a la respuesta del Estado tiene que ver con la evaluación del riesgo. Entonces, ¿cuál es el límite?: está en la evaluación del riesgo, pero para ello es fundamental la colaboración de los testigos.
-¿Y cuándo se considera grave? ¿Es grave, cuándo se llega a la agresión física?
La psiquis del hombre trabaja de manera muy extraña cuando está alterada, entonces la evaluación del potencial daño es la que suponemos con lo que averiguamos en el entorno de la víctima. No obstante, hay otras medidas, como pericias psicologías pero todo lleva tiempo y a veces, no hay tiempo cuando el violento decide atacar.
-¿La violencia se sostiene en el tiempo?
A veces sí, otras, no. Algunos casos de violencia cesan, otros siguen. En algunos casos recomponen la pareja, o se puede renovar la medida de impedimento de contacto, es muy variada la casuística.
-¿Las leyes están a la atura de la urgencia que requiere este flagelo?
Herramientas existen. Cómo utilizarlas depende de la información que reciba el funcionario judicial. La violencia desde niños no es censurada: los videos juegos son violentos, la televisión muestra violencia. Hay cuestiones culturales que no colaboran. Respecto a la prensa, brindar información no es problema, pero dar detalles, el modus operandi, no suma, da ideas que generan un efecto de imitación.
-¿Es común no denunciar por el temor a que no les crean?
Hoy la credibilidad es regla y cuestionar lo dicho es la excepción. La gente que recurre a la Justicia sabe que su denuncia se investigará. Todos tenemos conflictos, un grado de violencia adentro. Cuando se pasa al acto, hay muchos factores, entre ellos el consumo de alcohol y droga.
-Adicciones y violencia, ¿una relación frecuente?
No tengo certeza estadística de que se de en la mayoría de los casos, pero sí puedo decir que genera un mayor riesgo para la víctima. De ello también dependerá la medida procesal que la Justicia adopte.
-¿Cómo incide la lucha de los colectivos feministas?
Todo contribuye en la medida que colabore en la búsqueda de herramientas para frenar este flagelo. Nada es suficiente. Es muy importante que se trabaje en talleres para informar qué herramientas tiene la mujer y cómo usarlas para enfrentar esa situación de violencia. Hay que ser cuidadosos con la información que difunden los medios, porque la sociedad hace juicios de culpabilidad o inocencia con una información parcial.
-¿Los fallos garantizan una justicia con perspectiva de género?
En mi experiencia profesional, en San Francisco me siento muy acompañado por todo el sistema, por todas las instancias de la Justicia, desde la prevención que hace la Uder, de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, hasta el accionar policial, trabajadoras sociales y la sociedad. Siento que nuestro trabajo está respaldado. Los fallos de la Cámara del Crimen de San Francisco en estos casos así lo confirman.
-¿Por qué rara vez se imputa por el delito de femicidio?
La calificación de femicidio corresponde cuando el hecho deviene de violencia de género. No obstante, la pena en casos de homicidio calificado por el vínculo y de femicidio es la misma, o sea, la condena perpetua.