Sin visitas, los hogares de ancianos usan la tecnología para mantener el contacto con familiares
Por el coronavirus, restringieron el ingreso para proteger a los abuelos de contactos que puedan contagiarlos y el personal debe extremar el cuidado al entrar y salir.
Tal vez esta sea la cuarentena más difícil. La de los adultos mayores que viven en residencias permanentes o en geriátricos.
Estos establecimientos también en nuestra ciudad restringieron el acceso a toda persona ajena a estas instituciones como una manera de proteger a los ancianos del coronavirus. Son un grupo de riesgo y por eso los cuidados deben extremarse.
La prohibición de las visitas fue una de las primeras medidas de precaución adoptadas en estos establecimientos, incluso antes de decretarse el aislamiento obligatorio. Ahora se hacen por videollamada.
Además, el personal que debe permanecer para la atención de los abuelos debe extremar medidas de higiene como cambiar su indumentaria antes de ingresar a trabajar y luego al finalizar la jornada laboral.
Asimismo, desde el municipio llevan adelante una campaña de vacunación antigripal en todas las residencias.
Ahora bien, ¿qué pasará con los familiares y visitantes? El uso de la tecnología reemplaza las visitas presenciales. Se recomendó a los familiares de los internos que eviten visitarlos personalmente. En su lugar, los responsables de los hogares y geriátricos solicitaron a las familias que acerquen algún dispositivo tecnológico con el cual poder establecer videollamadas o chats para mantener la comunicación con sus seres queridos mientras dure el aislamiento obligatorio.
Marina Mallada, propietaria de Le Parc Residencias, tres establecimientos geriátricos en San Francisco que en conjunto alojan a alrededor de 60 personas, explicó que antes de que se den a conocer las medidas gubernamentales "nosotros pusimos en marcha un protocolo de desinfección y aislamiento. Solo se permitía la presencia de un solo familiar por día durante 15 minutos observando todo tipo de medidas de higiene. Ahora directamente no se permiten las visitas presenciales".
Además, "hemos suspendido las actividades terapéuticas hasta que sepamos cuándo terminará el aislamiento -siguió Mallada-. Durante todo este tiempo no se permite el ingreso de nadie que no tenga que ver con el personal que trabaja aquí".
Cambio de hábitos
Más allá de la contención brindada, los adultos mayores "no la están pasando muy bien. Algunos lloran y se sienten muy tristes", indicó Mallada para luego señalar que en condiciones normales "ellos están acostumbrados a tener muchas visitas".
El mate pasó a ser una costumbre desterrada y suplantada por el té con torta. "Ya no se toma mate que era algo fijo todos los días aquí. Ahora todos tomamos té con torta", señaló.
La música se percibe en el ambiente como una terapia que busca tranquilizar los ánimos por demás caídos de los abuelos. "Durante el día hay música en todos los ambientes y también se hacen muchas videollamadas con familiares para que estén distraídos con algo que les gusta".
Grupos de WhatsApp
En este caso, los familiares de los abuelos armaron un grupo de WhatsApp donde también se incluyó a la jefa de enfermeras. "A través de este mecanismo se envían fotos, mensajes y se hacen llamadas para mantenerlos atentos y contentos", contó Mallada.
Recordó también que "estas precauciones han llegado para quedarse" sobre todo ante la llegada del invierno y con él las bajas temperaturas y las enfermedades respiratorias. "Vamos a tomar todo tipo de precauciones para proteger a los adultos mayores. En este caso no resultará extraño que una vez que se levanten las restricciones continúen las visitas acotadas en el tiempo".
Proveedores y familiares que deban acercar algún elemento para los abuelos ya no pueden ingresar. "La gente que tiene que traer algo no puede entrar. Todo se deja en la puerta".
La familia lo comprende
El Hogar Diehl de Sienra, a cargo de la municipalidad, cuenta con unos 45 adultos mayores alojados y por efecto del coronavirus, ha cambiado sus costumbres habituales para proporcionar mayor seguridad a los abuelos.
"En todos estos días se aumentó el aislamiento" de los adultos mayores, explicó el secretario de Salud, Fernando Giacomino.
Además, el equipo de trabajo "va rotando" en su asistencia al lugar. "Se busca la manera de entretenerlos de la forma más segura posible".
La limitación de las visitas de los familiares fue quizá una de las medidas restrictivas más duras que se tomaron. "Fue para preservar a los abuelos de un posible contagio", indicó el funcionario.
"Los familiares entendieron esto y llegamos a un acuerdo que indica que si se los quiere visitar debemos organizarnos para tener una mínima presencia junto a ellos. No queremos que vengan todos los familiares juntos sino que se organicen para visitarlos de manera individual", señalño Giacomino.
Hay excepciones, pero se aplica un protocolo
Al igual que ocurre en el ámbito privado, desde el Diehl de Sienra también se apela a la tecnología para mantener el vínculo. "Esto es estrictamente necesario para evitar que muchas personas vengan a ver a sus seres queridos en el hogar. Las videollamadas reemplazan en este caso a las visitas directas y es algo a lo que nos vamos a tener que acostumbrar todos".
Por su parte, aquellas personas que aún realizan visitas de manera personal a sus familiares deben seguir un protocolo de protección. "En este caso, lo primero que se hace es tomarles la temperatura a todas las personas que ingresan y el personal al llegar a trabajar se coloca una indumentaria especial para permanecer en el interior", precisó Giacomino.
A los visitantes "se los provee de una bata y un barbijo para tomar medidas de aislamiento durante la visita".